Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



domingo, 10 de noviembre de 2024

Debemos execrar la mentira en busca de una vida mejor

 


Pedro Estacio

No tenemos conocimiento científico de que los animales mientan, aunque hay la creencia de que algunos utilizan ciertas estrategias para engañar y otros usan, al parecer también estrategias para enamorar a las hembras que pertenezcan a sus géneros, lo que también algunos aprecian como una tendencia que existe en algunos seres humanos.


Pero lo cierto de todo, es que merodeando el tema nos enfrentamos a algo muy contundente y que según algunos científicos existe entre los humanos a partir de los seis meses en adelante, como es mentir (aquí será en la conducta), realidad muy minúscula en los primeros tiempos de vida y a lo que no le dan importancia las personas salvo aquellos que investigan al ser humano.


Sin observar otros detalles, me sumerjo en algo que realmente puede ser inocente y también muy peligroso, como es la mentira, una realidad mas cotidiana que el amanecer, porque aunque algunos lo quieran negar, todos los ciudadanos del mundo mentimos, algunos sin saberlo, unos porque repiten como el loro lo que otros exclaman; algunos otros porque no comprenden y muchos mas lo hacen a conciencia y bastante. porque se acostumbraron a mentir.


Tenemos los que mienten a conciencia y no les importa un pito hacerlo, como está ocurriendo en estos momentos en algunos medios y redes y en los que comparten ganancias con los que pagan porque se mienta.


Lo que era o es conocido como la mentirilla blanca, que es una especie de tapa de frasco, suele ser, aparentemente, casi nada dañina, como la que se les dice a los niños. Aquí hay que introducir un elemento desconocido, y es que no sabemos cómo impacta la mentirilla blanca en los pequeños.


La mentira también entra en los centros educativos con mucha frecuencia. Se miente cuando se dice que fue imposible entrar a clases por X razón, o bien para escucharla o para dar la clase.


Los hogares no escapan a ello, ya que es el primer nido de la mentira. Los programas televisivos están cansados de plantear la discusión sobre la mentira entre parejas y demás seres que viven juntos. Ni hablar entre los vecinos y en clubes y demás.



En las organizaciones políticas hay de todo eso, porque además de la mentira existe la envidia, zancadilla, el rumor y el odio que suele asomar cuando todo llega a formar parte del escándalo y sin el mismo.


Los gobiernos jamás escapan de los espectáculos que hacen con las mentiras. No podemos olvidar aquella mentira económica nacional de Jaime Lusinchi, quien dijo ser engañado, pese a que uno de sus empleados le había dado a entender que el país era una tacita de plata, cuando era todo falso.


Sobre la mentira hay la posibilidad de escribir mucho y sería interesante la participación de algunos clérigos, porque ellos tienen una historia de mentiras mas larga que un viaje intergaláctico. Hay mentiras para hacer hasta libros, yo solo escribo par de cuartillas.


Si alguien se le ocurre decir que no ha mentido, pues urge manejar toda la ciencia y la tecnología para saber cómo es eso posible, cómo ha podido ser execrada la mentira de las sociedades del mundo, especialmente de las desarrolladas,donde mas abunda la mentira.


Y esto de la mentira en los países desarrollados merece punto y aparte, porque quienes presuntamente dirigen los destinos de las naciones desarrolladas, son los que han perfeccionado las mentiras para poder controlar y decidir lo que deben hacer las naciones aparentemente menos desarrolladas, como las inmorales e ilegales medidas que algunos han impuesto, muy notorio como Estados Unidos y algunos europeos, sobre naciones que no hacen lo que ellos desean.


Es bueno añadir otro asunto de lo cual no escapan los ciudadanos de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia, como es que no han podido escapar del proceso de transculturación que han recibido desde hace años y, como es razonable y no debemos olvidar, la mentira siempre llega en el paquete a través del cine, la televisión y las redes.


Ante problema tan gigante y de siglos, lo que decimos y sugerimos, sin meternos de lleno en la historia de la mentira, es que las revoluciones como la nuestra, deben incluir en sus planes y programas la idea de execrar para siempre la mentira de su geografía, porque el daño que hace el mentir, no es solo para ponerle una cinta adhesiva y listo. Todo lo contrario, requerimos todo un proceso educativo que nos permita enfatizar en la verdad y la honestidad, porque es la via que nos podrá conducir hacia el verdadero desarrollo del país y la región. No hay otra senda para las sociedades que aspiran vivir en crecimiento, armonía y paz entre sus miembros.


¡No olvidemos que la mentira suele andar por todos lados!


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