Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



sábado, 27 de agosto de 2016

En la incipiente Venezuela su población enfrentó a piratas ingleses, franceses y holandeses




 
Ciudad Bolívar, capital de estado de mismo nombre. Esta amplia región fue visitada por diversos piratas.
“En la naciente Venezuela, fue su población en proceso de formación la que enfrentó, derrotó, expulso o hizo huir  en múltiples ocasiones a piratas, corsarios, bucaneros o filibusteros, logrando así  poner freno a los innumerables  intentos de penetración y de conquista  realizados  durante los siglos  XVI, XVII y XVIII por ingleses, franceses y holandeses”.
Tales acontecimientos es de lo que  escribe el profesor e investigador de la Universidad de Carabobo, José Manuel Hermoso González, en su libro “Pueblo Protagónico” (1498-1798) Historia de las luchas sociales y políticas del pueblo venezolano.
El historiador expresa que de esa forma, los pobladores de entonces no solo actuaron como garantes no solo de la integridad del territorio en el que vivían, sino de “la independencia de las que para el momento, eran posesiones españolas  en el territorio que hoy ocupa Venezuela”.
Explica este conocido académico que “No fue España como temible potencia ultramarina en cuyos dominios no se oculta nunca el sol  ni su Armada Real, ni la poderosa Armada Hispano-Lusitana, los factores de poder que van a frustrar  los múltiples intentos anexionistas o colonizadores de las potencias rivales de España en estos ricos parajes americanos. Será la unión gobernantes y gobernados, de funcionarios de la Corona y de pobladores de la Colonia, unión impuesta por la necesidad de defender bienes, de salvar vidas y conservar espacios vitales el factor clave  que convertirá en una poderosa fuerza guerrera, el precario ejército espontáneo que conforman pobladores de tan diferente origen  y condición social”.
Un fuerza guerrera contra los piratas
Para entonces y de acuerdo a las investigaciones adelantadas por  Hermoso González, a esa (a integrar dicha fuerza) coinciden desde los blancos de Europa que tenían títulos de nobles así como cargos políticos, del sector judicial  y del área administrativa. También entraban  a esa fuerza guerrera otros blancos y sus parientes, además de estos blancos europeos, de quienes se dicen blancos de orilla, que vinieron al continente americano en calidad de soldados o como artesanos o labriegos. Y a ese conglomerado, habría que añadir un paquete étnico que incluía a los indígenas, sirvientes que trabajaban para la gente acomodada  los mestizos, mulatos y zambos.
Refiere el historiador que, independientemente de las conductas de los piratas ingleses a finales del siglo XVI, por este continente suramericano se dejaron caer  piratas y filibusteros procedentes de Holanda, quienes tenían como objetivo la región de Guayana. Tales visitantes contactaron a indios Caribe y así obtuvieron su apoyo para el comercio ilegal en el que andaban y la conocida trata de esclavos. Hay que saber que en el año  1598 un capitán pirata conocido como Cabeliau ya había explorado el Orinoco.
A la anterior visita  hay que sumar la incursión del inglés  Thomas  Coowper, el cual desembarcó por los lados de Maracapana (oriente de Venezuela), región en la que secuestra a un colono que poseía dinero y cobra un rescate.
Pacto militar entre indios caribes y holandeses
Un interesante detalle que incluye el historiador, es el relacionado con lo que hicieron los holandeses quienes en el año de 1600 llegan a un acuerdo  militar y comercial con los indios Caribes, les proporcionan armas y, como quien no quiere el asunto, igualmente los enseñan a manejarlas. Esto se llevó a cabo en el Esequibo y el Orinoco.
Es más, “…les venden herramientas (a los Caribe) a cambio de esclavos capturados por los caribes a tribus enemigas. Estos acuerdos se extenderían  durante  más de 170 años”.    
El merodeo de los piratas
Cuenta en su libro el investigador que hubo bastante frecuencia en las incursiones de los piratas por los lados de oriente, al punto que uno de los españoles identificado como Melchor López, se dirige al Rey de España para informar sobre las andanzas de corsarios, sin embargo es atacado y padece de daños materiales y vidas, aunque logra escapar. Esto da pie a la Corona española para investigar sobre la citada realidad.
La isla de Margarita o Nueva Esparta no escapa a las correrías de los corsarios ingleses y supuestamente para combatir a esos piratas, el Rey español ordena que suministren armamentos para que defiendan la isla de Margarita, pero pasa un año y nada llegó a la isla.  Esto ocurre en 1597.  El autor dice que “Por este abandono, los habitantes de Venezuela se ven obligados  a asumir de una manera cada vez más autónoma su defensa frente a piratas y corsarios”.
Bueno saber que hay una diferencia entre ambas figuras, si bien las dos representan al pirata, el corsario es un sujeto que tiene permiso de su Estado o gobierno para cometer delitos. Hay mucho más:
“En 1601 en Margarita los holandeses secuestran al tesorero del Rey se apropian del quinto real (Se trataba de un impuesto que había sido establecido en 1504 sobre la extracción de oro, plata, perlas y otras materias, explicación de wwwpertinentes.blogspot.com) y de otras finanzas de la Corona. Durante el primer semestre de ese año  William Parker asalta la Isla de Coche, cercana a Margarita. Captura 13 embarcaciones, secuestra a funcionarios y lugareños  y cobra un rescate de 500 libras en perlas a cambio de devolver las embarcaciones y liberar a las personas”.  
Trato solidario a náufragos holandeses
Reseña el historiador que “El holandés Simón Bourman  recorre toda la costa venezolana entre Cumaná y la Península de de la Goajira. Náufragos holandeses de esa u otra expedición son auxiliados por pobladores de Venezuela. Lo sobrevivientes del naufragio  son trasladados de una ciudad a otra durante cierto tiempo. Son tratados solidaria y hospitalariamente”.
Escribe el autor de Pueblo Protagónico que en mayo de 1608 se apareció por Guayana el pirata inglés Robert Harcourt, se hace pasar como enviado de  Raleigh y la población indígena lo recibe festivamente. Se va hacia Trinidad y allí lo recibe amistosamente Fernando Berrío, quien presuntamente habría armado toda una trampa sobre Harcourt. Este, a su vez, sospecha del asunto y decide escapar a la medianoche. La información nos detalla que “Los españoles  asaltan dos naves inglesas  que quedan en el puerto. Capturan y ejecutan a 36 tripulantes.
Hay más información al respecto y haremos una segunda entrega sobre la participación de los piratas y las respuestas que consiguieron  por parte de los pobladores de Venezuela.   

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