Pedro Estacio
Y pese a que se vean muy preocupados por la presente
pandemia, en realidad no van a intentar disminuir sus ganancias y sencillamente
venden posibilidades de que el accionar del capitalismo sea un poco menos
violento de lo que es. Por eso siempre es bueno recordar lo que decía el
maestro Simón Rodríguez (el “Sócrates de América” como le llamó el Libertador),
en su época, pero que cada día mas tiene vigencia; este intelectual comentaba
que “ La enfermedad del siglo es una sed insaciable de riqueza”.
Ignoramos cuando la sed insaciable de riqueza logrará
saciar a ese 1% de ricos que controlan
el planeta, pero no cabe duda alguna que el vivir sediento nada tiene que ver
con la felicidad, con la paz ni con el vivir bien, sino con una angustia permanente,
bien por obtener mas o por perder lo que se tiene.
Esa insaciable sed, que no es exclusivamente por la
riqueza en efectivo, sino también por otros recursos como petróleo, oro,
diamantes, plata, tierras, inmuebles, acciones y quien sabe que otros
denominados bienes, no ha estado tampoco alejada de Latinoamérica por cuanto a
partir de 1492 hubo una invasión de seres, soñadores, aventureos, algunos
arribistas y delincuentes otros, quienes soltaron en nuestra región, un lastre
no deseado que salpicaría y afectaría desde entonces la vida en Latinoamérica.
Ese lastre ha hecho nido en la oligarquía de esta
sureña región latinoamericana y a su vez viene empalagando a parte de la clase
política, a cierto sector identificado como la Derecha y que controla -no
gobierna- a ciertas naciones. Y ese estorbo moral, como también califican al
lastre, es posible verlo en esos momentos en que la pandemia del Covid-19 cae
como lluvia en algunos de nuestros países.
¿Qué se ha escuchado luego de esa lluvia mortal? Pues
que es una simple gripe nada dañina, mientras las víctimas caen y saturan los
hospitales; que mientras unos esperan que les llegue la vacuna, otros
presuntamente las toman para salvar las vidas de sus familiares y otros mas
comienzan a vender ciertas medicinas que resultan ser inócuas y algunas, en
diferente latitud, parecen eliminar las vidas y en otras localidades generan
una especie de estampida, un correr para vacunarse como en Estados Unidos,
conducta que actualmente está siendo
definida como un “turismo Covid-19” y en
el mentado turismo, la estampida de los estadounidenses es hacia los estados a
donde están llegando algunas vacunas para combatir el Covid-19, Una situación
como desesperada por no perder la vida, pero que al fin y al cabo genera angustias
en unos y mucha riqueza para los productores y vendedores de algunas vacunas.
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