Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



viernes, 23 de agosto de 2024

Chávez y Maduro en el camino de lo posible

 



Pedro Estacio

                                                                   Si nos descuidamos, no se hacen los ajustes correctivos       pertinentes, para retomar el rumbo, entonces se materializa la destrucción del camino andado...(Bartolo Ramón Hernández Barrios, Hochiminh)

 

Hay asuntos que realmente nos ponen a andar de cabeza, pero no es porque sea complicado el hacer de esos asuntos un crucigrama o un proceso, sino porque hay algunas realidades que deben ser resueltas para que los asuntos no sean vistos como complicados.


Una de ellos es lo que planteaba el Comandante Hugo Chávez en El Libro Azul y que tenía una sustentación bastante fuerte en lo que planteaba el Maestro del Libertador Simón Bolívar, como es el ser originales, a lo cual añadía el ser solidario y un ejemplo de ello lo expresaba en el pensar de Simón Rodríguez, quien era de la idea de que el hombre no podía trabajar solo sino agrupado con otros y en ese orden citaba:


Los hombres no están en el mundo para entredestruirse, sino para ayudarse”.


La otra realidad a la que hago referencia y que debe estar sujeto como un eslabón al lado de la originalidad y la solidaridad es el de la formación del hombre para la sociedad en que le corresponde vivir y eso se llama disciplina.


El profesor Bartolo Hernández, conocido por sus amigos como Hochiminh, escribe en su publicación Lunares Maquillados, Una contribución al estudio de la revolución bolivariana, algunos párrafos con planteamientos del Comandante Chávez que vale la pena registrar:


-Aquí intentamos retomarlos, cita el profesor, no para pensar, sino para asumir; mas bien para ver de qué manera en ese cómo hacer las cosas, se materializan estos planteamiento, algunas veces orientaciones, que algunos los dejaron pasar como bolas. Refiriéndose Chávez a las complicidades, la indiferencia y la justificación como una expresión de la indisciplina revolucionaria, decía:


Hay algo que que nos hace mucho daño a nosotros: la indisciplina. Cada quien empieza a buscar excusas para no ir, para no llegar, para no cumplir o para tapar las fallas de los demás o de él mismo en una actitud que es verdaderamente criminal para el proyecto revolucionario”.


Hochiminh dice que el Comandante fustigaba con mucha fuerza la cultura de la excusa, para evadir la crítica y la autocrítica por la ineficiencia y la desidia. Sostuvo en las mismas líneas que un elemento que Chávez tuvo presente siempre fue el de la franqueza y la toma de partido ante situaciones que ameritaban definiciones y no medias tintas y lo recuerda:


El que no se sienta verdaderamente consustanciado con este proyecto revolucionario, dígalo, sea gobernador, sea alcalde o lo que sea y asuma las consecuencias, de la cara y dígalo, pues, que se defina de manera determinante...”.


Otra sociedad siempre es posible


Creo que Nicolás Maduro va compartiendo el camino con Hugo Chávez, valga decir, va amalgamado, porque las angustias relacionadas con una guerra desde afuera y unas consecuencias adentro siempre estuvieron en la mente del fallecido llanero y hoy están también en la mente del líder sindical. Hoy esa cruz se la montó encima el reelecto y confirmado presidente, líder de la revolución bolivariana.


Y hoy la revolución bolivariana, con su cuerpo de líderes y combatientes sigue esa línea que empuja y orienta hacia la formación profunda de quienes integran la sociedad venezolana.


El profesor Hochiminh, en Lunares Maquillados, al referirse al fallecido Comandante nos recuerda que no hay posibilidad de calcular “...las veces en que de manera reiterativa hizo hincapié en la necesidad de la formación de los ciudadanos, y mas aún los que tienen responsabilidades de dirección en un proceso revolucionario. Al respecto dice que recordaba a cada instante cuando Chávez decía:


Ahora hablo en este momento de la educación hacia adentro de nosotros mismos. Un líder o quien pretenda serlo, debe estar él mismo de manera permanente en un proceso de auto didactismo, leyendo, estudiando no solo en los libros sino en la esquina, aprendiendo del colectivo”.


Es interesante saber, por ejemplo, que las agresiones hechas a la patria del Libertador Simón Bolívar, no solo han servido para profundizar la revolución que lleva su nombre, sino para lanzar a esta cambiante sociedad hacia la conquista plena de la soberanía venezolana y lograr ese bienestar que le ha sido esquivo a la mayoría de su sociedad.

No hay comentarios: