Cómo
entender
el
periodismo
Caracas
02/2024
Pedro
Estacio
Parece
mentira, pero una de las primeras cosas que hay que hacer para poder
entender realmente el periodismo, es saber leer bien, lo que implica,
además, otros asuntos como disponer siempre de un buen diccionario
y, por otro lado, hacer algunas cosas que quizá no le puedan gustar
a otras personas como el hecho de subrayar o marcar el texto que se
lee en un libro, periódico o revista.
Otro
asunto a tomar en cuenta, que no ayuda en esto de entender el
periodismo, tiene que ver con esa creencia de considerar a la lectura
como algo aburrido, idea que viene siendo arrastrada por algunas
personas desde hace largo tiempo y otros que piensan que la lectura
es solo para agarrar sueño o contarles un cuento a los pequeños
antes de dormir.
Todavía
algunas personas no logran comprender que las llamadas redes,
captables por los poseedores de celulares y quienes tienen
computadores a su alcance, muy de uso ahora en los medios, solo
sirven para supuestamente distraer y en ocasiones informar cosas como
el tiempo, algún accidente en determinada vía, u otra emergencia
cualquiera, además de los resultados de determinado tipo de
actividad deportiva o chisme de farándula, los anuncios políticos y
comerciales y en menor cuantía, los análisis, pero no orientan
ni refuerzan la importancia de la lectura y poco les importa como
están escritos los mensajes que por allí aparecen, lo que significa
permitir la deformación del lenguaje. Hay una excesiva creencia de
que las redes lo son todo y no es así.
Hay
realidades que parecen interponerse y evitar que leamos, como sucede
con el costo del papel, la aparición de pocos diarios, las fallas de
internet y quizá el costo de los libros, pero me parece que han
disminuido sus precios y además muchos están siendo regalados.
Pero no son situaciones inalterables y siempre hay posibilidades de
cambio.
Un
factor que daña seria y profundamente a ese periodismo que requiere
ser entendido, es algo sumamente terrible, como torcer la verdad,
inventar mentiras, adornarlas de las mas variadas formas como suele
hacer el cine y presentar visiones inexactas de los hechos para
venderlos como realidades.
Esto
no solo ocurre a diario, es un asunto mundial y es entendible porque
en este mundo del capitalismo, los medios no están en manos de
personas que se han organizado para animar la postura de la verdad,
por el contrario manejan el interés eminente del dinero y el
poder político de grupos que solo buscan el control de las naciones
y nunca el bienestar de los gobernados.
El
estallido de las Torres Gemelas en Estados Unidos lo dice todo. Fue
vendido el hecho como la verdad de un acto terrorista donde murieron
a lo mejor unas tres mil personas Hubo criticas a lo ocurrido, pero
los interesados en EE.UU jamás permitieron lo que se venía
diciendo, que era un invento del Pentágono. En EE.UU la prensa en
general está controlada por las corporaciones de la comunicación y
estas por el gobierno.
Ahora
sale por allí el expresidente Donald Trump y expone que todo fue
obra del gobierno de EE.UU., sin embargo los medios estadounidenses,
en su gran mayoría, le endilgaron la culpa al terrorismo. Excusa
inventada para ir a la guerra y por el petróleo. Los dueños de los
medios (radios, periódicos y plantas de televisión), organizados en grandes
corporaciones, si entendieron como utilizar al periodismo.
El
uso del periodismo como un arma política y de guerra por parte de
los grupos económicos y políticos ambiciosos ha estado en juego
desde antes de la creación de la imprenta por Gutemberg. Otro caso
que mancha el periodismo fue el de la explosión del acorazado Maine
en Cuba, que se dice fue algo preparado para darle la visión legal
de una agresión a Estados Unidos por parte de una Cuba en manos de
los españoles. Se habla de una historia orquestada, muy fantasiosa,
por parte del imperio de estadounidense al comenzar a crecer como
tal.
Esa
agresión fue vendida ampliamente por la prensa amarillista en EE.UU
a todos los ciudadanos en esa nación. Hay otros casos mas que
ustedes conocen como la entrada de Estados Unidos en la II guerra
mundial con el bombardeo japonés a Pearl Harbor y presuntamente
posterior respuesta de EE.UU con la entrada en la guerra y ni hablar
de las bombas atómicas lanzadas.
El
caso mas famoso, por lo hecatómbico, es la gigantesca mentira de las
armas de destrucción masiva, que como se sabe nunca
existieron, pero salió en todos los medios y además, el ataque a
Irak fue televisado. Algo realmente terrible y asqueroso. Eso nos
dejó un periodismo terriblemente deteriorado por las mentiras.
No
podíamos dejar de citar la influencia de los medios y su injerencia
en la actividad de la política venezolana. Lo viví como periodista
en los medios, aunque nunca hice la fuente política. Siempre traté
temas de la ciudad así como ciencia y tecnología.
En
Venezuela llegamos a tener representantes de los medios en el viejo
Congreso y ellos compartían la dinámica política de las gestiones
que adelantaban los partidos y tiempo después, como se sabe,
compartieron ambiciones con algunos sectores políticos, económicos,
militares y religiosos. No es pecado decir que estuvieron implicados
en el golpe de Estado, aunque fallido, contra el Presidente Hugo
Chávez Frías en el 2002.
De
aquella fecha hasta el día de hoy, ustedes saben todo lo que ha
estado ocurriendo y de qué manera los asuntos se van transformando y
de qué modo el periodismo ha estado antes, en paralelo y después de
los sucesos de corte político en Venezuela.
En
esa amplia y peligrosa situación que le ha correspondido vivir al
país, la mentira ha estado en el centro de todas las redes, en
las mas variadas formas y/o disfraces y así le ha llegado a todos
los que viven en Venezuela.
En
el entendimiento del periodismo hay que comenzar por aclarar siempre
las cosas: La comunicación y la información forman parte del
periodismo, pero la comunicación, altamente utilizada por la
publicidad, por si sola no es periodismo, mientras que la información
los detalles y sus implicaciones son el objetivo central del
periodismo.
Siempre
esgrimo como ejemplo una humareda en el Waraira Repano. Ello, a
simple vista nos comunica que hay algo de fuego en esa hermosa
montaña que protege a Caracas. El ejercicio del periodismo, el
trabajo del periodista en contacto con los que se encargan de cuidar
ese parque, nos darán los detalles de esa columna de humo que se ve
a lo lejos, que se levanta en la montaña.
Quienes
estudiamos periodismo en la Escuela de Periodismo de la Universidad
Central de Venezuela, UCV, cuya carrera luego fue denominada
Comunicación Social con menciones en Impreso, Relaciones Públicas y
Audiovisual, tuvimos un cuerpo de docentes que hicieron mucho énfasis
en la búsqueda y fortalecimiento de la verdad por encima de todo.
Recuerdo
muy bien al profesor Héctor Mujica quien nos solía decir que
debíamos buscar siempre la noticia y la verdad y si nos cerraban
las puertas debíamos entrar por las ventanas y ser gentiles con las
secretarias porque ellas son como una puerta mágica para llegarle a
quienes pensábamos entrevistar.
Teníamos
una buena formación que no se quedaba en el examen en el papel, sino
que debíamos pasar por el oral y el práctico. No solo era un asunto
de meternos en la lectura de temas sino analizar sus contenidos y, de
paso, entrarle a los periódicos también. Nos enseñaron a
profundizar mas en la lectura de lo normal. Les cuento una anécdota.
Una
vez el profesor Héctor Mujica me raspó con una pregunta en las
puertas de la Escuela de Periodismo al interrogarme un lunes:
-¿Estacio,
qué sucedió con la asociación de Orquideología el fin de semana?
La
pregunta me sacó de base violentamente. Ni sabía que existía tal
asociación, lo que le comenté. Me dijo que resultó dividida y que
habían dos asociaciones con dirigentes que aspiraban ser electos
como presidentes y en una especie de regaño cariñoso, me dijo que
un periodista debe estar enterado de todo cuanto acontece en la
sociedad.
Lo
que trato de decirles con todo lo que he hablado, es que se debe
entender que el comunicar, que es lo que se ve en las redes, no es lo
suficiente para saber ni abordar los amplísimos asuntos que se
desarrollan en una sociedad.
Si
observamos plenamente un día lo que publican las redes, pues
apreciamos que solo es para decir “Esto soy yo, mira lo que hago”
y no hay mayor explicación; no hay respuestas si se les envía una
interrogación, porque las redes solo muestran vía gráfica lo que
buscan quienes las utilizan.
El
“Yo soy responsable”, con nombre y apellido es poco frecuente,
aunque hay quienes si lo hacen. Por lo demás, las redes revelan un
hacer y mucha gráfica aunque no muestren todo. Otras veces, dan a
conocer expresiones nada comprobables o modificadas y lo demás es un
saludo, un beso, un aplauso, un chiste y una pornografía.
Una
información impresa tiene un gran valor, como es profundizar en los
detalles de la información; quien lo dice, por qué lo dice, cuando
lo dice y muchos detalles que quedan para el análisis y muestran si
existe o no compromiso con lo que se dice y el camino a la verdad. En
las redes, esto casi no existe, salvo que personajes de reconocida
solvencia escriban y hay ocasiones en que otros manipulan la
información o dan a entender otras cosas. Es un asunto que sucede en
la mayoría de los medios de comunicación del mundo.
No
puedo dejar de lado un asunto muy general en las redes y en quienes
hacen comunicación y uno que otro que intenta informar. Hay unas
fallas terribles en lo que concierne a escribir bien. Las redes están
ausentes de lo que algunos conocemos como buena escritura. Y no
solamente en las redes, porque la televisión no se queda atrás
cuando dañan la vista con malos escritos. Se aprecian errores
tremendos y muchos de quienes lo hacen, poco les importa si está
bien o mal escrito. El punto, punto y coma, coma, punto y aparte, no
les son fundamentales a quienes escriben, total, como no aparecen sus
nombres, no hay preocupación. De igual manera acontece con los
adjetivos, los acentos y los verbos.
Siempre
es bueno decir que los medios y las redes en general, son
herramientas utilizadas también para la influencia, la calificación
orientadora y la descalificación por parte de quienes las utilizan y
por los dueños o quienes tienen poder sobre ellos.
Un
caso muy típico se aprecia en las cintas cómicas. Escuchamos a
ciertos animales hablar de dictaduras y revolucionarios así como ver
en las redes y televisión audios dirigidos a fomentar invasiones y
guerras. Como se aprecia, hay problemas de moral muy serios. Hay mucho mas para entender al periodismo.