La antígua esclavitud, la de los latigazos y el encadenamiento, da paso a sutiles maneras de dominio sobre los pueblos, aunque dominar a los habitantes de algunas nacions ahora se hace a través de una variedad de elementos que integran las nuevas estrategias de dominación. |
La manera
como nos percibieron los españoles a los latinoamericanos en el pasado, es
decir, como salvajes, que deberíamos ser
sometidos a control o incluso a exterminio *, se ve como una concepción de
raíces profundas nacida en toda Europa y trasladada en el tiempo también por naciones
aventureras y además, transferidas en
herencia y en interpretaciones que hoy se expresan en el permanente
avasallamiento, amenazas y despojo,
invisibles y visibles, de nuestras naciones, hoy bastante visto en el manejo de
las economías, del poder militar, tecnológico y de los propios pueblos
sometidos.
No cabe
la menor duda de que el párrafo anterior choca profundamente con la Constitución
Bolivariana de Venezuela, la cual
consolida “los valores de la libertad, la
independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial,
la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones” así
como asegura “el derecho a la vida, al
trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin
discriminación ni subordinación alguna”.
Mi fallecido
profesor Alfonso Rumazo González, recoge en su libro “Ideario de Simón Rodríguez”, aspectos interesantes que bien valen
la pena registrar en este trabajo periodístico. El llamado Sócrates de América sostenía:
“La posesión o la apropiación de lo perteneciente a un particular, o
de lo que reclama el bien general, se sostiene, también con el ejemplo de
los salvajes, que gozan de lo que adquieren
y son dueños de lo que poseen, por derecho de fuerza; y a mas, con la
práctica de las naciones cultas que amparan en la actual posesión y protegen la
propiedad de cosas mal adquiridas, mal transmitidas y mal empleadas, por leyes
que atienden mas al << por conviene>> que al <<porque es
justo>>”.
El asunto
que tratamos en estas líneas del blog pertinentes no es una temática del
otro mundo, es más, es generado antes de la llegada de los españoles a nuestro
continente, porque es nuestra tierra, de los que nacieron y murieron antes, de
los que siguen naciendo ahora y de quienes nazcan en el futuro.
¿Cuántas agresiones
han estado recibiendo los latinoamericanos desde hace siglos, cuando la llegada
de los españoles a este continente?
Antes de
las contemporáneas y muy actuales agresiones, mientras de un lado, en tierra
firme los invasores españoles iniciaban
su ingreso a estas tierras y se enfrentaban, de batallas en batallas a los indígenas que resistían, del lado del
mar, estos mismos invasores y hasta la misma población nativa se enfrentaban a exploradores,
aventureros, corsarios y piratas que provenían de Europa.
Todos fueron
atraídos por noticias que hablaban de exuberantes regiones con grandes ríos, lagos,
inmenso mar y poseedoras de una belleza
paradisíaca y riquezas a granel que se expresaban en oro, plata, perlas y otras
riquezas naturales en abundancia. Y como era de esperar, siendo los españoles
quienes descubrieron estas tierras y fueron los que primero llegaron y se
posesionaron sobre las mismas, iban a pelear luego por lo que consideraban sus propiedades
y lo que a su vez, generaría sucesivos enfrentamientos entre los que llegaron
primero a este continente y los que también con ánimo parecido al de los primeros,
vinieron a buscar su bocado.
Aquí, en el
nuevo mundo, se repetían las mismas escenas de las guerras entre las naciones
del viejo mundo. De aquellos siglos violentos a los no menos llenos de
violencia del tiempo en el que hemos estado viviendo y siempre con el mismo
objetivo: La voracidad por los bienes ajenos y su adquisición a la fuerza.
De esta
realidad no escapaba la religión católica y así Jonás Flores, Licenciado en Educación, Mención
Teología, por la Corporación Adventista, en su trabajo Postura de la Iglesia católica en el
proceso de emancipación de Venezuela, refiere
un par de asuntos: Antes que nada, revela que el francés H. Poudenx señalaba
que “la única religión que se toleraba en las posesiones españolas del Nuevo
Mundo era la católica” y además, “que
aunque el poder se concentraba en el capitán general como parte del poder civil
y militar, el verdadero jefe de la provincia era el arzobispo, más que todo
porque las instituciones religiosas fueron en América las promotoras de la
dominación española”.
Es de
decir que, las expresiones de Poundex ocurren en 1815, no es menos cierto que
el poder religioso lo hubo desde un principio y fue testigo de los
acontecimientos que estuvieron sucediendo para entonces y algunos suele decir,
que continúa siendo poder.
Y el
hecho de que quienes se consideran poseedores de la fuerza, y ahora de la
tecnología, nos vieron como salvajes no es un simple decir, de acuerdo a
Duno-Gottberg, el presidente de los Estados Unidos (1865-1869) en su mensaje al
Congreso en 1867 sostuvo:
“Si el salvaje se resiste, la civilización, con los diez
Mandamientos en una mano y la espada en la otra, demandará su ejecución”.
Es imposible
dejar de decir y mucho menos negar, entonces,
que hoy los habitantes de las diferentes naciones de América Latina y el
Caribe, mezcla exótica de blancos, indios y negros, seguimos siendo vistos como
los salvajes del nuevo mundo, sin calidad y necesariamente manejables por parte
de quienes se sienten favorecidos por la providencia y asumen la creencia
teórica de que están destinados a manejar, dirigir el mundo y hoy se muestran
cada día más amenazadores al mostrar el poder a través de todos los medios de
comunicación del mundo, de la fuerza militar, tecnológica, económica y política
que poseen.
En el
pasado las fuerzas políticas y las militares han permitido el dominio de muchos
pueblos y al lado de ellas el uso de la
técnica marcando la pauta y siguiendo las líneas que les trazan. Eso hoy es
altamente visible pues el mostrar lo que “se tiene y las capacidades que dan”,
son cartas muy importantes en el juego de la política mundial.
En el
pasado también era de esa manera el manejo de la política, pero de una forma más
rudimentaria y con menos capacidades. Hoy es completamente distinto y si bien son
válidos las decisiones políticas y el empleo de la fuerza militar y para
imponer lo económico, actualmente, siguen siendo válidas todas las posibilidades
aunque ahora las estrategias cambian y están orientadas de otro modo.
Asumen
una variedad de ataques como las comunicaciones y su amplísima variedad, el manejo
financiero, monetario, comercial, vetos, sanciones y muy bien dirigidas a
causar malestar en los habitantes de una determinada población.
La
planificación del dominio incluye no solo el ámbito interno, sino también el externo,
el cual viene a su vez abonado por diferentes métodos de dominio que permiten
asegurar lealtades gubernamentales distanciadas del sentir de los pobladores de
las naciones.
*IDEARIO de Simón Rodríguez
Rumazo González Alfonso
Ministerio del Poder Popular para la Educación, MPPC
**LA HUMANIDAD como mercancía:
Introducción a la esclavitud
en América y el Caribe,
Duno-Gottberg Luis
Centro de Estudios Latinoamericanos
“Rómulo Gallegos”, CELARG.
2014
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