Al
continuar citando algunos párrafos del libro Imperialismo y
Dependencia, del brasileño Thetonio dos Santos, retomamos su
planteamiento en torno a como se maneja la economía bajo el esquema
capitalista del que hemos venido hablando, dentro del gran tema que
es el imperialismo. Cabe destacar que, el tema abordado es propicio
en estos momentos en los que las naciones latinoamericanas buscan un
nuevo camino para su desarrollo, alejado del modelo eminentemente
capitalista del imperio del norte y ante la agresiva conducta de este
en contra de las regiones que se alejan de su sistema o modelo y que
constituyen pasos de avance para disminuir la dependencia,
asociándose a otros modelos que les ofrecen otras alternativas de
crecimiento.
Así
el autor nos dice que “la célula de esta economía internacional
es un nuevo tipo de empresa que trasplanta hacia la escala mundial
las poderosas técnicas, administración y control privados de los
resultados de la concentración tecnológica y económica, de la
monopolización, de la centralización, de la conglomeración y de
la intervención estatal”.
La
superación de los trust y carteles
-Este
nuevo tipo de empresas -refiere- vino a superar los antiguos trust y
carteles que tenían una relación de complementariedad comercial
con sus actividades en el exterior, desarrolladas en función del
intercambio entre la exportación de manufacturas desde los centros y
la importación de productos agrícolas y materias primas desde los
países subdesarrollados.
Pero
seguidamente nos dice que esas corporaciones multinacionales no solo
aumentaron el rol de los negocios internacionales en todas sus
actividades, sino que se dedicaron a producir para el mercado interno
de los países que reciben sus inversiones. Y si mal no entendemos,
creemos en wwwpertinentes, que
de allí derivaron los llamados tratados de libre comercio, los
cuales consisten en la eliminación o rebaja de los aranceles para
los bienes entre las partes y acuerdos en materia de servicios, pero
al final las grandes corporaciones terminan atiborrando de bienes a
un país que antes producía dicho bien. Este es el caso, por ejemplo
de la siembra del maíz en México que disminuyó o de otros cultivos
en Colombia.
La
corporación multinacional, intento último capitalista
Comenta
que “En su esencia la corporación multinacional es un intento casi
último de la empresa capitalista de responder a las necesidades
creadas por la socialización de los medios de producción que crece
a pasos gigantescos con el avance de la revolución
científico-técnica y la incorporación de la automatización al
proceso productivo. Ella encierra en su seno las contradicciones
básicas del sistema al depender y enfrentarse al mismo tiempo con
los Estados nacionales, al buscar una racionalidad y un planeamiento
que chocan con los límites estrechos y arbitrarios, impuestos por la
propiedad privada, de los medios de producción; al perfeccionar las
técnicas de “racionalización” de su anarquía interna bajo la
forma de la conglomeración de actividades dispares, que en la
práctica aumenta el desperdicio y la irracionalidad que se oculta
tras su pretendido “planeamiento”.
Además de lo anterior, Theotonio dos Santos considera que en una
nueva fase, ese gran capital apoyado por las grandes corporaciones
multinacionales conduce a una nueva división internacional del
trabajo, “...que supone un aumento de la industrialización de las
materias primas y de productos de menor avance tecnológico y su
exportación a los centros dominantes, particularmente hacia Estados
Unidos que se especializaría en la exportación de bienes y
servicios de alto contenido tecnológico y de capitales, elevando a
niveles altísimos el parasitismo típico de las potencias
imperialistas”.
Neutralizada
la oposición política al gran capital
El experto dice que de esa manera, mientras “...el capitalismo
lograba mantener un alto ritmo de crecimiento durante la parte
ascendente del ciclo de la posguerra, las justificaciones ideológicas
de esta irracionalidad parecían “científicas” y apoyadas en
los hechos. Al mismo tiempo, la oposición política al gran
capital se veía parcialmente neutralizada por las
conquistas económicas y sociales de los trabajadores, estas
emanaban, por una parte, del mayor ingreso a ser distribuido y, por
la otra, del
aumento del poder de regateo de los trabajadores gracias a la
situación de relativo pleno empleo alcanzada por las
economías en crecimiento. La capacidad de aumentar los ingresos de
los trabajadores e incorporar dinámicamente nuevos sectores de la
pequeña burguesía a la actividad económica llevaba a que,
ideológicamente, la oposición obrera tendiese hacia el reformismo y
aumentara sus esperanzas en el sistema. La ideología
pequeñoburguesa impregnaba de su idealismo al movimiento popular. El
caso norteamericano es muy indicativo. Después de los avances
sindicales, políticos e ideológicos de los años 30 y 40, el
movimiento obrero norteamericano es ganado hacia el anticomunismo y
el frente popular que sostuvo la segunda fase del New Deal
y la lucha antifascista se deshizo como por arte de magia.
La
coalición de fuerzas populares
Dice nuestro autor, que desde los años 60 “...se vienen
recomponiendo las bases de una coalición de fuerzas populares en
Estados Unidos, la cual se expresa aún en formas contradictorias: en
el ascenso del movimiento antitrust de contenido liberal
pequeñoburgués, en el movimiento contra la guerra de Vietnam, en
los movimientos estudiantiles de vanguardia, en un fuerte sentimiento
antiimperialista, por la paz y antimonopolio, agravado por los
resultados de las crisis económicas locales e internacionales.
Añade también que, si bien se estarían generando las posibilidades
de un proceso de transformaciones sociales en Estados Unidos,
“...cuya radicalización podrá dar origen a un movimiento o
partido antimonopólico, antiimperialista y democrático apoyado en
un movimiento obrero renovado, en la juventud universitaria y en la
intelectualidad liberal de izquierda.
Acotamos nosotros en wwwpertinentes que si bien es un punto de
vista con una gran aproximación a una concreción, no es menos
cierto que todas las expresiones que se vienen dando en ese país,
que muestran una gran contradicción con el gran capital, no tienen
el impacto que pudieran tener en el resto de la ciudadanía porque
los grandes medios de comunicación censuran todas sus actuaciones,
es decir, son ignorados, si se quiere censurados.
Imperialismo y Dependencia
Theotonio dos Santos
Reimpresión julio 2011
Ministerio del Poder Popular para la Cultura, MPPC
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