Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



viernes, 25 de octubre de 2024

Los nativos americanos: primeras víctimas del fascismo

      Los nativos americanos: primeras víctimas del fascismo

Pedro Estacio

Es bueno que el programa Base Comanche (España) pueda entender mejor las cosas que se dicen a la ligera en el ámbito político, como es el caso del fascismo que dicen anidó con Franco en España, cuando eso no es así porque el fascismo, lo que ello significa, es completamente europeo y ha estado entre los españoles desde que se acercaron con sus naves al mando de Cristóbal Colón y donde lo supieron poner en acción en contra de los nativos americanos. El fascismo ha sido y es odio, generar terror en los demás, es aniquilación de la vida de otros seres, es prenderles fuego aún dentro de sus propias viviendas, es lanzarles feroces perros para que destrozaran sus carnes nativas y eso lo hizo en nuestras tierras la banda criminal que junto al marino Colón llegó a nuestras costas. Ha habido, por parte de los imperios, una aromatización del término fascista, como para vender la idea de que nada malo tiene, que es una corriente política mejor que cualquier otro sistema político de gobierno. El nuevo aroma, por supuesto, se desprende de las poderosas, económicamente hablando, clases de la alta sociedad europea que ahora mantiene un vínculo con las poderosas empresas corporativas de alta tecnología que hacen todo lo posible para controlar el planeta. Pero el fascismo no solo ha sido promovido en solitario por las antiguas cortes europeas, por el contrario, siempre contaron con la silenciosa corte religiosa del catolicismo, que siempre actuó muy solapadamente pero que supo imponer su inquisición, su odio hacia los que no se arrodillaban ni compartían sus verdades. Por eso no debemos olvidar lo que escribió hace años Álex Grijelmo en su libro La seducción de las palabras: “Las palabras manipuladas, en efecto, van por delante de las injusticias para abrirles el camino”. Me pregunto si las palabras manipuladas de quienes llegaron en 1492, de venderse ante los gentiles nativos americanos, como los representantes de un verdadero Dios en la Tierra y no las creencias de los nativos en los dioses representativos del sol, la luna y las estrellas, acaso no se dejaron escuchar antes de la injusta arremetida española contra las vidas de esos americanos. Hasta los mismos periodistas y analistas han caído bajo la nueva aromatización con la que se ha vestido el fascismo para acceder y controlar el poder global y someter, como en el pasado medioeval, a quienes se encuentran abajo, los desposeídos, excluídos, separados e ignorados, sin ningún tipo de voz y mucho menos sin voto. Todo esto hace recordar que, en el pasado reciente, la Caracas del Libertador Simón Bolívar, siempre estuvo adornada y protegida por hermosas montañas. La ciudad siempre ha estado como adornada, pero también flagelada porque miles de ciudadanos que vivían en provincia, debieron marcharse a buscar nuevos rumbos de vida porque los gobernadores jamás se ocuparon de los hombres y mujeres que habitaban en los campos. Esos venezolanos que carecieron de todo tipo de beneficio social, de lo que debieron ocuparse y no hicieron los pasados gobiernos, optaron por irse hacia las pequeñas montañas que rodeaban a Caracas y establecerse en ellas. Dejaron de ser pequeñas montañas y se convirtieron en cerros mal habitados. Y ellos, también fueron víctimas de ese fascismo que formaba parte de lo que los viejos partidos y los oligarcas millonarios de siempre denominaban democracia. No puede perderse de vista que el fascismo, ante todo, es caracterizado por una actitud de poderío, que excluye a quienes no forman parte de una clase que se siente dueña de una ciudad, de un país, de sus riquezas y del poder político, a través del cual controlar a la nación y por eso es que aromatizadamente, y a través del clero, intentan mediante la palabra manipulada, entrar en la conciencia de muchos ciudadanos y controlarlos con despiadadas mentiras que entran en contradicción con el ánimo espiritual que debe desprenderse de la palabra redentora de los sacerdotes.

lunes, 14 de octubre de 2024

Hay que decirlo: no somos argentinos

 


Pedro Estacio

Condiciones innatas parecieran reunidas, agrupadas, concentradas en cada uno de los nacimientos de cada venezolano, que los hacen actuar de una forma muy poco usual en esta gigantesca humanidad.

A esa especie de confluencia parecieron acudir los miembros de esa comunidad nativa que por miles de años estuvo serpenteando en nuestras selvas montañosas, haciendo hogar cerca de los grandes ríos, lagos y lagunas y en las heladas cumbres.

Y hacia esa confluencia, hacia allá ingresaron los nativos del África, arrastrados  como esclavos hacia este continente bautizado como América. Otros, seres blancos, que se identificaron como salvadores de la vida, pero muy apertrechados militarmente para eliminar, también ingresaron a esa confluencia. No todos, por supuesto, pero hacia allí fueron.

Nunca medidos por el tiempo en ningún calendario, los seres nativos, blancos y africanos acudieron en confluencia hasta constituir una mezcla que, afortunadamente fue aliñada con las ideas de ese complejo guerrero, visionario, muy humano y político que fue Simón Bolívar y sigue siendo considerado el Padre de la Patria.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, muy claramente establece en su artículo 21 que todos somos iguales ante la Ley y eso no solo es un asunto de la norma, sino un convencimiento de lo que somos desde hace siglos. Por eso es que es difícil escuchar, muy poco común, que alguien trate de actuar con discriminación sobre otros.

Si ha sucedido creo que en un par de ocasiones, pero la denuncia e intervención del poder público ha impedido esas conductas destinadas a menoscabar el ejercicio de la igualdad, los derechos de las personas. 

Las realidades suelen ser diferentes. Ya sabemos de las conductas de funcionarios estadounidenses, de españoles y otros, pero desconocíamos esa creencia de algunos argentinos, de considerarse europeos como parece ser cosa del expresidente Alberto Fernández, quien comparte junto a otros la idea de provenir de Europa, pero no de cualquier país sino de Inglaterra, Alemania y Francia.

Pero hay cosas peores en esas conductas fascistas que hoy vemos, pues es interesante recordar que muchos gobiernos argentinos se han venido ocupando de ocultar esos 200 mil esclavos africanos que fueron llevados a esas tierras así como ignorar a los millones de descendientes de los primeros nativos argentinos como ha sucedido con Milagros Sala. Ni hablar de los miles desaparecidos durante la dictadura del General Videla en su faena fascista. 

Es interesante saber, por ejemplo, qie el antropólogo Norberto Pablo Cirio, director de la Cátedra Libre de Estudos Afroargentinos y Afroamericanos de la Universidad Nacional de La Plata, dijo en una entrevista para DW que en Argentina “La población afrodescendiente dejó de ser mencionada en textos de historia y exposiciones en museos, no fue tomada en cuenta en los censos y dejó de ser reflejada en los mapas del país. "La escuela fue, y sigue siendo, una parte vital en la reproducción generacional de esa memoria blanca", afirma.

"A diferencia del resto de América Latina, este país tiene serios problemas mentales para identificarse como americano, esto es, mestizo", dijo el antropólogo.

Ni hablar de la discriminación en los Estados Unidos hacia las personas de color donde pese a las normas que faciliten un mejor ambiente para las personas de color y los pobres, el trato real es discriminatorio tal como sucede con el acceso a los servicios de salud. Si no tienes dinero, pues no hay tratamiento médico.  

Hemos tenido y todavía tenemos mucha discriminación en el mundo. La hay por el color de la piel, por la pertenencia a sectores exclusivos de la sociedad, por la condición económica, el carácter religioso y por el poder político que es muy visible. Los venezolanos no escapamos de la discriminación económica, por ejemplo, que padecemos a causa de lo inmoral e ilegalidad de las sanciones del imperio estadounidense y de los europeos hacia Venezuela donde, por cierto, todo está cambiando. 

 

 

El país necesita debatir sobre muchas cosas

 Pedro Estacio

Observando, leyendo y analizando profundamente los mensajes que parecen torcer la mentalidad de algunas personas, prendiéndoles un cartucho de dinamita en el cerebro y desatando en algunos el odio. la bronca a rabiar y hasta las ganas de golpear, quemar, y apuñalar hasta asesinar a seres humanos, no cabe duda alguna que este tipo de asuntos ocurre en personas no solo ignorantes sino perturbadas, además indicativo de que algunas cosas están ridículamente mal. 

Cuando hablo de personas ignorantes planteo que es bueno que se discuta este asunto, porque no incluimos exclusivamente en estas líneas a quienes nunca estudiaron o apenas obtuvieron un certificado de Primaria. No, es un poco mas complicado que eso, porque muchas veces tenemos frente a nuestras propias narices a gente que ha logrado alcanzar un nivel un poco mas alto, hasta universitario, pero siguen siendo ígnaros y ello, imaginamos, tiene respuestas que los psicólogos y médicos psiquiatras pueden ofrecer.

Lo que intento al garabatear el teclado y vaciar en la computadora lo que sale de mi mente, es simple y llanamente lo que veo y escucho en el transporte, bien en el Metro de Caracas o en las camionetas que  tomo para ir a un lado. Y siento que no solo se aprecia de vez en cuando, que no siempre hay sentido común y, por otro lado, que hay contradicciones por donde me desplazo y aún antes de salir a la calle cualquiera las presumiría.

Lo mas contradictorio que presenciamos en las mañanas, valga decirlo, son las penosas expresiones que vemos en las pantallas de las televisoras, lo cual sucede porque tienen infinidad de vacíos en el aire. Si sintonizas un canal privado, la tecnología te muestra el colorido del ambiente y la vestimenta, pero también la banalidad de una clase que aspira vender el mensaje que le ordenan. Si ubicamos un canal oficial, digamos el primero que está en la numeración tradicional, pues es una mala copia de la televisión privada, sin originalidad y te quiere vender animados que tienen medio siglo de existencia como la última novedad y otros asuntos.

Observamos igual que quienes contratan parecen no saber lo que hacen. Hay gente con programas cuyas voces chillan, aterran por lo mal que suenan, la pronunciación no es la mejor, se comen las eses y hasta sustituyen años por jaños. Muestran incapacidad para diseñar la originalidad en una pantalla, colocan palabras mal escritas, interrumpen, ignoran, copian programas extranjeros con pequeñas variantes, pero los copian y hay un centenar de cosas que pueden ser mejores, pero que no logran entender lo que es originalidad y hasta emplean mal esa palabra.

El talento es relativo, pero sigue siendo un lugar común escuchar a mas de un moderador, locutor o quizá periodista el señalar “ese es un pérsonaje de talento”, cuando tal calificación no merece trato tan ligero.

¿Hacemos una televisión que vale la pena? ¿Está bien orientada hacia la mayoría ciudadana, nuestra sociedad o hacemos un circo, una televisión llena de programas de chismes de espectáculos? ¿Qué es lo que se hace?

Ya en la década de los setenta en un libro escrito por Brian Groombridge, artista canadiense y en la que planteaba como título de la primera parte Una Misión para el Medio, iniciaba con la pregunta ¿Para qué la televisión?  Y seguidamente apuntaba que si el escritor Bernard Shaw estuviese vivo para aquel entonces, no cabía la menor duda de que “...se estaría suscitando corrientes debates acerca de la televisión con furiosa brillantez”.

Lo que sucede en Venezuela es que tenemos la revolución bolivariana y esta no ha tocado todavía con las ideas al medio televisivo, a sabiendas que si es rigurosamente analizado encontraremos que carece de toda calidad posible y que nuestra televisión es una herramienta cultural que se limita a repetir lo que hace la televisión del exterior y a copiar y transmitir patrones ajenos a nuestro sentir cultural. El hecho de que la televisión venezolana incorpore ahora mas que antes lo folclórico nuestro, no significa que haya cambiado.

En realidad necesitamos hacernos muchísimas preguntas acerca de lo que es la televisión y la primera interrogante que se me ocurre es la siguiente ¿A quien está dirigida la televisión venezolana? ¿A las madres que no trabajan en la calle? ¿A los padres que están en las oficinas u otros empleos? ¿ A los niños? ¿A los jóvenes que estudian? ¿Lo que queremos es que los usuarios compren todo lo que anuncia la publicidad? ¿ Nuestra televisión informa o solo comunica? ¿Educamos o formamos? ¿Realmente divertimos? ¿A qué responde la televisión venezolana? ¿Son orientadores sus programas o son dirigidos ?

¿En Venezuela se ha suscitado algún debate acerca de la televisión o todos los medios que funcionan en este país? Es necesario un debate nacional sobre los medios y lo que interesa a los jóvenes que son el futuro y la sociedad en general. En ese debate nacional deberían estar las comunas y demás organizaciones importantes de Venezuela