Siempre le quieren hacer creer las mentiras a las personas |
La información, para las oligarquías –recuérdese que hay oligarquía
de las tierras, de los bienes inmobiliarios, bancaria, el comercio y etc.,
etc.), no tiene que ver con la idea de cómo la conciben los periodistas, es
decir, un dar a conocer acerca de lo que
acontece en un momento cualquiera, un orientar, un educar y un distraer.
Para las
oligarquías, “La información pasa a
tener como objetivo influir en la gente
para que adopte una opinión y una conducta. La población es considerada
ignorante y fácilmente manipulable.
Incitar o provocar emociones (deporte, escándalos…) para conformar la voluntad
de la población, desinformar, son tácticas para crear espectadores que
no participan en la toma de decisiones ni en la formación del pensamiento”.
Este
interesante párrafo anterior,
es parte de la publicación que hizo el Ministerio del Poder Popular para la
Comunicación, en el año 2010, titulada “El feroz embrutecimiento mediático” y sobre el cual le llevaremos a los
lectores algunos de sus planteamientos.
Registra
la publicación en su desarrollo como era vista la información así reseña lo que decían:
“La información
es también un negocio, una
mercancía sometida a las leyes del mercado y no a los criterios éticos. Tiene
un valor en sí misma. El receptor es modelado a partir de la ideología
consumista nivelada planetariamente como estrategia de mercado por las
transnacionales capitalistas”.
Al parecer, con Hermes habría nacido el mensajero manipulador
Hay mucho más que decir en todo esto del tratamiento de la
información que se remonta a los tiempos de la antigua Grecia. Veamos entonces
el ejemplo que nos presentan:
“En la
mitología griega, Hermes
es el mensajero de los dioses. Cualquier distorsión de la información que
transmitía podía tener consecuencias fatales para los mortales. Para mantener
la paz en la región, Zeus mandó a Hermes a que le diga a Afrodita que aplaque
el deseo de París (rey de Troya) por Helena (mujer del rey Menelao). Pero Eris
(Discordia) persuadió a Hermes que le diga lo contrario. Afrodita entonces hizo
que París se volviera loco por Helena y la raptase, desencadenando así la
guerra de Troya. Los griegos querían dominar Troya y utilizaron a Hermes para
provocar la guerra”.
Pero hay mucho más. Sin ir demasiado lejos, recordemos que con
la invención de la imprenta, fue posible la reproducción masiva de textos, lo
que abrió el camino hacia la impresión de hojas sueltas, las que a su vez
darían paso a sencillos medios impresos y mucho después, a los periódicos quienes
a su vez y junto a la informática han facilitado el ulterior desarrollo de las informaciones
digitales.
Si bien se dijo durante cierto tiempo que lo que conocemos
como la biblia habría sido impresa por Johan Gutenberg, también se ha conocido
que en 1449, a titulo de ensayo, este impresor reprodujo el llamado “Misal de
Constanza”, un libro que contenía los textos utilizados para celebrar la misa.
También la
publicación destaca que,
con el uso de la biblia, los curas seguidores del catolicismo iniciaron su gran
cruzada del evangelio con el cual se apoyaron los españoles para iniciar sus
proyectos de dominación en la recién descubierta América.
“El feroz embrutecimiento mediático” plantea que “Europa difunde una idea de
América y en particular de los “indígenas”, que no corresponde a la realidad.
Sobre el particular, el docente e investigador de la Universidad de Carabobo,
José Manuel Hermoso González, autor del libro Pueblo Protagónico (1498-1798) escribe:
“Durante la llamada conquista de Venezuela hubo un prejuicio muy arraigado que causó enorme daño a los pobladores de
estas tierras, pues sirvió para estimular y justificar su esclavización y los
inenarrables tormentos y represalias que sufrieron. Nos referimos a la
acusación de antropofagia con la que de manera insistente fueron
interesadamente difamados los aborígenes de estas tierras. Esta legendaria fama
de los pobladores de la zona caribeña fue reforzada por los Reyes de España
quienes justificándose en aquella supuesta práctica indígena, acordaron da
licencia a cualquier expedicionario para someter mediante la violencia, capturar y aprovecharse
de cualquier manera, e incluso vender, a los que se resistieran a adoptar la fe
cristiana o se negaran a obedecer a los conquistadores”.
Lo cierto de todo,
es que el proceso de evangelización, y por supuesto el uso permanente de la
biblia, fue una herramienta de información y comunicación empleada por la
corona española a través de la cual intentaron someter a la población del joven
continente americano en su larga carrera por conquistar la hoy región
latinoamericana y caribeña.
Los medios
no son precisamente el medio
Comenta la pequeña
publicación que, “Los medios pertenecen
a las grandes corporaciones y por lo tanto sirven a sus intereses.
También los anunciantes. La propaganda de las empresas es igual a la propaganda
de un sistema”.
Y para aquellos ingenuos que continúan creyendo que algunos medios (radio, televisión,
cine, periódicos, páginas webs) dicen siempre la verdad indica que “La
información no es réplica de lo real, sino una interpretación subjetiva, siendo la imagen réplica de la realidad y por ende prueba de la
veracidad de la información”.
Afirma la publicación, que dado el asedio constante que ha padecido la revolución venezolana
desde sus propios inicios, “Venezuela es un excelente laboratorio para estudiar
el papel político directo de los medios de comunicación en la defensa de un
sistema político y económico”. Y como
quien no quiere la cosa y para que los lectores estén bien informados hace
referencia al Manuel clásico de la propaganda detrás del mito de la llamada
objetividad y al respecto apunta:
-Uso de cierto lenguaje; transformación de la “verdad oficial” en “opinión
personal”; intoxicación; verdades a medias; juicios de valor; exageraciones y
distorsiones; satanización de enemigo; exclusión del debate; siempre para
influir en las masas.
-Se trata de que la gente –sigue la publicación de Ministerio de
Poder Popular para la Comunicación y la Información que “Se trata de que la
gente no piense la información, sino que la consuma. La idea es fragmentar la mente con noticias desconectadas entre sí,
excitar sus sentidos y su curiosidad, para impedir el análisis y así direccionar
el pensamiento”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario