“Mientras Bolívar trabajaba
por la unificación de los países
latinoamericanos (cosa que vio con agrado el gran Libertador del Sur, San
Martín), otros laboraban, incluso algunos con descaro y alevosía y premeditación,
por la desunión, tal los casos de Páez, Santander y Flores”.
Así lo expone Freddy Yépez,
en su libro “El antiimperialismo e Internacionalismo de Bolívar”, publicado en
el 2007 por el Consejo Nacional de la Cultura , Conac, cuando trata el tema de Bolívar
y su visión sobre Estados Unidos.
Refiere seguidamente, que
para nuestro héroe suramericano, “…la independencia de una nación no podía
interpretarse sin la independencia de otras naciones; es decir, sin la lucha
internacional y solidaria por el objetivo común, la estrategia de un mismo fin.
Otros lo hacían por el aislamiento o
separación una de otras o desunidas entre sí, por fronteras nacionales que
limitaran los espacios, ya que eso era lo que les garantizaba el poder
individual, caudillesco y de clase sobre el resto de la sociedad en el contexto
de sus límites geográficos de nación independiente”.
Sostiene en su escrito
Yépez, que el genial militar había previsto en el crecimiento económico de
Estados Unidos, “la formación de un
imperio para someter a su designio al resto de las naciones del continente
americano. De allí su interés y lucha por la unidad latinoamericana, mientras
que la dirigencia política gobernante lo hacía por la división, la desunión de
nuestros países y pueblos, para así coronar su reinado imperialista. Y en
América Latina no faltaban los epígonos de las autoridades gringas”.
El macabro intervencionismo
Narra Yépez que con su
perniciosa política de aparente neutralidad, el Estado gringo venía mostrando
sus rasgos de ave de rapiña para ir alzándose sobre nuestra América. “En 1817
(escribe este autor) dos barcos (Tigre y Libertad) -¡qué ironía!-, de
comerciantes gringos, fueron retenidos por los patriotas en Guayana cuando
trataban de hacer llegar armas y otros recursos bélicos al ejército español. El
gobierno de Estadios Unidos, ofendido como suele sentirse cuando le descubren
su macabro intervencionismo contrarrevolucionario en los asuntos de otras
naciones, no sólo exigió la devolución de las naves, sino también –prueba del descaro-
indemnización por daños ocasionados a los neutrales”.
“En 1818 –siempre según
Yépez-, el Libertador alertaba sobre la actitud de los mandatarios gringos en relación con la lucha
independentista de las naciones latinoamericanas. Decía:
Hablo de la conducta de
Estados Unidos respecto a los independientes del Sur, y de las rigurosas leyes
promulgadas con el objeto de impedir toda especie de auxilios que pudiéramos
procurarnos allí. Contra la lentitud de las leyes americanas se ha visto de
imponer de diez años de prisión y diez mil pesos de multa que equivale a la de
la muerte, contra los virtuosos ciudadanos que quisieran proteger nuestra causa
de la justicia y de la libertad, la causa de América”.
Y más de Freddy Yépez:
Basándose en el mismo caso de los buques antes mencionados, Bolívar le dijo a Irvine
en Angostura, que
Los ciudadanos americanos (…) olvidando lo que se debe a la fraternidad,
a la amistad y a los principios liberales que seguimos, han intentado y
ejecutado burlas al bloqueo y el sitio de las plazas de Guayana y Angostura,
para dar armas a unos verdugos y para alimentar a unos tigres, que por tres
siglos han derramado la mayor parte de la sangre americana…No son neutrales los
que prestan armas y municiones de boca y de guerra a unas plazas sitiadas y
legalmente bloqueadas.
La
América
sajona una cosa, la América Latina
es otra
Nos recuerda Yépez que el
Libertador Simón Bolívar argumentadamente siempre se opuso a la participación
de Estados Unidos en el Congreso Anfictiónico de Panamá. El guerrero siempre
consideró que había dos América, una latina y otra sajona “y se oponía a la
idea de una confederación de esas Américas. Decía:
“Ni remotamente ha entrado en mi la idea de asimilar la situación y
naturaleza de dos estados tan distintos como el inglés Americano y el Americano
español”.
La
Unidad
hispanoamericana
Y más adelante este acucioso
escritor nos señala que “Contra el afán
de predominio de Estados Unidos en América y como expresión antiimperialista de
Bolívar, se puede tomar como ejemplo de su lucha y pensamiento aferrados hacia
la conquista de la unidad hispanoamericana. El gobierno estadounidense luchaba
por una confederación americana bajo la responsabilidad, control y decisión de
aquel”.
El pensamiento del
Libertador Bolívar –escribe Yépez- para el Congreso Anfictiónico, era de formar
una unión defensiva de las repúblicas independientes contra el poderío y las
estrategias del expansionismo esencialmente de Estados Unidos. Las monarquías y
el absolutismo de Europa mucho habían enseñado con sus políticas perversas
contra otros pueblos a través de su Santa Alianza. La consigna de Bolívar era:
Somos una nación de repúblicas”.
Refiere Freddy Yépez que el
estudioso de los documentos de Simón Bolívar para la justificación del Congreso
Anfictiónico, sostiene que en el análisis de dichos documentos “se …evidencia
que Bolívar había desarrollado la idea de la solidaridad latinoamericana
formando un sistema ordenado de conceptos, que constituyó la base de la
política exterior de los países de la región durante el período en que
surgieron y fueron consolidándose los
estados naciones independientes de América Latina. Según él, para los países
suramericanos era de vital importancia una unión asentada en los principios de
la igualdad que no restringiese la soberanía nacional de los participantes o no
afectaba sus normas constitucionales”.
Comenta el autor que
“Bolívar consideraba que la unidad latinoamericana permitiría el poder actuar
concertadamente en condición de respeto y de igualdad frente a Inglaterra,
Francia, Rusia, Estados Unidos, quienes para entonces tenían gran parte de la
supremacía en el contexto de las relaciones internacionales. Bolívar pensaba
que solamente unidos nuestros países se podía enfrentar a la llamada Santa
Alianza, en caso de que ésta decidiera actuar en contra de las libertades de
nuestras naciones”.
Los acontecimientos
conocidos por toda la población de Latinoamérica en torno a las actuaciones de
Estados Unidos en Grenada, Panamá, contra Cuba, las bases militares en
Colombia, la actitud de los ingleses contra Argentina y Ecuador y la presunta o
real penetración por Uruguay, Paraguay,
Argentina y Brasil, no hacen más que confirmar que el Libertador de América,
Simón Bolívar, siempre tuvo y tiene la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario