Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 31 de marzo de 2015

Imperialismo y Dependencia (2)



Al continuar citando algunos párrafos del libro Imperialismo y Dependencia, del brasileño Thetonio dos Santos, retomamos su planteamiento en torno a como se maneja la economía bajo el esquema capitalista del que hemos venido hablando, dentro del gran tema que es el imperialismo. Cabe destacar que, el tema abordado es propicio en estos momentos en los que las naciones latinoamericanas buscan un nuevo camino para su desarrollo, alejado del modelo eminentemente capitalista del imperio del norte y ante la agresiva conducta de este en contra de las regiones que se alejan de su sistema o modelo y que constituyen pasos de avance para disminuir la dependencia, asociándose a otros modelos que les ofrecen otras alternativas de crecimiento.
Así el autor nos dice que “la célula de esta economía internacional es un nuevo tipo de empresa que trasplanta hacia la escala mundial las poderosas técnicas, administración y control privados de los resultados de la concentración tecnológica y económica, de la monopolización, de la centralización, de la conglomeración y de la intervención estatal”.

La superación de los trust y carteles

-Este nuevo tipo de empresas -refiere- vino a superar los antiguos trust y carteles que tenían una relación de complementariedad comercial con sus actividades en el exterior, desarrolladas en función del intercambio entre la exportación de manufacturas desde los centros y la importación de productos agrícolas y materias primas desde los países subdesarrollados.
Pero seguidamente nos dice que esas corporaciones multinacionales no solo aumentaron el rol de los negocios internacionales en todas sus actividades, sino que se dedicaron a producir para el mercado interno de los países que reciben sus inversiones. Y si mal no entendemos, creemos en wwwpertinentes, que de allí derivaron los llamados tratados de libre comercio, los cuales consisten en la eliminación o rebaja de los aranceles para los bienes entre las partes y acuerdos en materia de servicios, pero al final las grandes corporaciones terminan atiborrando de bienes a un país que antes producía dicho bien. Este es el caso, por ejemplo de la siembra del maíz en México que disminuyó o de otros cultivos en Colombia.

La corporación multinacional, intento último capitalista

Comenta que “En su esencia la corporación multinacional es un intento casi último de la empresa capitalista de responder a las necesidades creadas por la socialización de los medios de producción que crece a pasos gigantescos con el avance de la revolución científico-técnica y la incorporación de la automatización al proceso productivo. Ella encierra en su seno las contradicciones básicas del sistema al depender y enfrentarse al mismo tiempo con los Estados nacionales, al buscar una racionalidad y un planeamiento que chocan con los límites estrechos y arbitrarios, impuestos por la propiedad privada, de los medios de producción; al perfeccionar las técnicas de “racionalización” de su anarquía interna bajo la forma de la conglomeración de actividades dispares, que en la práctica aumenta el desperdicio y la irracionalidad que se oculta tras su pretendido “planeamiento”.

Además de lo anterior, Theotonio dos Santos considera que en una nueva fase, ese gran capital apoyado por las grandes corporaciones multinacionales conduce a una nueva división internacional del trabajo, “...que supone un aumento de la industrialización de las materias primas y de productos de menor avance tecnológico y su exportación a los centros dominantes, particularmente hacia Estados Unidos que se especializaría en la exportación de bienes y servicios de alto contenido tecnológico y de capitales, elevando a niveles altísimos el parasitismo típico de las potencias imperialistas”.

Neutralizada la oposición política al gran capital

El experto dice que de esa manera, mientras “...el capitalismo lograba mantener un alto ritmo de crecimiento durante la parte ascendente del ciclo de la posguerra, las justificaciones ideológicas de esta irracionalidad parecían “científicas” y apoyadas en los hechos. Al mismo tiempo, la oposición política al gran capital se veía parcialmente neutralizada por las conquistas económicas y sociales de los trabajadores, estas emanaban, por una parte, del mayor ingreso a ser distribuido y, por la otra, del
aumento del poder de regateo de los trabajadores gracias a la situación de relativo pleno empleo alcanzada por las economías en crecimiento. La capacidad de aumentar los ingresos de los trabajadores e incorporar dinámicamente nuevos sectores de la pequeña burguesía a la actividad económica llevaba a que, ideológicamente, la oposición obrera tendiese hacia el reformismo y aumentara sus esperanzas en el sistema. La ideología pequeñoburguesa impregnaba de su idealismo al movimiento popular. El caso norteamericano es muy indicativo. Después de los avances sindicales, políticos e ideológicos de los años 30 y 40, el movimiento obrero norteamericano es ganado hacia el anticomunismo y el frente popular que sostuvo la segunda fase del New Deal y la lucha antifascista se deshizo como por arte de magia.

La coalición de fuerzas populares

Dice nuestro autor, que desde los años 60 “...se vienen recomponiendo las bases de una coalición de fuerzas populares en Estados Unidos, la cual se expresa aún en formas contradictorias: en el ascenso del movimiento antitrust de contenido liberal pequeñoburgués, en el movimiento contra la guerra de Vietnam, en los movimientos estudiantiles de vanguardia, en un fuerte sentimiento antiimperialista, por la paz y antimonopolio, agravado por los resultados de las crisis económicas locales e internacionales. Añade también que, si bien se estarían generando las posibilidades de un proceso de transformaciones sociales en Estados Unidos, “...cuya radicalización podrá dar origen a un movimiento o partido antimonopólico, antiimperialista y democrático apoyado en un movimiento obrero renovado, en la juventud universitaria y en la intelectualidad liberal de izquierda.

 Acotamos nosotros en wwwpertinentes que si bien es un punto de vista con una gran aproximación a una concreción, no es menos cierto que todas las expresiones que se vienen dando en ese país, que muestran una gran contradicción con el gran capital, no tienen el impacto que pudieran tener en el resto de la ciudadanía porque los grandes medios de comunicación censuran todas sus actuaciones, es decir, son ignorados, si se quiere censurados.   

Imperialismo y Dependencia
Theotonio dos Santos
Reimpresión julio 2011
Ministerio del Poder Popular para la Cultura, MPPC

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