Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 27 de agosto de 2024

La gigante mascarada

 



                                                                        Hacer leyes para los pueblos, no es tan difícil como se cree. Hacer un pueblo legislador, es obra muy laboriosa, y esta es la que ha emprendido la América española ( Latinoamérica y el Caribe, decimos ) Simón Rodríguez



Pedro Estacio


Pareciera que los latinoamericanos y caribeños, un alto porcentaje, se encontrasen dentro de una gigantesca carpa, a modo de enrejado, mientras siguen siendo alimentados desde afuera y entrenados para que aprendan ciertas conductas que para ellos han sido confeccionadas hace varios siglos por malsanos imperios. ya conocidos desde hace varios siglos.


Afortunadamente, los ciudadanos del mundo despiertan y ha sido posible conocer mucho mas del saco de maldades que, arropado con mantos religiosos y destinistas, los imperios descargaron sobre un mundo que existía con unas características muy propias y distintas, como es el modo de vida colectivo y el respeto a la naturaleza, ambos no apreciables por los malsanos.


Algunos ciudadanos como Simón Rodríguez o Samuel Robinson como se hizo llamar después el Maestro del Libertador Simón Bolívar, tuvo mucha claridad y visión sobre lo que acontecía en aquel mundo de mas acá del atlántico y también del europeo, que no excluye a los anglosajones.


Tan seguro estuvo Simón Rodríguez de lo que pensaba, que hasta trazó sus ideas y muchas de ellas se referían al hecho muy preciso de aprender para que hagamos crecer al país e igualmente hizo referencia a lo que pareciera seguir siendo ignorado por los latinoamericanos y caribeños, valga decir, que seamos originales, que inventemos y, aparte de eso, escribió una idea que debe ser hoy día sentencia que debemos asumir todos, como cuando él decía que los gobiernos europeos son diferentes a nuestros gobiernos y los pueblos también somos distintos.


Es mas, como han dado a conocer y que todo parece coincidir entre pasado y presente, tenemos el caso de Argentina, nación que los ingleses han querido sepultar y apoderarse de ella, estando agarrados de Las Malvinas, unas islas que otra isla mayor como Inglaterra, dice ser su dueña, pese a que están a miles de kilómetros de Europa.




Y eso de que el nuevo mundo (¡El nuestro!) está muy lejano del viejo continente no es mentira. Pueden comenzar a medirlo geográficamente si creen que miento. La gran

mascarada se inició cuando desde la Europa decadente (incluidos los anglosajones) comenzaron a viajar a nuestras tierras. Ya antes lo habían hecho hacia el Asia. El asunto es que con las cartas y proclamas de creerse dueños de latinoamericanos y caribeños, además presuntamente de ser destinados por Dios. se dejaron caer por estos lados, hasta que en el caso nuestro, Simón Bolívar surgió y todos conocemos la historia que el Libertador de América sembró en este continente del sur y nadie podrá borrarla.


Aunque Simón Rodríguez haya dicho que nuestros países hayan sido colonos y sus ciudadanos le decían amén a todo lo que dijeran los representantes de la monarquía española, por otro lado expresó tiempo después que:


La América está llamada, si los que la gobiernan entienden, a ser el modelo de la buena sociedad, sin mas trabajo que adaptar. Todo está hecho, en Europa especialmente. ¡Tomen lo bueno, dejen lo malo, imiten con juicio, y por lo que les falte,. Inventen!”.


Y esa mascarada no fue complicada ni diseñarla ni ponerla en práctica y no es para menos, porque el Maestro del Libertador americano, había dicho para entonces, y pareciera que está vigente ese decir:


El mal de América es inveterado. Tres siglos de ignorancia y de abandono en el pueblo y de indiferencia en el gobierno, dan mucho qué hacer hoy a los que emprenden instruir, animar y poner en actividad. De todos los obstáculos que tienen que remover, la apatía es el mayor”.


Hoy día es honesto decirlo, la revolución bolivariana tiene en Simón Rodríguez y sus pensamientos una de sus raíces y principal eliminador de la mascarada, por ello juega rol importante la educación de los hombres y mujeres de Venezuela, porque ya es tiempo de dejar la apatía a un lado y hora de ser parte del colectivo de personas conscientes y así abandonar la inclinación por el individualismo y personalismo, que solo se mueve de acuerdo a sus intereses, cuando el interés mayor, como es la nación, es de todos.

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