Creo que en una ocasión escribí que leer Pueblo Protagónico (1498-1798), del historiador José Manuel Hermoso González, es descubrirnos, saber más de nosotros mismos o, dicho mejor, de quienes nos antecedieron en esta nuestra América.
Escribe el profesor universitario que cuando vino por a nuestras cosas ese marino conocido como Cristóbal Colón, ya los habitantes de este continente “…tenían aproximadamente no menos de 120 y no más de 200 siglos de presencia en estos territorios que los europeos llamarían Nuevo Continente. En otras palabras, ni el Continente era nuevo, ni quienes llegarían a fines del siglo XV eran los descubridores de América”.
Refiere el historiador que al parecer esos primeros habitantes ya habían recorrido y poblado todo este vasto territorio “Durante los primeros ocho mil años que transcurrieron después de su llegada”. Y luego añade:
“Se estima que hace aproximadamente 12.000 años algunas de aquellas comunidades humanas llegaron y habitaron los territorios que hoy ocupan Colombia y Venezuela”.
Y así, de acuerdo a la investigación que ha arrojado este interesante libro, podemos enterarnos que, cuando los europeos vinieron por estas tierras “los niveles de desarrollo económico y social, no eran homogéneos”. Cuenta que de Alaska a la Patagonia había una variedad en cuanto a formaciones sociales se trata, lo que calificó como “… una verdadera heterogeneidad estructural”.
Considera, de igual modo, que entre 15 y 12 mil años hacia atrás “y desde el extremo oriental del Asia, grupos de antiguos cazadores asentados en las frías estepas siberianas, pasaron al Continente americano desde el territorio de lo que posteriormente sería la Unión Soviética atravesando el estrecho de Behring, convirtiéndose así en los verdaderos descubridores y primeros pobladores de estas tierras. Sin embargo, basándose en otras evidencias arqueológicas, otros investigadores sostienen la hipótesis no excluyente de que algunos grupos podrían haber penetrado antes o después, a través de la cadena insular ubicada en el extremo sur oriental de Asia y que habrían ascendido desde el sur de América hacia otras regiones del Continente”.
Colombia y Venezuela y sus primeros habitantes
En cuanto a quienes vivieron, hace unos 12 mil años antes de la Era Cristiana, considera el investigador que algunos de esos grupos de habitantes se fueron hacia el sur del Continente y otros llegaron al norte de al norte de Suramérica, “penetraron por el territorio que hoy ocupa Colombia, continuaron hacia el occidente de Venezuela y se establecieron en los actuales estados Falcón y Zulia” y luego el historiador de la Universidad de Carabobo es más preciso:
“En efecto, según los vestigios hallados en Taima-Taima y La Hundición en el actual estado Falcón, en esta región se ubicaron hábiles cazadores que habrían hecho presa de mastodontes y otros mamíferos. Habrían fabricado buriles y perforadores para trabajar el hueso y la madera, así como hachas de mano, raspadores, cuchillos, flechas, lanzas y jabalinas”. Y sigue en su narración destacando que “Se calcula que seis mil años después en el oriente del país, se habían establecido aldeas o campamentos de cazadores-recolectores. En un primer momento cazaban aves, venados y otros animales terrestres, al tiempo que recolectaban conchas marinas y pescaban. Posteriormente y de manera progresiva pasaron a depender de los recursos del mar”.
Luego dice en su libro el profesor Hermoso González, que “los inicios de la horticultura y la vida sedentaria comienzan en Venezuela y en el Caribe aproximadamente dos mil años antes de Cristo. Como consecuencia de ello, aldeas sedentarias tribales sustituyen el modo de vida recolector marino. Se estima que corresponden a la misma época y a los mismos lugares las primeras muestras de alfarería que han sido identificadas”.
Refiere igualmente, que diversas técnicas con que trabajaban los artículos de alfarería y distintas formas de agricultura se cree que correspondieron a algunas comunidades por los lados del estado Guárico, cerca de 650 años antes de C., mientras que pescadores-ceramistas se encontraban al sur del lago de Maracaibo y también cerca del lago de Valencia y en otros detalles arqueológicos dice que a principios de la misma Era Cristiana hay vestigios de ceramistas y pintores rupestres en Barrancas y en el Alto y Bajo Orinoco.
Añade seguidamente que 200 años luego, grupos identificados como de la cultura prehispánica ronquen se unen a grupos de recolectores de lo que hoy se conoce como estado Sucre, otros marchan a Paria y unos cien años posteriormente, otros grupos de la cultura Barrancas se van al Orinoco Medio.
Probables ascendientes Caribes
Lo interesante del trabajo del historiador, es que aunque parezca mentira, es ahora cuando venimos conociendo una historia de quienes nos antecedieron y que nunca fue escuchada en las aulas de clase de los venezolanos y demás latinoamericanos.
Pero lo cierto, es que Hermoso González nos pone al corriente de quienes anduvieron por estas tierras y reitera, con su investigación lo que se viene diciendo desde hace años, que el descubrimiento no existió, que lo que hubo fue un encuentro mal encuentro con una cultura depredadora como lo fue la española.
Dice el historiador que se estima que entre el siglo V y el VI, algunos “pueblos de la tradición arauquín –probables ascendientes De los caribes- se trasladaron desde la región amazónica hacia la región central de Venezuela. Siguiendo el Orinoco llegaron hasta las bocas del río Caroní. Ocupan las cuencas del Lago de Valencia, las costas de Aragua y Carabobo, el Valle de Caracas y la Isla de Los Roques. Algunos arqueólogos sostienen que, aproximadamente, entre el año 800 y el año 1000 de la Era Cristiana, se habría producido una migración de aborígenes venezolanos hacia la región de Las Antillas.
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