Creo que es necesario
que leyera el trabajo del periodista barinés Carlos A. Suárez, egresado de la
Universidad Central de Venezuela, UCV, porque el tema que trata, por lo general,
un buen número de personas le pasa por encima a los tópicos que él trata y no
los profundizan.
Escribo en torno a
lo que él escribió, en momentos en los que concluye una gigantesca concentración
en la avenida Bolívar de Caracas, este sábado 2 de febrero de 2019, que ha sido
una respuesta que dan los integrantes de la Revolución Bolivariana en defensa de
Venezuela, su Constitución y los primeros 20 años de su revolución.
El asunto de lo que
escribe recibe por título “Estrategia
silenciosa de EE.UU., a través de la cultura de las drogas, telenovelas, sexo,
moda, películas de guerra-violencia y música extranjera, que trastorna por más
de 50 años la mentalidad del pueblo venezolano”.
Y esa temática,
como es de pensar, forma precisamente parte de quienes dentro del lado de los
que piensan en una necesaria revolución, vienen denunciando desde hace muchos
años.
Nos dice Suárez,
por ejemplo, que a partir de la década de los 60 inician o comienzan a ser
desarrollados en Venezuela los vicios importados que en el transcurrir irán
impactando las mentes de la ciudadanía venezolana. Textualmente, escribe:
“Esto, con el fin de
controlar la mente de los venezolanos bajo el trasfondo de la moda para el
momento, especialmente en los jóvenes, en plena era de los hippies, los Beatles y el twist, en donde imperó la moda bohemia en
la juventud masculina: pelo largo, uso de sandalias, crecimiento de la barba..…mientras
las damas entraron a la moda de la dieta y usaban tentadoras minifaldas”.
En su modo de
apreciar lo acontecido, Suárez escribe que hubo una copia al carbón de la moda
estadounidense e inglesa que se extendió como por arte de magia a todo el país,
lo que constituyó el “momento propicio que aprovecharon los perros de la guerra
para sembrar de drogas las principales
ciudades de Venezuela, es decir, capitales de los estados. Luego, este
mal se llevó estratégicamente a los barrios, hoy conocidos como sectores
populares”.
En su escrito, el
comunicador social dice que el instinto de los estadounidenses (él los llama
gringos) de controlar las mentes de los ciudadanos de Venezuela a través de los
vicios (se refiere a drogas, alcohol, cigarrillos, modas, telenovelas, cintas
cinematográficas sobre guerras y violencia, música extranjera), “se convirtió en
una estrategia que surtió efecto en la población de la noche a la mañana, con
la complicidad de los gobiernos supuestamente democráticos, quienes ayudaron a
crear desde la década de los sesenta a la Generación Boba, entiéndase esto como aquellos hombres y mujeres que
progresivamente cayeron en las garras ideológicas idiotas y tontas, las cuales
hicieron y continúan haciendo estragos en la población nacional, situación que
contó con la venia de la Iglesia católica, la sociedad de cómplices (psicólogos,
militares, religiones, psiquiatras, economistas, historiadores, filósofos,
juristas, artistas y pare usted de contar). Los medios de comunicación social
se convirtieron en los principales aliados del surgimiento de la generación de
bobos (telenovelas y enlatados); dinero fácil
a través de los juegos de envite y azar, que toda la vida transmitieron
la radio y la televisión, la esperanza de ganarse el 5 y 6; el excesivo consumo de drogas y alcohol en los barrios de
Caracas y otras clases de la sociedad contemporánea. Generación de bobos que no
solo creyó en las mentiras de los gobiernos de turno, sino que copió al carbón los
postulados o modelos de los …..demonios fascistas de los Estados Unidos”.
Considera el
periodista que a lo que hemos hecho referencia, ha sido una de las formas en
que han mantenido ocupada e idiotizada a la población más joven.
-Uno de los grandes
culpables –cita Suárez- de la pobreza mental de los venezolanos, sin duda
alguna, es la religión, especialmente la católica, pues históricamente la alta
jerarquía eclesiástica siempre ha defendido al mejor postor por intereses
económicos de los ricos.
A su entender, ese
modelo económico capitalista y antisocial de la democracia representativa, echó
las bases para que se dispararan los
cordones de miseria, esclavitud y pobreza crítica, mientras los campos se
fueron quedando solos, por la puesta en marcha, con mayor fuerza, de la llamada…
recluta del campesino.
Para quien escribe,
lo abordado por el colega Carlos Suárez, que es una parte de s trabajo y al que
hizo bastante referencia, fue publicado en el libro La Palabra por Ahora, del
Centro Nacional del Libro, CENAL, instancia del Ministerio del Poder Popular
para la Cultura, editado en el 2012 con motivo de los 20 años de la Rebelión del
4 de febrero de 1992.
Su trabajo, fu uno
de los 189 trabajos presentados a la convocatoria hecha por el Centro Nacional
del Libro, CENAL. La totalidad de los textos fueron publicados en el texto
arriba citado.
La palabra por Ahora
Centro Nacional del
Libro
Ministerio del Poder
Popular para la Cultura, MPPC
Talleres Galaxia, 2013
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