En la entrega anterior indicamos que les daríamos a conocer, a los lectores, una segunda parte sobre el carácter moral del Libertador Simón
Bolívar y del cual escribió Luis Perú de Lacroix en el Diario de Bucaramanga y
como también señalé, respetamos la forma idiomática, esa ortografía, tal cual
como fue escrito ese 29 de mayo de 1828
en los manuscritos.
De Lacroix reseña a Bolívar “… como hombre público y como hombre
privado: no separo nada, todo va mesclado hasta con algunas repeticiones que no
juzgo superfluas, sino como una sucesión de sombras necesarias que hacen
resaltar mas el principal sujeto del
cuadro; lo ponen mas en evidencia y lo muestran en todas situaciones”.
Jenio, caracter,
usos y costumbres de Bolívar
Cuenta Luis Perú de
Lacroix que “La actividad de espíritu, y aun de cuerpo, es grande en el
Libertador, y lo mantiene e una continua ajitación moral y física: al que lo
viese y observare en ciertos momentos, sin conocerlo, creería ver a un loco.-
En los paseos á pie que hacemos con el, su gusto es algunas veces, de
caminar muy aprisa y tratar de cansar lo
que los acompañan; otras ocasiones, se pone a correr y á saltar tratando de
dejar atrás a los demás; los aguarda entonces y le dice que no saben correr. En
los paseos a caballo, hace lo mismo; pero, todo esto lo practica cuando está
solo con los suyos, y no correría á pie, ni haría sus brincos si pensara ser
visto pr alguno extraño. Cuando el mal tiempo impide aquellos paseos, S.E. se
desquita en su hamaca, meciéndose con velocidad, ó se pone á pasear á grandes
pasos en los corredores de su casa, cantando algunas veces, otras recitando
versos, ó hablando con los que pasean con el.- Cuando discurre con alguno de los
suyos, tan pronto muda de conversación como de postura; parece entonces que no
hay nada de seguido, nada de fijo en el. Que diferencia hay en ver á S.E. en
una reunión particular, en una concurrencia de etiqueta, ó verlo entre sus
amigos de confianza y sus Edecanes. Con estos parece igual á ellos, parece el
mas alegre y algunas veces el mas loco. En tertulia particular con jente extraña y de menos
confianza, tiene la superioridad sobre todos pr sus modales fáciles, agradables
y de buen gusto; pr lo vivo e injenioso de su conversación, y pr su amabilidad.
En un reunion de mas etiqueta, su dignidad sin afectación, sobresale su tono de
hombre3 de mundo, sus modales distinguidos, lo hacen pasar por el mas caballero
y por el hombre el mas instruido y mas amable de todos los del concurrencia”.
El Libertador, un
hombre de extrema viveza
Narra el autor del
Diario de Bucaramanga que “La cólera del
Libertador es siempre poco duradera: algunas veces es ruidosa, otras
silenciosas, y en este último caso dura mas, y es mas seria: en el primero la
pasa sobre algún criado de su casa
regañandolo, ó echando á solo algunos Cxxx. –A veces, sin estar colérico, S.E.
es silencioso y taciturno: entonces tiene algún pesar, ó proyecto en la cabeza,
y hasta que haya tomado su resolucion, que comúnmente es propia, no se le pasa
el mal humor, ó la inquietud que manifiesta tener”.
“En todas las acciones
del Libertador – sigue en su escritura- en su conversación se ve siempre, como
he dicho, una extrema viveza: sus preguntas
son cortas y concisas; le gustan conversaciones iguales, y cuando alguno sale
de la cuestión, le dice, con una especie de impaciencia, que no es lo que ha
preguntado: nada de difuso le gusta.-Sostiene con fuerza, con lógica y casi
siempre con tenacidad su opinión: cuando llega á desmentir algún hecho, alguna
cosa dice: ¡No señor, no es asi, sino asi…!
Hablando de personas que no le agradan y, que desprecia, se sirve mucho de
esta expresion: ¡Aquel, ó aquellos Cxxx!-
Es muy observador, y nota hasta las mas pequeñas menudencias: no le gusta
el mal educado, el atrevido, el hablador, el indiscreto y el descomedido; y
como nada se le escapa, tiene placer en criticarlos, ponderando siempre un poco
aquellos defectos”.
Un hombre aseado y
bien vestido
Va mas a fondo Perú
de Lacroix y nos dice en el conocido Diario que “El Libertador se viste bien y
con aseo: todos los días ó por lo menos
cada dos días se afeita, y lo hace el mismo:
se baña mucho, cuida sus dientes y el pelo. En esta villa va siempre vestido de
paisano. Las botas altas, ó á la escudera, son las que usa con preferencia: su
corbata es siempre negra, puesta á lo militar, y no lleva sino chaleco blanco de corte militar. Calzones
de igual color, levita ó casaca azul, sombrero de paja”.
Sorprende la
lectura del Diario de Bucaramanga pues nos permite descubrir interesantes características
en Simón Bolívar, como saber que el Libertador
utilizaba muy bien ambas manos.
“S.E. es
ambidextro; se sirve con la misma ajilidad
de la mano izquierda como de la derecha;
lo he visto afeitarse, trinchar y jugar al billar con ambas manos, y lo mismo
hace con el florete, del que juega muy regularmente pasandolo de una mano ala
otra. Hé sabido que en algunos rencuentros repentinos, en que se há hallado
envuelto, ha peleado con ambas manos y que teniendo la derecha cansada pasaba
el sale en la izquierda; su primer edecan, el jeral. Ibarra, me há asegurado
haber visto obrar asi en unas refriegas que hubo en la derrota de Barquisimeto
en Nove del año 13, que fue la primera que había tenido el Libertador y en la
de la Puerta del año 14”.
Y en lo que
concierne a vicios, este soldado americano no soportaba, en lo absoluto, unos
cuantos. Escribe de Lacroix que “El Libertador no fuma ni permite que se fume en
su presencia; no toma polvo. Y nunca hace uso de Aguardiente u otros licores
fuertes. En el almuerzo no toma vino, ni tampoco se pone en su mesa dha. Bebida,
a menos de un caso extraordinario. En la
comida toma dos o tres copitas de vino tinto de bordeus, sin agua, ó de madera,
y una o dos de champaña. Muchas veces no prueba el café.- Come bastante en el almuerzo
como en la comida y hace uso de mucho aji o pimientas; pero prefiere lo
primero. Me acuerdo un cuento que nos refirió
respecto al aji. En el Potosi –nos dijo un día el libertador.- en una
gran comida que me dieron, y por lo cual se gasto mas de seis mil pesos , se
hallaban muchas Señoras; repare que varias de ellas, y particularmente las que
estaban á mi lado no comían pr que todo le parcia sin sabor pr motivo que no se había puesto aji en los
guisados, como es costumbre hacerlo en aquel país, por miedo que á mi no
me gustare: yo pedi entonces, y al momento
se puso aji en toda la mesa, y todos
comieron con mucha gana. Vi algunas Sras. Que lo comian solo con pan”.
De Lacroix habla de
las preferencias del Libertador y nos dice que “…come de preferencia el arepa
de mais al mejor pan; come mas legumbre que carne: casi nunca prueba los
dulces, pero si muchas frutas.- Antes que sentarse en la mesa, pasa siempre una
vita disimulada de ella haciendo componer lo que no haya en orn. Le gusta hacer
la ensalada, y tiene el amor propio de hacerla mejor que nadie: dice que son
las Sras. que le han dado aquel saber en Francia.
Con mucha decencia y
respeto en la Iglesia
“Hé dicho yá que el
Libertador sabe tomar un tono de dignidad, de que se reviste siempre que se
halla con personas de poca confianza, ó mas bien con las que no están e su
familiaridad; pero que se desembaraza de el cuando está con los suyos.- En la
Iglesia se mantiene con mucha decencia y respeto, y no permite que los que van
con el se aparten de aquella regla. Un
dia notó que su medico el Dr. Moor, estando sentado tenia una pierna encima de
la otra, y le hizo decir con un Edecan que era indecente el cruzar las piernas
en la iglesia y que viera como el tenia las suyas. Lo que su E. ignora, estando á misa es cuando debe ponerse de
rodillas, tenerse en pie y sentarse: nunca se persina: algunas veces habla con
el que esta á su lado, pero poco y pasito-
Escribe este
militar que “Las ideas del Libertador son como su imajinación, llena de fuego,
orijinales y nuevas; ellas animan mucho su conversación y la hacen muy
variable. Es siempre con un poco de exajeracion que su S.E. alaba, sostiene ó
aprueba alguna cosa; lo mismo sucede cuando critica, condena o desaprueba.- En
sus conversaciones hace muchas
citaciones, pero siempre bien escojidas y propias.-Voltaire es su autor favorito, y tiene en su memoria
muchos pasajes de sus obras, tanto en prosa como en verso, conoce todos los
buenos autores franceses que sabe apreciar
y jusgar: tiene algún conocimiento jral de la literatura Italiana,
Inglesa y es muy versado en la Española”.
Y mas adelante al
finalizar lo escrito ese dia, Luis Perú de Lacroix nos dice que “Es mucho el
gusto del Libertador en hablar de sus primeros años, de sus primeros viajes y
de sus primeras campañas: de sus antiguos amigos y de sus parientes.- Su carácter
y su espiritu son mas por la critica que por el elojio; pero nunca sus criticas
ó sus elojios faltan de fundamento y de verdad: solo pueden tacharse algunas veces
de un poco de exajeración. No hé oído todavía salir una calumnia de la boca de S.E.
Es amate de la verdad, de la heroicidad, del honor, de las consideraciones
sociales y de la moral publica: detesta y desprecia todo lo que está opuesto a
aquellos grandes y nobles sentimientos.
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