La
historia de Venezuela es mucho mas antigua de lo que usualmente
creemos. Tradicionalmente, nos han enseñado a valorar solo el corto
período de nuestra historia que corresponde a la inserción del
territorio venezolano dentro del panorama occidental a partir de la
presencia europea, según lo registra la Colección Memorias de
Venezuela, de la Fundación Centro Nacional de Historia, en noviembre
de 2012.
Sin
embargo -sigue Memorias de Venezuela- nuestra historia indígena
abarca muchos siglos mas de ocupación y desarrollo sociocultural.
El
título del trabajo dice:
Antes
de la invasión:
La
Venezuela prehispánica.
Modelos
para armar nuestro
pasado
y presente indígena
Se
hace necesario, antes de continuar, hacer algunas aclaratorias
teóricas y metodológicas, sostienen los investigadores y de
seguidas precisan: Es un grave error pensar a Venezuela,
especialmente para el período prehispánico y su consecuencia
histórica indígena posterior, como una sola y monolítica identidad
adherida a un territorio.
Lejos
de una etnicidad única -apuntan- , la formación de la población
desde sus orígenes ha sido múltiple y cariada. Venezuela , como
unidad nacional, debe ser vista precisamente a partir de su
diversidad cultural y de su complejidad histórica, en relación con
las diversas tradiciones que la constituyen, y en el marco de su
específica conjunción en el contexto nacional (regional y local) y
de las prácticas que la activan en la vida cotidiana del pueblo.
Refiere
la publicación que aún cuando los límites territoriales nacionales
actuales pueden en algunos aspectos corresponder a fenómenos
naturales o culturales que se proyectan en el pasado lejano,
responden principalmente a necesidades económicas y socio
políticas establecidas a partir del proceso colonial. Sería
arbitrario, entonces, imponer límites establecidos para la nación
en períodos históricos posteriores a la comprensión de América
antes de la presencia europea.
Nuestro
espacio -comentan- debe ser entendido en su relación con el
contexto continental y en constante interacción con los niveles
nacionales, regionales y locales. Podremos incluso suponer que las
raíces históricas primigenias de América Latina y la base de la
unidad cultural latinoamericana y caribeña -piedra angular para la
unión presente de las naciones de este sector continental- pueden
encontrarse en los procesos de amplio alcance regional del período
prehispánico (o preeuropeo, según el contexto nacional particular.
Y
mas adelante indican que no realizarán un inventario de las
distintas tradiciones y culturas establecidas para el pasado
prehistórico venezolano, lo que equivaldría a repetir el error de
describir una inmensa cantidad de rasgos básicamente cerámicos, que
han servido para clasificar este período desde la perspectiva
positivista histórico-cultural. Por el contrario, desarrollaremos
algunos aspectos relevantes en el para la comprensión del pasado
prehispánico venezolano desde una perspectiva social, destacando
temas que consideramos cruciales para colocarnos en el contexto del
proceso de formación cultural e históricoamericana.
Los
primeros pobladores venezolanos: cazadores de grandes mamíferos
La
publicación reseña que las primeras ocupaciones del territorio
venezolano representan una de las mas tempranas del territorio
americano con tecnologías únicas en todo el continente. Durante el
período geológico conocido como el Pleistoceno Tardío, grupos
humanos posiblemente provenientes del norte llegaron y se asentaron
en la costa noroeste del territorio venezolano. Sitios como
Taima-Taima en el estado Falcón -con el que están relacionados
otros sitios en la región como Muaco o El Jobo- testimonian que los
primeros ocupantes del territorio venezolano llegaron alrededor de
13.000 años A.P: Este período es conocido en la arqueología
venezolana tradicional como Paleoindio.
Desde
el Estrecho de Bering
La
teoría del poblamiento temprano de América -siguen en la
investigación- plantea que los primeros habitantes de nuestro
continente arribaron desde Asia a través del Estrecho de Bering
durante la Glaciación de Wisconsin I, hace aproximadamente al menos
24 .000 años A.P. -Algunos incluso se aventuran a plantear fechas
de hasta 40 .000 años A.P.-
Estos
grupos humanos -citan- eran cazadores especializados en la captura
de grandes mamíferos pleistocénicos y migraron precisamente
siguiendo el movimiento de su principal fuente de sustento a través
de los corredores interglaciares de las Laurentidas, únicos
espacios para este período que podían garantizar la subsistencia
de animales tanto herbívoros como carnívoros.
Al
llegar a las grandes planicies norteamericanas se especializaron en
la cacería del mastodonte y desarrollaron una tecnología de puntas
de proyectil de piedra como la Tradición Clovis. Gran parte de las
teorías sobre el poblamiento del resto de América suponen que
desde este foco se pobló posteriormente el resto del continente.
Sin
embargo, los sitios venezolanos -redactan- son de gran importancia
para entender el contexto continental, ya que contradicen esta
teoría en, al menos tres sentidos. En primer lugar , la industria
lítica percutida -fabricación de utensilios de piedra por
percusión- que caracteriza a la costa occidental venezolana,
conocida como Tradición Joboide, es distinta formalmente de la
Tradición Clovis, lo que también pone en duda el supuesto origen
Clovis del resto de las culturas americanas. En segundo lugar, son
incluso mas antiguos que los hallazgos en el norte del continente lo
que cuestiona la teoría de poblamiento aceptada. Y en tercer lugar,
por ser mas antiguos y estar al sur del continente, podrían
evidenciar otras posibles rutas u oleadas de migración de estos
grandes cazadores.
Reseña
la investigación que los antiguos pobladores de estas regiones
falconianas coexistieron con grandes mamíferos actualmente extintos
como el mastodonte (Haplomastodon guyanensis), megater io
(Ermotherium rusconíi shaub) y el gliptoodonte (Glyptodon claviples
owen, que representaban su subsistencia primordial. En sitios como
Taima-Taima, se han encontrado puntas de proyectil asociadas con el
Complejo El Jobo, con una antigüedad entre 12.980 y 14.200 años
A.P. Que darían cuenta de esta forma de subsistencia.
Refieren
que los instrumentos de piedra percutida de El Jobo, que toma su
nombre de un sitio formado por un conjunto de terrazas aluvionales
en la cuenca del río Pedregal, estado Falcón, presenta una
ilustrativa secuencia de de la evolución y diversas variantes
tecnológicas de estos primeros cazadores venezolanos. Esta
compuesta por cuatro complejos consecutivos caracterizados por
distintos tipos de artefactos elaborados principalmente en arenisca
cuarcítica y asociados con diferentes estrategias de cacería. El
primero Camare -aproximadamente entre 22.000 y 20.000 años A.P.-
comprende grandes cuchillos, raspadores y percutores bifaciales
polivalentes, los cuales pudieron haber sido utilizados en la cacería
directa. Esta estrategia consistía en el aislamiento de la presa
por un grupo de cazadores para darle muerte a golpes con artefactos
de piedra enmangados o con palos afilados. El segundo es el complejo
Las Lagunas -aproximadamente entre 20.000 y 16.000 aaños A.P.,
caracterizado por trianguloides y alargados instrumentos bifaciales
de menor tamaño, utilizados en la cacería semidirecta y que iban
engastados en lanzas y punzones.
Seguidamente
-indica Memorias de Venezuela- se encuentra el complejo El Jobo
-aproximadamente entre 16.000 y 9.000 años A.P.- en el que aparecen
las distintivas puntas de proyectil joboides de forma lenceolada
bifacial y de sección lenticular. La punta de proyectil en forma de
dardo engastada en una lanza era utilizada con un propulsor que
facilitaba la precisión y la velocidad en la perforación del
animal. Con esta invención se abrió una nueva etapa de cacería a
distancia con la cual el hombre comenzó a cazar en forma individual
y a aprovechar nuevas especies de tamaño menor y mas veloces, tales
como el venado y los roedores (además de la megafauna).
Finalmente,
-anotan- en el Complejo Las Casitas -aproximadamente entre 9.000 y 5
.000 años A.P. , la punta de flecha con pedúnculo para ser
ensartada en la lanza se agrega a los instrumentos anteriores. La
cacería a Larga Distancia con arco y flecha facilitaron la captura
de peces , aves y animales pequeños y coincidió con el inicio de
los cambios climáticos que marcarían el inicio de la siguiente
etapa en la historia prehispánica.
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