La especulación del ser humano es una constante empresarial, sea el nivel que sea. |
Según nos dice P. Luigi
Butera, msp (imagino que las tres últimas letras son de carácter sacerdotal,
tienen que ver con una orden religiosa o
algo por el estilo.), en su escrito Corregir el
Camino, publicado en la revista mexicana Inquietud Nueva, “El tema que mas ocupa la mente de los hombres
es la economía. Y no es para menos. Si no hay dinero, no hay comida, no hay medicina,
no hay vestido, no hay casa, luz, gas, teléfono…”
Y de seguidas añade
que, “Sin duda es importante el
dinero; y es justa la preocupación de
los mandatarios de todas las naciones. Los economistas se rompen la cabeza para
buscar la fórmula de cómo mejorar la economía mundial. Algunos premios Nobel de la economía han opinado
sobre esto sin coincidir en sus argumentos”. Un párrafo analizable.
No todos los mandatarios viven preocupados por
el problema, al punto que cuando algunos llegan al poder, lo primero que hacen
es aplicar severas medidas que empobrecen mas a los que ya lo son (recordemos al presidente Macri, de Argentina),
al asumir decisiones de organizaciones mundiales como BM, FMI, OIT, Bancos
Internacionales, Agencias que miden el Riesgo, etc., etc., que beneficiarán a dichas
organizaciones y a los entornos comprometidos con el gobernante.
Economistas que avalan con teorías desgastadas
Algunos economistas
(no todos), por su parte, solo sirven para avalar con sus teorías desgastadas las
acciones de los gobernantes que caen en estos escenarios. Unos cuantos, si entran
al análisis de los problemas en busca de soluciones nada fáciles, como es de
esperarse, al intentar arreglos frente a una economía nacional y mundial arreglada
hacia los beneficios de intereses muy específicos de una clase.
En ese orden, Luigi
Butera cita a Joseph E. Stiglitz, George
Akerlof, Robert Solow y Michael Spence, para decir luego decir que “Parece que
se va a los efectos de los errores y no
a las causas de ellos. Es una falacia pensar que con una buena economía todos
los hombres quedarán satisfechos. La realidad nos demuestra lo contrario: el
hombre tiene necesidades físicas y espirituales; y las dos necesidades son complementarias.
Resolver solamente una, deja al hombre agonizante”.
Y así puntualiza
que, “La mayoría de los 700 millones de personas deprimidas, no carecen de
bienes materiales. Al contrario, donde hay más dinero es donde hay más
deprimidos. Así también, no se puede pensar que una persona que no tiene nada
de dinero pueda vivir sólo de lo espiritual”.
Bienes materiales al cuerpo y valores al alma
Continúa en su
artículo Butera y nos refiere que “El hombre
es un ser compuesto de cuerpo y alma: atender los dos elementos es
esencial para que tenga vida. Por eso, es que se necesita alimentar el cuerpo
con bienes materiales, y al alma con auténticos
valores que ennoblecen a la
personas. Vivimos en una etapa de la
historia de profundo desequilibrio. A eso se debe que haya tanta locura en la
forma de querer, actuar y morir. Por ejemplo, las armas que se construyen no son medicinas para curar enfermedades y da
vida a los hombres, sino para matarlos. ¿No es locura tener tantas fábricas
asesinas?
El planteamiento de Luigi Butera, msp,
no es algo esotérico, es cristiano y aunque él no lo diga, es la visión
socialista sobre una realidad que, hoy día,
corre de manera transversal por la vida de la mayoría los países del
mundo, como es un capitalismo aterrador, que como dice el mismo Butera “Por
desgracia, la mayoría de las naciones más ricas tienen esas fábricas (de
armamentos), no sólo para defenderse de los enemigos, sino porque son fuente de
ingresos para la nación. Y para conseguir el fin, hay que suscitar pleitos y
guerras. Lo que importa no es la vida propia ni la de los demás, sino el dinero.
Pero todos sabemos que el dinero no es lo que hace feliz a las personas”.
Acerca de lo que ha
escrito, Luigi Butera, podemos responder con uno de los aspectos más importantes
que está viviendo el mundo en los actuales momentos, como es el despertar de la
conciencia ciudadana, la identificación del ser humano con la geografía en la
que vive, con la historia de quienes le precedieron, con el reconocimiento del
otro y la solidaridad necesaria que hay que dispensarle, con su sentir
colectivo que todavía forma parte de su presente en buena parte de sus hermanos,
con la idea de que un mundo mejor es posible y con la esperanza de que esa
posibilidad sea cierta.
Algo no está funcionando
Refiere en su artículo
que existe la necesidad de “…reflexionar
sobre lo que es el hombre y sobre lo que la civilización le está ofreciendo. A pesar de tantos bienes
que, sin precedentes en la historia, tienen los seres humanos, sufren mucho más
que antes: algo no está funcionando. Es necesario buscar las causas.
No podemos decir en
pertinentes.blogspot.com que la principal causa sea el alejamiento del hombre
de Dios, como considera Luigi Butera –idea que respetamos- porque no tenemos
maneras de comprobarlo, pero si podemos apelar a lo que dicen organizaciones
que trabajan en dicha área, como la instancia humanitaria conocida por las siglas
OXFAM, la cual revela en un estudio que:
“Cerca de la mitad de la riqueza mundial está en manos del uno por
ciento de la población, que posee en conjunto unos 110 billones de dólares (81
billones de euros).
La
riqueza mundial está dividida en dos: casi la mitad está en manos del 1%
más rico de la población, y la otra mitad se reparte entre el 99% restante. El
Foro Económico Mundial considera que esta desigualdad supone un grave
riesgo para el progreso de la humanidad.
La desigualdad económica extrema y el secuestro de los procesos
democráticos por parte de las élites son demasiado a menudo
interdependientes.
La falta de control en las instituciones políticas produce su
debilitamiento, y los gobiernos sirven abrumadoramente a las élites
económicas en detrimento de la ciudadanía de a pie. La desigualdad
extrema no es inevitable, y puede y debe revertirse lo antes posible.
El
informe ‘Gobernar para las élites: secuestro democrático y desigualdad económica’
concluye que la concentración del 46 por ciento de la riqueza en manos de una
minoría supone un nivel de desigualdad "sin precedentes",
que amenaza con "perpetuar las diferencias entre ricos y pobres hasta
hacerlas irreversibles".
El
informe de Oxfam destaca que la mitad más pobre de la población mundial posee la misma
riqueza que las 85 personas más ricas del mundo. La
organización humanitaria calcula además que hay 18,5 billones de dólares (13,6
billones de euros) no registrados y en terceros países de baja tributación, por
lo que en realidad la concentración de riqueza es mucho mayor.
Según sus datos, 210 personas se incorporaron el año pasado al club de los multimillonarios cuya fortuna supera los mil millones de dólares, formado por 1.426 personas que concentran una riqueza de 5,4 billones de dólares (casi 4 billones de euros).
Según sus datos, 210 personas se incorporaron el año pasado al club de los multimillonarios cuya fortuna supera los mil millones de dólares, formado por 1.426 personas que concentran una riqueza de 5,4 billones de dólares (casi 4 billones de euros).
"Corregir el camino"
P. Luigi Butera, msp
Revista Inquietud Nueva
México
Impreso en México
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