Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



domingo, 28 de julio de 2013

SIMÓN BOLÍVAR, UN BUEN ECONOMISTA




De una u otra forma el ser humano siempre ha estado ligado a ese hecho económico que está siempre presente en el desenvolvimiento de su vida y de quienes le acompañan.  Veámoslo de la manera mas sencilla que podamos, como es que siempre está en su mente la idea del dinero y de lo que le cuestan las cosas que requiere para llenar parte de su existencia, eso en el tiempo en el que sucede su adolescencia.
Cuando está en los albores de conseguir un empleo o ir a la universidad para hacer una profesión,  el hecho económico empieza a hacerse mas notorio, y entonces suele aparecer lo que es conocido con el nombre de presupuesto y el cual comienza a complicarle la vida al ser humano, porque éste lo ve como limitante y además comprende, mas bien entiende, que debe limitarse bien sea receptor de un aporte del presupuesto familiar en su calidad de estudiante y, en el caso de que sea trabajador, deberá, obligatoriamente comenzar a distribuir el ingreso que percibe por el pago de la jornada que presta semanal, quincenal o mensual. La distribución de sus ingresos tendrá que hacerla tomando en consideración  los gastos por concepto de comida, ropa, calzado, transporte, alquiler o compra de vivienda, etc.       
Tal consideración nos permite encontrarnos con las opiniones de Carlos Edsel González, Magister en Historia Económica y Social de Venezuela (Universidad Santa María), autor de “La Bandera Nacional, tres momentos estelares de su historia”  y Mario Concha Vergara, politólogo y ensayista, autor de “Neoliberalismo, miseria humana”, autores del libro Simón Bolívar: pensamiento económico y constitución del poder moral, en cuyo prólogo señalan que “…observando el fenómeno desde un punto de vista dialéctico, podríamos concluir en que todos somos economistas de una u otra manera; en especial cuando dependemos de un mísero salario, y al contar los billetes devaluados que quedan en nuestro bolsillo debemos decidir cuáles son nuestras prioridades entre, por ejemplo, ir a trabajo e bus o caminando, comprar pan o medicinas, etc. Es por es que creemos –al menos cuando se trata de economía familiar- que todos somos economistas. Así, se nos asoma la lógica pregunta de si una sociedad, nación o país se componen de la suma de las familias que los habitan y comparten, entonces, ¿acaso no es la economía nacional un problema, además de individual, colectivo?”.
Y luego, los autores continúan “Por otra parte, si miramos a la economía como una mera cuestión de praxis dela disciplina académica, ¿no será entonces cierto que los gobernantes –o al menos los buenos gobernantes- tienen que ser personas que sepan manejar  y entender los conceptos  económicos por el solo hecho de observar la realidad?”.
Como se trata de una publicación dedicada a Simón Bolívar Edsel González y Mario Concha ilustran sus puntos de vista señalando que, si bien Bolívar no había nacido cuando Adam Smith “La riqueza de las naciones” (que dará consistencia científica al liberalismo económico), es el venezolano quien antecederá a Karl Marx (1818-1883) “…en una serie de observaciones del comportamiento humano con relación a la economía”.
Y en ese sentido afirman que Bolívar era un economista desde varios puntos de vista; de seguidas ambos anotan sus afirmaciones:
“1) La ciencia tiene –dicen algunos académicos, y estamos de acuerdo con ellos- tantas definiciones como dolientes, o tantas definiciones como personas se dediquen a tal actividad, o tantas definiciones como personas haya interesadas en definir esta ciencia social. Entonces, si entendemos por economía o economía política (que en esencia es lo mismo) el estudio de las actividades que se realizan  en el intercambio por medio del dinero o del trueque, habremos demostrado que Simón Bolívar era un economista.
2) Si entendemos la ciencia económica como el estudio de la forma en que las personas o el Estado deciden usar recursos naturales y bienes creaos por la transformación mediante el trabajo, debemos aceptar que el Libertador era un excelente economista tanto en la teoría como en la práctica.
3) Si aceptamos que la ciencia económica es el estudio del uso y distribución de los recursos, tendremos que aceptar que el Libertador era un gran economista.
4) Y si aceptamos que la ciencia económica es la que tiene que estudiar la creación del bienestar social y lograrlo, Simón Bolívar también era buen economista”.
Carlos Edsel González y Mario Concha Verga hacen una definición de la economía mas acorde con el liberalismo económico a fin de apoyar sus puntos de vista, según la cual “Economía es el estudio de la manera en que las personas terminan por elegir, usando o no dinero, el empleo delos recursos productivos escasos que podrían tener usos alternativos para producir diversos bienes y distribuirlos para su consumo, entre diferentes personas y  grupos de la sociedad”. Y así, por lo que ellos exponen los lectores debemos aceptar que ese genio llamado Simón Bolívar aparte de ser buen militar, honrado administrador, extraordinario filósofo y político, fue un excelente economista que incluso se adelantó a muchos grandes estudiosos de la economía mundial.
Un observador estudioso carente de prejuicios  
Expresan los autores que el Libertador “tuvo la suficiente visión que tiene el observador estudioso, carente de prejuicios que desvía su acertado análisis científico, no solo para resolver los problemas económicos nacionales sino para buscar una solución al conjunto de los problemas económicos como alfarero, que si lo fue, de las nuevas repúblicas; las cuales podían queda sujetas al mercantilismo inglés o norteamericano, en lugar de poder  comerciar de igual a igual entre ellas, situación que se perfecciona en nuestros días mediante la ALBA”.
En opinión de los dos autores, para el genio de América, era altamente importante la búsqueda de una reconciliación los países desde el punto de vista  “productivo y mercantilista, pensando en que la naturaleza, bien usada era capaz de hacer, de todos los humanos, seres felices, sin que nuestras naciones pasaran a depender de las antiguas metrópolis europeas”.  
Bolívar fue un constructor
Indican que “…Bolívar –al contrario de muchos de nuestros modernos gobernantes- no estaba perdido  en el mar de las contradicciones económicas; por el contrario, creo juntas económicas, juntas de comercio y planificó la economía, efectuó censos, legisló sobre ecología, explotación minera, política fiscal, educación científico-técnica salvaguarda del patrimonio público etc. En otras palabras, él mismo fue creando la base científica y teórica basada en métodos científicos (tal como le había inculcado su maestro don Simón Rodríguez 1771-1854), de las relaciones económicas y políticas de las nuevas sociedades; pero, además, fue creando la estructura del Estado que garantizaría el desarrollo económico. Bolívar fue un constructor, todo lo contrario a lo que estableció Marx  mas tarde sobre el capitalismo moderno.  De tal manera, Marx diría años mas tarde, después de la muerte de Bolívar: “Las relaciones de producción son relaciones de destrucción”, pues estas alienaban al hombre que vendía su fuerza de trabajo, sin saber cuál era su resultado real. Bolívar pensaba diametralmente diferente pues creía que estas relaciones eran de creación republicana”.      
Para entusiasmar a los lectores sobre este punto de vista, los autores indican que “El Libertador siempre estuvo preocupado por el trabajo delas fuerzas del mercado; el ejemplo más visible es sin duda el estudio que hizo delas fluctuaciones de los precios internacionales del café. En carta al general José Antonio Páez (1790-1873) entre otras cosas dice: Pienso que el cultivo de café deberíamos sustituirlo por otro que fuera mas vendible”. Explican que tal opinión de Simón Bolívar se debió a la caída del producto en los mercados internacionales, asunto que para el momento no tenía solución y entonces planteaba la necesidad de sustituir el café por otro cultivo tal como añil, algodón, cacao, etc.
Simón Bolívar: pensamiento económico y constitución del poder moral   
EDSEL GONZALEZ Carlos y CONCHA VERGARA Mario H.
Colección
 Alfredo Maneiro
Serie
Pensamiento Social
Fundación Editorial El Perro y la rana
Marzo 2013
República Bolivariana de Venezuela