Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



lunes, 17 de junio de 2024

 



La revolución debe caminar

abrazada al pueblo venezolano


Pedro Estacio


La revolución bolivariana tiene que caminar abrazada con una cruzada ideológica como compañera, que ande a su lado, de modo que le permita a todos los ciudadanos, al pueblo en general, entender y defender los tiempos y vaivenes del proceso, lo que implica entregar mecanismos formativos e informativos que faciliten ver los aciertos, errores y problemas intrínsecos a la misma revolución y a su dirigencia.


El de esta opinión es el profesor Bartolo Ramón Hernández Barrios, presidente del Fondo Editorial Ipasme y a quien en el medio docente conocen como Hochiminh, autor de El papel de la clase media en los Golpes de Estado; Lunares Maquillados,Una contribución al estudio de la revolución y otras obras mas.


Dice el profesor Hochiminh en su ensayo Lunares Maquillados que los procesos revolucionarios, como dialécticos que son, entran en conflictos consigo mismo y exigen rectificación y profundización cuando suceden estas situaciones por demás delicadas (no las califica de peligrosas).


-Responden a la inconformidad de las masas ante la insatisfacción de sus necesidades o expectativas, lo que debe conducir a una evaluación de las acciones, planes y programas que se hayan implementado para la superación de los problemas. Además, hay que citar las constantes prácticas burocráticas, la arrogancia, el personalismo y las actitudes disonantes de quienes tienen que ver directamente con el proceso revolucionario.


El educador refiere que todo debe conducirnos a apreciar que la mayoría de las veces, la sabiduría popular nos indica como aspira a que sea su futuro y se esfuerza en el presente para que se concrete.Es de la idea de que hay que darse un baño de pueblo humilde porque ello conduce con mayor certeza al reconocimiento del liderazgo.


Insiste el profesor Hochiminh en que hay que trabajar fuertemente la cultura política y la lucha de clases para así evitar que la conciencia de los líderes valientes, los liderazgos nuevos o en formación, sean presas fáciles de tentaciones nada revolucionarias.


Habla de los principios que deben tener quienes dicen ser revolucionarios y enumera en su ensayo Lunares Maquillados los mas básicos como la humildad para combatir la soberbia, el egoísmo, la vanidad, la arrogancia y la injusticia; La solidaridad para luchar en contra de la cultura individualista que la gran mayoría de las veces convierte en traidores y traidoras para coronar posiciones que satisfagan intereses; La fidelidad a nuestro pueblo y a nuestro ideal revolucionario, para mantener la moral y valorar nuestro proceder cotidiano y la capacidad de desprendimiento y sacrificios, de modo que podamos decir que la revolución brillará y vivirá tan intensamente en la medida en que nuestros aportes sean tan intensos como nuestra entrega, palpable y visible en nuestro estilo de vida cotidiano.


¿Es la exigencia normal a todo quien se precie ser como revolucionario?


-Bueno -responde Hochiminh Hernández- quien diga que es revolucionario tiene que tener presente estas mínimas exigencias. De no ser así, aunque se vista de “seda”, digo, aunque vista franela y boina roja y grite bien fuerte ¡Viva Chávez!, no podrá ser sujeto conductor de una revolución. Estos principios no los he inventado yo, muchos lo practicaron y murieron por ellos; hoy muchos los mantienen y levantan como único privilegio. Debo decir que esos principios giraban alrededor del Comandante Hugo Chávez Frías como satélites de su vida. Él era todo eso.

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