Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



viernes, 6 de septiembre de 2024

La anarquía no debe devorarnos

 

Pedro Estacio

Titulo estas líneas de ese modo, a ver si asumimos un poco la conciencia de orden, respeto, equilibrio y la armonía en nuestras vidas porque, independientemente del azote que significan las inmorales, ilegales y bastardas mal llamadas sanciones del imperio, que no es mas que una agresividad madurada en el tiempo, y de lado el impacto pasado mortal del covid-19, algunos venezolanos asoman ciertas conductas que se muestran como irreflexivas y caóticas.

Sin enredar las cosas, paso a citar irregulares situaciones:

-Pocos individuos (hombres y mujeres) respetan las paradas de las unidades colectivas y por ello casi ni existen, salvo los puntos donde llega el Metrobus.

-Los semáforos con sus coloridas luces son irrespetados por hombres, mujeres y también por cualquier clase de autoridad.

-El agua brota constantemente de las tuberías dañadas que existen en muchas parroquias y sectores, mientras el líquido escasea en otros.

-El aseo urbano y domiciliario (mal servicio al menos en el Municipio Libertador)existe en algunos sectores y en otros; la calle es el depósito natural con sus contenedores atiborrados y unas cuantas pequeñas bonanzas que existen.

-El servicio eléctrico pese a las agresiones, debe ser muy optimizado en su funcionamiento, amén de ilustrar algunas publicaciones con sus telarañas no descifrables de cables.

-No pueden quedar afuera de esta lista de irregularidades las señales telefónicas ni de Internet, de las cuales la ciudadanía nunca recibe información de lo que ocurre y solo aceptan el reclamo sin dar mucha información.

-Debe ser impuesta en toda la nación, una política de reciclaje, lo cual apenas se aprecia como un experimento exótico en algunas ciudades.

-Hay que profundizar e informar a la ciudadanía todo lo que tiene que ver con el tratamiento y empleo de las aguas subterráneas, que debe haber bastante, al menos en la ciudad capital, porque imaginamos que baja mucho del Waraira Repano.

-Hay que evitar la caída de personas mayores a causa de las calles y aceras deterioradas desde hace años.

-Algunos sectores esperan por la iluminación, pese a las agresiones externas.

-Como no hay educación de calle, cualquier carencia existe en la ciudadanía y por ende prevalece una conducta caótica como la de los comerciantes informales que han tomado las principales avenidas y calles para realizar sus ventas.

-Eliminar todo daño en los bienes públicos entre los que se encuentran dispensarios, ambulatorios, hospitales, instalaciones pequeñas para hacer ejercicios, paredes, bancos en parques, postes chocados o doblados, alcantarillas rotas, etc.

-Acabar con la existencia de individuos en cargos públicos, que actúan simplemente como funcionarios, pero nunca como servidores públicos.

-Vigilar de modo permanente y atender las denuncias de la ciudadanía en sus quejas sobre el comportamiento de las autoridades policiales que, por la cuestión salarial, presuntamente extienden su cobro de vacuna por todos los que hacen comercio. Caen en estos comentarios, el accionar de grupos o colectivos que controlan la venta de alimentos.

-Evitar que las calles se conviertan en talleres mecánicos o en depósito de chatarras y aceras tomadas por vendedores de todo tipo, que dificultan el desplazamiento de las personas.

-Resolver los problemas que existen en el transporte público, el cual requiere organización, buena gestión y desarrollo tecnológico, expresado solo últimamente en el Metro de Caracas, pese a las agresiones de las ilegales e inmorales medidas que recibe.

La lista es mucho más larga de las conductas y circunstancias que, al fundirse entre sí, auspician o generan el caos en las grandes ciudades. Fundamentalmente hemos hecho referencia a Caracas, pero las mismas se repiten en otras ciudades del país. El listado, como señalo, es realmente grande.

No estamos seguros que eso le importe a los funcionarios, pero con seguridad preocupa a la gente honesta y a los servidores de la revolución bolivariana de Venezuela.

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