Interesante leer Bolívar y la Independencia de Cuba, un ensayo escrito por el lamentablemente fallecido investigador cubano e historiador Francisco Pérez Guzmán. Llama la atención su trabajo porque pone en contacto a los amantes de la historia de América Latina con aquellas circunstancias que caracterizaron la identificación y emoción con las ideas independentistas que el venezolano Simón Bolívar motorizaba para ese tiempo de 1800.
Pérez Guzmán, Premio Nacional de Ciencias Sociales, nos entrega nombres y hechos en los que participaron aquellos latinoamericanos y hasta europeos que se sintieron identificados con las ideas libertarias de la América hispana. Saber, por ejemplo, que el mallorquín Juan Bautista Picornell, el mismo que junto a José María España y Manuel Gual había elaborado un programa revolucionario “que planteaba restituir al pueblo americano su libertad y orientaba la insurrección como medio para obtenerla”, fue desterrado de Venezuela una vez que la conspiración fue descubierta, y llegó a Cuba, donde trabajó como maestro y boticario.
Pero hay otros como los venezolanos Juan Jorge Peoli y su esposa Socorro Mancebo, partidarios de las ideas bolivarianas y de las cuales se encargaron de propagar. Escribió el autor de “La guerra en La Habana ” que la pareja sostuvo “correspondencia con el Libertador y sufragaron con su dinero las compras de armamentos para la insurrección que se preparaba en 1823. Socorro Mancebo estaba unida por lazos familiares a la cubana Inés Mancebo, radicada en Venezuela. La antillana había alimentado con su leche materna a Bolívar durante su infancia. Este hecho sacado a luz por la investigadora Mary Ruiz de Zárate, evidenció, entre otras cosas, el grado de identificación de los Mancebo con el Libertador”.
Otro independentista que apreció las cualidades de Bolívar
Anotó Pérez Guzmán, también conocido como Panchito, en su libro “Bolívar y la Independencia de Cuba” que otro de las personas de conocida trayectoria independentista fue el médico colombiano José Fernández Madrid y Fernández de Castro, nacido en Cartagena de Indias, Colombia, con una ascendencia familiar de una gran rancia aristocracia española.
Mientras estuvo en Colombia, participó activamente en lo que algunos denominaron la marea independentista, una fuerza antiespañola y patriota que se desarrollaba con mucho brío. Madrid conoció a Simón Bolívar en 1814 y apreció sus “cualidades de dirigente del proceso independentista. Después de ocupar la presidencia de las Provincias Unidas, pasó al exilio, donde escribió memorias científicas y ejerció la medicina. En La Habana alcanzó gran prestigio intelectual y su reputación era más que suficiente para ser aceptado como miembro estimado de la Sociedad Patriótica , transformada después en Sociedad Económica de Amigos del País”.
Narra el escritor que el médico y poeta colombiano no se conformó con ejercer la medicina, escribir poesías y visitar a los amigos mientras estaba en La Habana , sino que “Pensó que luchar en Cuba contra el poder español contribuiría a extirpar del continente su nefasto sistema opresor. Basado en la unidad continental, propagó las ideas bolivarianas, y de las palabras pasó a las acciones emancipadoras cuando, en unión de otros hispanoamericanos y naturales de la Isla , comenzó a conspirar”.
La lista de amantes de la independencia no era pequeña.
A los nombres antes citados habría que agregar los de Félix M. Tanco y Barrientos, ambos de raíces colombianas, como escribió el cubano Pérez Guzmán, “Ambos fueron gestores del movimiento insurreccional de inspiración bolivariana que estremeció a la Isla en 1823” .
Sumemos también los nombres del ecuatoriano Vicente Rocafuerte y el argentino José Antonio Miralla, ambos, junto Fernández Madrid desarrollaron una gran actividad política al escribir en impresos como El Argos y El Americano Libre y no contentos con eso, de la lucha ideológica pasaron a desarrollar acciones prácticas concretas.
Cuenta el cubano Pérez Guzmán que el ecuatoriano Vicente Rocafuerte, al parecer de Guayaquil, que había conocido a Bolívar, recordó:
“Había entonces en La Habana una sociedad muy secreta, que estaba en correspondencia activa con otra de Caracas y que presidía el mismo Dr. Fernández Madrid, muy conocido entre nosotros por sus virtudes, su distinguido talento y sincero patriotismo; él me hizo el favor de iniciarme en los misterios de esa patriótica asociación y, desde entonces, quedamos estrechamente unidos por los vínculos de la más franca y tierna amistad…”
Cuenta el fallecido periodista e integrante de las FAR que “La labor realizada en La Habana por los revolucionarios del continente fue muy meritoria. Desde el prisma histórico, trajeron a Cuba la solidaridad hispanoamericana y contribuyeron a formar la conciencia de la nacionalidad en un sector de la población. Difundieron la verdadera imagen y el pensamiento de Simón Bolívar cuando el gobierno colonial de Cuba se esforzaba por detractarlo. Y sobre la levadura bolivariana construyeron los cimientos de la gigantesca conspiración que, conocida después como Soles y Rayos de Bolívar, pasó a ser la organización política más temida por el poder colonial durante el primer cuarto del siglo XIX cubano”.
Los corsarios patriotas
Nos explica el historiador, por otro lado, que la motivación y estímulo por las ideas bolivarianas llegó a Cuba también de la mano de los llamados corsarios patriotas, quienes apuntalados en los conceptos de guerra a muerte y de guerrear y ser contundentes con el enemigo donde quiera que estuviese, los guerreros del mar venezolanos y neogranadinos, invadieron las aguas de la Isla Antillana.
Al respecto, escribe Pérez Guzmán que “Sus acciones iban más allá de atrapar embarcaciones españolas; una muestra significativa fue el ataque de los venezolanos al puerto de Manzanillo, el 8 de octubre de 1819, en el cual demostraron una osadía sin límites.
También el escritor nos amplía la información al señalarnos que la relación de las incursiones de los corsarios patriotas de Venezuela a lo largo y ancho de Cuba fue bastante extensa. Es posible que pocos venezolanos y demás latinoamericanos sepan que nuestros marinos insurgentes “Sin temor a la Marina española y con inteligencia, cumplían sus objetivos de propagar las ideas independentistas de Cuba. A manera de ilustración exponemos el informe del teniente gobernador de Baracoa al Capitán General Dionisio Vives, donde le expresa que corsarios colombianos habían apresado las balandras españolas Esperanza y Manuela en el Surgidero de La Caleta , a 12 leguas de esa ciudad. Y más adelante agrega que la tripulación fue despojada del cargamento que transportaba y le permitieron continuar de viaje con la condición de que distribuyeran los impresos que le entregaron. La propaganda que el citado teniente gobernador le remitió a la máxima autoridad de la Isla el 9 de diciembre de 1823, estaba redactada en los términos siguientes:
República de Colombia
Habaneros.
Hermanos de la Isla de Cuba:
Colombia ha sabido de vuestros gloriosos esfuerzos, ella pronto los auxiliará con todo su poder; el reinado de los tiranos ha acabado en América, ella está llamada al rango independiente que debe ocupar entre las naciones del universo. El Libertador de Colombia, y sus soldados los saludan amigable y fraternalmente.
Finalmente, nuestro investigador nos dice que el mensaje de solidaridad entregado por los corsarios patriotas de Colombia hacía un reconocimiento al trabajo revolucionario que adelantaban los “conspiradores descubiertos en 1823 y alentaba la esperanza de la ayuda bolivariana para liberar a Cuba. De esa forma contribuían a fomentar los ánimos revolucionarios y plasmaban el poder alcanzado por los patriotas de la Gran Colombia ”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario