Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 11 de octubre de 2011

Patriotas marinos venezolanos por mares de Cuba


Interesante leer Bolívar y la Independencia de Cuba, un ensayo escrito por el lamentablemente fallecido investigador cubano e historiador Francisco Pérez Guzmán. Llama la atención su trabajo porque pone en contacto a los amantes de la historia de América Latina con aquellas circunstancias que caracterizaron la identificación y emoción con las ideas independentistas que el venezolano Simón Bolívar motorizaba para ese tiempo de 1800.
Pérez Guzmán, Premio Nacional de Ciencias Sociales, nos entrega nombres y hechos en los que participaron aquellos latinoamericanos y hasta europeos que se sintieron identificados con las ideas libertarias de la América hispana. Saber, por ejemplo, que el mallorquín Juan Bautista Picornell, el mismo que junto a José María España y Manuel Gual había elaborado un programa revolucionario “que planteaba restituir al pueblo americano su libertad  y orientaba la insurrección como medio para obtenerla”, fue desterrado de Venezuela una vez que la conspiración fue descubierta, y llegó a Cuba, donde trabajó como maestro y boticario.     
Pero hay otros como los venezolanos Juan Jorge Peoli y su esposa Socorro Mancebo, partidarios de las ideas bolivarianas y de las cuales se encargaron de propagar. Escribió el autor de “La guerra en La Habana ” que la pareja sostuvo “correspondencia con el Libertador y sufragaron con su dinero las compras de armamentos para la insurrección que se preparaba en 1823. Socorro Mancebo estaba unida por lazos familiares a la cubana Inés Mancebo, radicada en Venezuela. La antillana había alimentado con su leche materna  a Bolívar durante su infancia. Este hecho sacado a luz por la investigadora  Mary Ruiz de Zárate, evidenció, entre otras cosas, el grado de identificación de los Mancebo con el Libertador”.
Otro independentista que apreció las cualidades de Bolívar
Anotó Pérez Guzmán, también conocido como Panchito, en su libro “Bolívar y la Independencia de Cuba” que otro de las personas de conocida trayectoria independentista fue el médico colombiano José Fernández Madrid y Fernández de Castro, nacido en Cartagena de Indias, Colombia, con una ascendencia familiar de una gran rancia aristocracia española.
Mientras estuvo en Colombia, participó activamente en lo que algunos denominaron la marea independentista, una fuerza antiespañola y patriota que se desarrollaba con mucho brío. Madrid conoció a Simón Bolívar en 1814 y apreció sus “cualidades de dirigente del proceso independentista. Después de ocupar la presidencia de las Provincias Unidas, pasó al exilio, donde escribió memorias científicas  y ejerció la medicina. En La Habana alcanzó gran prestigio intelectual y su reputación era más que suficiente para ser aceptado como miembro estimado de la Sociedad Patriótica , transformada después  en Sociedad Económica de Amigos del País”.
Narra el escritor que el médico y poeta colombiano no se conformó con ejercer la medicina, escribir poesías y visitar a los amigos mientras estaba en La Habana , sino que “Pensó que luchar en Cuba contra el poder español contribuiría a extirpar  del continente su nefasto sistema opresor. Basado en la unidad continental, propagó las ideas bolivarianas, y de las palabras pasó a las acciones emancipadoras cuando, en unión de otros hispanoamericanos y naturales de la Isla , comenzó a conspirar”.
La lista de amantes de la independencia no era pequeña.
A los nombres antes citados habría que agregar  los de Félix M. Tanco y Barrientos, ambos de raíces colombianas, como escribió el cubano Pérez Guzmán, “Ambos fueron gestores del movimiento insurreccional de inspiración bolivariana que estremeció a la Isla en 1823” .
Sumemos también los nombres del ecuatoriano Vicente Rocafuerte y el argentino José Antonio Miralla, ambos, junto Fernández Madrid desarrollaron una gran actividad política al escribir en impresos como El Argos y El Americano Libre y no contentos con eso, de la lucha ideológica pasaron a desarrollar acciones prácticas concretas.
Cuenta el cubano Pérez Guzmán que el ecuatoriano Vicente Rocafuerte, al parecer de Guayaquil, que había conocido a Bolívar, recordó:
“Había entonces en La Habana una sociedad muy secreta, que estaba en correspondencia activa con otra de Caracas y que presidía  el mismo Dr. Fernández Madrid, muy conocido entre nosotros por sus virtudes, su distinguido talento y sincero patriotismo; él me hizo el favor de iniciarme en los misterios de esa patriótica  asociación y, desde entonces, quedamos estrechamente unidos por los vínculos de la más franca y tierna amistad…”
Cuenta el fallecido periodista e integrante de las FAR que “La labor  realizada en La Habana por los revolucionarios del continente fue muy meritoria. Desde el prisma histórico, trajeron a Cuba la solidaridad hispanoamericana y contribuyeron a formar la conciencia de la nacionalidad en un sector de la población. Difundieron la verdadera imagen y el pensamiento de Simón Bolívar cuando el gobierno colonial de Cuba se esforzaba por detractarlo. Y sobre la levadura bolivariana construyeron los cimientos de la gigantesca conspiración que, conocida después como  Soles y Rayos de Bolívar, pasó a ser la organización política más temida por el poder  colonial  durante el primer cuarto del siglo XIX cubano”.
Los corsarios patriotas
Nos explica el historiador, por otro lado, que la motivación y estímulo por las ideas bolivarianas llegó a Cuba también de la mano de los llamados corsarios patriotas, quienes apuntalados en los conceptos de guerra a muerte y de guerrear y ser contundentes con el enemigo donde quiera que estuviese, los guerreros del mar venezolanos y neogranadinos, invadieron las aguas de la Isla Antillana.
Al respecto, escribe Pérez Guzmán que “Sus acciones iban más allá de atrapar embarcaciones españolas; una muestra significativa fue el ataque de los venezolanos al puerto de Manzanillo, el 8 de octubre de 1819, en el cual demostraron una osadía sin límites.
También el escritor nos amplía la información al señalarnos que la relación de las incursiones de los corsarios patriotas de Venezuela a lo largo y ancho de Cuba fue bastante extensa. Es posible que pocos venezolanos y demás latinoamericanos sepan  que nuestros marinos insurgentes “Sin temor a la Marina española y con inteligencia, cumplían sus objetivos de propagar las ideas independentistas de Cuba. A manera de ilustración exponemos el informe del teniente gobernador de Baracoa al Capitán General Dionisio Vives, donde le expresa que corsarios colombianos habían apresado las balandras españolas Esperanza y Manuela en el Surgidero de La Caleta , a 12 leguas de esa ciudad. Y más adelante agrega que la tripulación fue despojada del cargamento que transportaba y le permitieron  continuar de viaje con la condición de que distribuyeran los impresos que le entregaron. La propaganda que el citado  teniente gobernador le remitió a la máxima autoridad de la Isla el 9 de diciembre de 1823, estaba redactada en los términos siguientes:
República de Colombia
Habaneros.
Hermanos de la Isla de Cuba:
Colombia ha sabido de vuestros gloriosos esfuerzos, ella pronto los auxiliará con todo su poder; el reinado de los tiranos ha acabado en América, ella está llamada al rango independiente que debe ocupar entre las naciones del universo. El Libertador de Colombia, y sus soldados los saludan amigable y fraternalmente.
Finalmente, nuestro investigador nos dice que el mensaje de solidaridad entregado por los corsarios patriotas de Colombia hacía un reconocimiento  al trabajo revolucionario que adelantaban los “conspiradores descubiertos en 1823 y alentaba la esperanza de la ayuda bolivariana para liberar a Cuba. De esa forma contribuían  a fomentar los ánimos revolucionarios y plasmaban  el poder alcanzado por los patriotas de la Gran Colombia ”.

domingo, 9 de octubre de 2011

Mintieron en contra de Bolívar y otros lo siguen haciendo ahora



No es fácil plasmar una idea cuando no se tienen muy claros los datos que forman parte de ella. Por ejemplo, libertar a Puerto Rico y a Cuba se ofrece entre las muchas ideas, aparentemente sueltas, de uno de los más grandes héroes de la historia mundial como lo fue Simón Bolívar y quienes compartían con él las inquietudes revolucionarias en nuestra América Hispana. Unos creen que fue así, mientras otros no comparen esa opinión.
El cubano Francisco Pérez Guzmán, profesional de la mecánica de motores y de fuselaje de MIG-15, de la cual fue docente y que posteriormente abandonó para dedicarse al periodismo y luego a la historia. En su libro “Bolívar y la Independencia de Cuba, cita la obra del colombiano Germán Cavelier,”La política internacional de Colombia, en la cual dice:
“…el punto difícil de dilucidar  y referente a todo problema, es el de saber  si las amenazas colombianas reinvasión a Cuba fueron tan solo una parte de la ofensiva diplomática contra España o si fue en realidad un plan definido y concreto, una intención decidida que abortó a causa de la oposición de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña. Webster se inclina a lo primero, pero los documentos diplomáticos  indican lo segundo”.
A veces cuesta creer que un hombre de la talla del Libertador, que mantuvo una visión, convicción, espíritu, fuerza y una rectitud a toda prueba no haya tenido en mente la libertad de Puerto Rico y Cuba. Es interesante recordar que, en su Carta de Jamaica (Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla) se haya expresado con relación a ambas islas en los siguientes términos:
“Las islas de Puerto Rico y Cuba que entre ambas pueden formar una población de setecientas a ochocientas mil amas, son las que más tranquilamente poseen los españoles, porque están fuera del contacto con los independentistas. Más, ¿No son americanos estos insulares? ¿No son vejados? ¿No desean su bienestar?”. (1)
Hay otra idea de Bolívar expuesta en la misma Carta de Jamaica, que a nuestro modo de ver, pareciera dar fortaleza a la tesis de que no era simplemente parte de una ofensiva diplomática contra España.
Veamos:
“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la perfección del Gobierno de mi Patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el momento regido por una gran República; como es imposible, no me atrevo a desearlo, y menos deseo una monarquía universal de América, porque este proyecto, sin ser útil, es también imposible”. (2)
Hay, en este par de párrafos varios asuntos muy claros, determinantes, diríamos, como el deseo firme del héroe americano de libertad y gloria a los ciudadanos de ambas islas  de saber que sus habitantes eran vejados por la monarquía española y por otro lado, que los sabía merecedores de bienestar. Por eso es increíble que el Libertador no haya mantenido firme su línea independentista frente a dichas islas.
Hay que leer y entender con frialdad las palabras vertidas por el glorioso venezolano en la Carta de Jamaica cuando escribe:
“Los americanos, en el sistema español que está en rigor, y quizá con mayor fuerza que nunca, no ocupan otro lugar  en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo”. (3) 
¿A que se refirió Simón Bolívar cuando habló de siervos propios para el trabajo? ¿Acaso no se refería a la esclavitud de los americanos? De hecho, insiste en la Carta en reiterar lo que somos cuando señalaba que si acaso para los españoles no éramos otra cosa que simples consumidores, con muchas restricciones, impedimentos, en fin, que los americanos estábamos en estado negativo. Ahora bien, ¿Simón Bolívar excluía a los habitantes de Puerto Rico y Cuba de su amplísimo diagnóstico sobre los americanos de aquella época?
Los llamados ecos bolivarianos  en Cuba
La investigación de Francisco Pérez Guzmán, por cierto, ganadora del Premio de Investigación Histórica del Concurso  26 de Julio del MINFAR (Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias) en 1983, nos dice que en septiembre de 1810 comenzaron a llegar a Cuba las primeras familias que vivían en enezuela, a consecuencia del proceso emancipador que se iniciaba en la América del Sur. Refiere el autor del importante ensayo, desde la primera página, que si bien al principio eran pocas las familias, a medida que aumentaban los acontecimientos “…centenares de mujeres, niños, ancianos, esclavos y militares acrecentaron un éxodo que parecía no tener fin”.   
“En 1813 –cita- los santiagueros vieron atracar en el muelle de legendario puerto de su ciudad al bergantín Luxan y a la balandra Tres hermanos. De esas embarcaciones descendieron ciento quince personas, veintiséis eran oficiales y soldados. De sus labios conocieron cómo los insurgentes se habían apoderado de Cartagena, lo cual motivó la marcha precipitada de ellas para no caer prisioneras de los patriotas. Esas mismas escenas se repetirían  durante los casi once años que abarcaría el proceso emancipador de Venezuela, Nueva Granada, Ecuador y Perú”.
Nos adiciona Pérez Guzmán  que entre 1821 y 1823 llegaron a Santiago las tropas derrotadas en Coro por los patriotas “divisiones completas, como la del general Francisco Tomás Morales, que capitularon en Maracaibo, y el Regimiento de León, rendido en Cartagena de Indias”.
Mentían como ahora otros lo hacen ahora
Explica el fallecido historiador que por todos esos años también llegó a Cuba la imagen distorsionada de Simón Bolívar, la cual era un producto de las voces de la soldadesca y oficialidad derrotada. Nada nuevo porque la mentira continúa siendo usada como herramienta de destrucción. La Derecha oligárquica y elitesca, siempre ha reacionado contra toda idea de libertad e igualdad. Pero veamos como relata Pérez Guzmán aquellos malestares contra nuestro Libertador:
“Secundados por familias aristocráticas, relataban (los derrotados) a su manera  las incidencias de la cruenta guerra. Bolívar devenía un fanático y visceral enemigo de los españoles. Sin escrúpulos, mentían  cuando aseguraban que, por órdenes del Libertador, familias hispanas habían sido asesinadas, y que su ateísmo lo impulsaba a incendiar y saquear las”.
Pero hay más:
“El Bolívar presentado por los colonialistas, vencidos en la América del Sur, y que ahora desataban  su ira contra los vecinos de la Isla, era portador de la anarquía, la destrucción de las propiedades, de la inmoralidad y constituía el enemigo número uno de la familia. Su concepción antiesclavista, reiteraban una y otra vez, había propiciado que los negros, alentado en su odio salvaje de razas , masacraran a los blancos”.     
Señala el autor en su ensayo, que la versión descrita antes, no siempre consiguió oídos cautivos, como ocurrió en Puerto Príncipe (Camaguey) en 1822,  cuya población salió a las calles a elevar su frenética voz de protesta cuando se enteraron que querían enviar hacia su pueblo el Regimiento de Infantería de León, el cual había sido expulsado de Colombia un año antes. Y hasta un impreso circuló por aquellos días donde dejaban clara su posición. El impreso fue redactado por el peruano Manuel Vidaurre Escalada, para el momento Oidor de la Real Audiencia y en uno de sus párrafos decía:
-Esas tropas componen una parte de las que han derramado muchísima sangre de nuestros hermanos los de América. (…) Los soldados ofendidos por los americanos valientes que los arrojaron de sus países, ¿no querrán tomar la revancha en el inocente y pacífico principeño?
Reconoce este autor revolucionario que fue Francisco Pérez Guzmán, el hecho de que si bien Cuba se convirtió en una especie de refugio para las tropas colonialistas  que salían derrotadas de América del Sur, no fue menos cierto que también la Isla recibió a muchos hispanoamericanos que llegaron como emigrados políticos. Pero lo cierto del caso es que, para el ensayista cubano “A venezolanos, granadinos, ecuatorianos, argentinos y peruanos, entre otros, se debe en gran parte el acercamiento de los independentistas de la mayor isla de las Antillas al pensamiento del Libertador”.   


PEREZ GUZMÁN Francisco
Bolívar y la independencia de Cuba
(Tomado de la primera edición de1988)
Colección Alba Bicentenario
Editorial de Ciencias Sociales, 2010
Instituto Cubano del Libro

(1), (2) y (3)
PEREIRA Gustavo
Simón Bolívar, escritos anticolonialistas.
Fundación Editorial El Perro y la rana. 2007
http://www.elperroylarana.gob.ve