Imperialismo
y dependencia es el título del libro del brasileño
Theotonio dos Santos reimpreso por el Ministerio del Poder Popular
para la Cultura en julio de 2011, en los talleres de Editorial Arte
de Venezuela, aunque como ya se sabe, fue publicado por primera vez
en 1978, en México y también es conocido como uno de los clásicos
de las ciencias sociales latinoamericanas. Es un texto de una gran
resonancia y que ha estado siempre revisado y actualizado.
Yendo
al tema con el cual es titulado este libro, apreciamos que Theotonio
dos Santos define lo que entiende como imperialismo al señalar que
se trata de “...una nueva etapa del capitalismo iniciada después
de la Segunda Guerra Mundial, que se caracteriza por una alta
integración del sistema capitalista mundial fundada en el amplio
desarrollo de la concentración, conglomeración, centralización e
internacionalización del gran capital monopólico, que se cristaliza
en las corporaciones multinacionales, células de ese proceso, y en
el aumento y profundización del vínculo entre el monopolio y el
estado”.
La
imposición hegemónica de EE.UU
En
el plano internacional -afirma el sociólogo-, este sistema se resume
en la imposición hegemónica de Estados Unidos, de su moneda
nacional, de su ayuda económica, de sus fuerzas militares, en los
acuerdos monetarios de Bretton Woods y sus aspectos institucionales
(el Fondo Monetario Internacional, FMI, y el Banco Mundial, BM), en
la aplicación del Plan Marshall, del Punto IV de la Alianza para el
Progreso y otros planes de “ayuda” impulsados por el Eximbank; en
los tratados militares de Río de Janeiro, de la Alianza Atlántica,
del Sudeste Asiático y en todo un sistema de relaciones militares
que permitieron a las tropas norteamericanas, formar una red
internacional de ocupación disfrazada de los territorios de casi
todos los países capitalistas”.
Añade
el conocido y leído autor que “Ideológicamente este sistema se
justifica como la expresión del mundo libre, que
se opone a
la tiranía comunista, base
de la guerra fría promovida por el capitalismo en contra del
socialismo, tesis aún subyacentes en la etapa llamada de
distensión”.
La
red de ocupación disfrazada
El
párrafo anterior ilustra, hasta los que carecen de visión, de cómo
vienen actuando las corporaciones transnacionales en el mundo y que
han tenido -desde la Segunda Guerra mundial hasta nuestros días- y
siempre en plan hegemónico a un país como Estados Unidos. La red de
ocupación disfrazada está vivita y coleando. Presentes están en
este nuevo siglo, los intentos de golpe en Venezuela, los intentos de
desestabilización en Bolivia, Ecuador, el zarpazo anticonstitucional
en Honduras, las nuevas agresiones contra la cuna del Libertador
Simón Bolívar, lo que hace el actor inglés en Las Malvinas, el
intento desestabilizador en Brasil y el anuncio de envío de tropas a
Perú, sin contar todas las bases militares que posee EE.UU en
nuestro continente suramericano.
¿Qué
vamos a pensar los latinoamericanos? ¿Que están haciendo turismo
militar en esta parte del mundo? Habría que ser bien cabeza hueca
para creerlo.
El
capitalismo hacia su período de desintegración
Volvemos
con el texto escrito por el profesor Theotonio dos Santos, quien nos
comenta que, “Para comprender la etapa actual del imperialismo
tenemos que partir del estudio de las contradicciones que encierra
esta integración capitalista. Y que lo llevan necesariamente a un
período de desintegración. Lo específico del momento actual es que
este proceso de desintegración se da en el contexto de una realidad
internacional en la cual el capitalismo se ve enfrentado no solo a
una contradicción de clase interna, sino a un campo socialista
dinámico que presenta una potencia similar a la suya”.
Pero
Theotonio dos Santos nos dice que pese a lo anterior, es decir, a la
crisis y sus contradicciones el imperialismo no cambia por esta
realidad internacional, aunque lo que cambia son sus “...formas,
efectos y resultados. La existencia de un fuerte campo socialista
limita la capacidad de acción económica, política y represión del
imperialismo, crea condiciones favorables, en muchos casos, a la
capacidad de autodeterminación de los países independientes y
facilita su rápido tránsito al socialismo apoyándose en la base
material dada por el campo socialista, en el desarrollo científico
no monopolizado por el capital y en la ciencia social marxista”.
Al
leer lo escrito por este magister en Ciencias Políticas de la
Universidad de Brasilia no se requiere un curso especial para
entender de qué manera se mueve el capital imperial y porque los
acechos militares de Estados Unidos a las naciones poseedoras de
grandes recursos naturales.
El
caso venezolano -a juicio nuestro- está totalmente encuadrado en la
mira del gran capital y por ende, del imperio; escribimos de un país
que apuesta a su autodeterminación, a su soberanía y a la
escogencia de un modelo de vida completamente diferente, que le
permita no solo administrar sus propios recursos sino de llevar
bienestar a sus habitantes. Una nación que rechaza totalmente al
imperialismo, que no comulga con la obsesión por la perversa
explotación capitalista.
El
experto brasileño considera que el imperialismo “...no logra
resolver la contradicción entre la base nacional de su expansión
(existencia de un mercado y un Estado nacionales fuertes en que se
apoya tecnológica, económica, financiera, política y militarmente
para realizar la expansión internacional del capital) y su
creciente internalización (que supone libre movimiento de capitales,
de mercancías y de recursos financieros). Esta contradicción se
manifiesta en un aumento del carácter desigual y combinado del
desarrollo capitalista que estimula el parasitismo del centro
dominante y dinamiza otros polos de crecimiento (Europa y Japón) lo
que, a largo plazo, lleva al enfrentamiento sea entre bloques de
países, sea en las zonas periféricas, de los intereses nacionales
imperialistas”.
Párrafo
de seguidas, Theotonio dos Santos dice que tal situación no conduce
“...a un mayor desarrollo económico de las zonas periféricas y
dependientes, las cuales son, para el capital internacional, una base
para la extracción de ganancias elevadas, para la colocación de sus
productos a precios altos y para la obtención de materias primas y
de productos agrícolas a bajos precios. Aumentan así las
contradicciones entre los intereses que pugnan por el crecimiento
económico del mundo dependiente y los intereses dominantes de los
centros imperialistas, y se facilita el desarrollo de las tendencias
revolucionarias que ven solamente en el paso al socialismo el camino
capaz de asegurar el desarrollo y romper la dominación imperialista
y las estructuras dependientes, que mantienen la situación de
explotación y miseria.
IMPERIALISMO Y DEPENDENCIA
DOS SANTOS, Theotonio
Fundación Biblioteca Ayacucho
Reimpresión Julio de 2011
Ministerio del Poder Popular para la Cultura
IMPERIALISMO Y DEPENDENCIA
DOS SANTOS, Theotonio
Fundación Biblioteca Ayacucho
Reimpresión Julio de 2011
Ministerio del Poder Popular para la Cultura
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