Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 19 de agosto de 2014

LA HISTORIA VENEZOLANA ES MAS ANTIGUA DE LO QUE USUALMENTE CREEMOS





La historia de Venezuela es mucho mas antigua de lo que usualmente creemos. Tradicionalmente, nos han enseñado a valorar solo el corto período de nuestra historia que corresponde a la inserción del territorio venezolano dentro del panorama occidental a partir de la presencia europea, según lo registra la Colección Memorias de Venezuela, de la Fundación Centro Nacional de Historia, en noviembre de 2012.
Sin embargo -sigue Memorias de Venezuela- nuestra historia indígena abarca muchos siglos mas de ocupación y desarrollo sociocultural.
El título del trabajo dice:

Antes de la invasión:
La Venezuela prehispánica.
Modelos para armar nuestro
pasado y presente indígena

Se hace necesario, antes de continuar, hacer algunas aclaratorias teóricas y metodológicas, sostienen los investigadores y de seguidas precisan: Es un grave error pensar a Venezuela, especialmente para el período prehispánico y su consecuencia histórica indígena posterior, como una sola y monolítica identidad adherida a un territorio.
Lejos de una etnicidad única -apuntan- , la formación de la población desde sus orígenes ha sido múltiple y cariada. Venezuela , como unidad nacional, debe ser vista precisamente a partir de su diversidad cultural y de su complejidad histórica, en relación con las diversas tradiciones que la constituyen, y en el marco de su específica conjunción en el contexto nacional (regional y local) y de las prácticas que la activan en la vida cotidiana del pueblo.
Refiere la publicación que aún cuando los límites territoriales nacionales actuales pueden en algunos aspectos corresponder a fenómenos naturales o culturales que se proyectan en el pasado lejano, responden principalmente a necesidades económicas y socio políticas establecidas a partir del proceso colonial. Sería arbitrario, entonces, imponer límites establecidos para la nación en períodos históricos posteriores a la comprensión de América antes de la presencia europea.
Nuestro espacio -comentan- debe ser entendido en su relación con el contexto continental y en constante interacción con los niveles nacionales, regionales y locales. Podremos incluso suponer que las raíces históricas primigenias de América Latina y la base de la unidad cultural latinoamericana y caribeña -piedra angular para la unión presente de las naciones de este sector continental- pueden encontrarse en los procesos de amplio alcance regional del período prehispánico (o preeuropeo, según el contexto nacional particular.

Y mas adelante indican que no realizarán un inventario de las distintas tradiciones y culturas establecidas para el pasado prehistórico venezolano, lo que equivaldría a repetir el error de describir una inmensa cantidad de rasgos básicamente cerámicos, que han servido para clasificar este período desde la perspectiva positivista histórico-cultural. Por el contrario, desarrollaremos algunos aspectos relevantes en el para la comprensión del pasado prehispánico venezolano desde una perspectiva social, destacando temas que consideramos cruciales para colocarnos en el contexto del proceso de formación cultural e históricoamericana.

Los primeros pobladores venezolanos: cazadores de grandes mamíferos

La publicación reseña que las primeras ocupaciones del territorio venezolano representan una de las mas tempranas del territorio americano con tecnologías únicas en todo el continente. Durante el período geológico conocido como el Pleistoceno Tardío, grupos humanos posiblemente provenientes del norte llegaron y se asentaron en la costa noroeste del territorio venezolano. Sitios como Taima-Taima en el estado Falcón -con el que están relacionados otros sitios en la región como Muaco o El Jobo- testimonian que los primeros ocupantes del territorio venezolano llegaron alrededor de 13.000 años A.P: Este período es conocido en la arqueología venezolana tradicional como Paleoindio.

Desde el Estrecho de Bering

La teoría del poblamiento temprano de América -siguen en la investigación- plantea que los primeros habitantes de nuestro continente arribaron desde Asia a través del Estrecho de Bering durante la Glaciación de Wisconsin I, hace aproximadamente al menos 24 .000 años A.P. -Algunos incluso se aventuran a plantear fechas de hasta 40 .000 años A.P.-
Estos grupos humanos -citan- eran cazadores especializados en la captura de grandes mamíferos pleistocénicos y migraron precisamente siguiendo el movimiento de su principal fuente de sustento a través de los corredores interglaciares de las Laurentidas, únicos espacios para este período que podían garantizar la subsistencia de animales tanto herbívoros como carnívoros.
Al llegar a las grandes planicies norteamericanas se especializaron en la cacería del mastodonte y desarrollaron una tecnología de puntas de proyectil de piedra como la Tradición Clovis. Gran parte de las teorías sobre el poblamiento del resto de América suponen que desde este foco se pobló posteriormente el resto del continente.
Sin embargo, los sitios venezolanos -redactan- son de gran importancia para entender el contexto continental, ya que contradicen esta teoría en, al menos tres sentidos. En primer lugar , la industria lítica percutida -fabricación de utensilios de piedra por percusión- que caracteriza a la costa occidental venezolana, conocida como Tradición Joboide, es distinta formalmente de la Tradición Clovis, lo que también pone en duda el supuesto origen Clovis del resto de las culturas americanas. En segundo lugar, son incluso mas antiguos que los hallazgos en el norte del continente lo que cuestiona la teoría de poblamiento aceptada. Y en tercer lugar, por ser mas antiguos y estar al sur del continente, podrían evidenciar otras posibles rutas u oleadas de migración de estos grandes cazadores.


Reseña la investigación que los antiguos pobladores de estas regiones falconianas coexistieron con grandes mamíferos actualmente extintos como el mastodonte (Haplomastodon guyanensis), megater io (Ermotherium rusconíi shaub) y el gliptoodonte (Glyptodon claviples owen, que representaban su subsistencia primordial. En sitios como Taima-Taima, se han encontrado puntas de proyectil asociadas con el Complejo El Jobo, con una antigüedad entre 12.980 y 14.200 años A.P. Que darían cuenta de esta forma de subsistencia.
Refieren que los instrumentos de piedra percutida de El Jobo, que toma su nombre de un sitio formado por un conjunto de terrazas aluvionales en la cuenca del río Pedregal, estado Falcón, presenta una ilustrativa secuencia de de la evolución y diversas variantes tecnológicas de estos primeros cazadores venezolanos. Esta compuesta por cuatro complejos consecutivos caracterizados por distintos tipos de artefactos elaborados principalmente en arenisca cuarcítica y asociados con diferentes estrategias de cacería. El primero Camare -aproximadamente entre 22.000 y 20.000 años A.P.- comprende grandes cuchillos, raspadores y percutores bifaciales polivalentes, los cuales pudieron haber sido utilizados en la cacería directa. Esta estrategia consistía en el aislamiento de la presa por un grupo de cazadores para darle muerte a golpes con artefactos de piedra enmangados o con palos afilados. El segundo es el complejo Las Lagunas -aproximadamente entre 20.000 y 16.000 aaños A.P., caracterizado por trianguloides y alargados instrumentos bifaciales de menor tamaño, utilizados en la cacería semidirecta y que iban engastados en lanzas y punzones.
Seguidamente -indica Memorias de Venezuela- se encuentra el complejo El Jobo -aproximadamente entre 16.000 y 9.000 años A.P.- en el que aparecen las distintivas puntas de proyectil joboides de forma lenceolada bifacial y de sección lenticular. La punta de proyectil en forma de dardo engastada en una lanza era utilizada con un propulsor que facilitaba la precisión y la velocidad en la perforación del animal. Con esta invención se abrió una nueva etapa de cacería a distancia con la cual el hombre comenzó a cazar en forma individual y a aprovechar nuevas especies de tamaño menor y mas veloces, tales como el venado y los roedores (además de la megafauna).
Finalmente, -anotan- en el Complejo Las Casitas -aproximadamente entre 9.000 y 5 .000 años A.P. , la punta de flecha con pedúnculo para ser ensartada en la lanza se agrega a los instrumentos anteriores. La cacería a Larga Distancia con arco y flecha facilitaron la captura de peces , aves y animales pequeños y coincidió con el inicio de los cambios climáticos que marcarían el inicio de la siguiente etapa en la historia prehispánica.