Pedro Estacio
La
revolución bolivariana y socialista de Venezuela, independientemente
de enfrentar la guerra imperialista desatada por el gobierno
corporativo de Estados Unidos Unidos y a la vez batallar con una gran
disciplina médica y una conciencia social altamente desarrollada
contra la pandemia del coronavirus, libra de igual modo y con
valentía, otras importantes luchas.
Y
una de esas luchas, quizá la mas determinante, ahora y para la
pospandemia, es la de ir creando sin pausas pero sin prisa y con una
muy vasta diversidad, la gran revolución bolivariana agropecuaria en
este continente, tan gigante que permita ampliar su radio y diseminar
su acción a los cuatro puntos cardinales.
¿Ello
qué significa?
Digamos
antes, que el uso, la producción de la tierra en nuestra geografía,
tiene un fuerte antecedente histórico y legal que el Libertador
Simón Bolívar dejó muy claro en un decreto del 20 de mayo de 1820,
que fue emitido en la ciudad Rosario de Cúcuta.
Según
escriben Carlos Edsel González y Mario Concha Vergara en Simón
Bolívar: pensamiento económico y constitución del poder moral “En
el plano económico , Bolívar consideraba de mucha importancia la
tenencia de la tierra. Se puede decir que estableció con rango real
la primera reforma agraria de América y de mundo”.
Una
historia que hoy tiene
vida
Añaden
Edsel y Concha que “El Libertador poseía un gran sentido social, y
a la vez consideraba que el campo en manos de sus dueños naturales
podría ser mucho más productivo, y que además, como creía en la
necesidad de preservar los recursos naturales, en especial árboles,
es que decide corregir los abusos introducidos en Cundinamarca,
devolviendo la tierra a los aborígenes, quienes pasaban a ser los
verdaderos propietarios de acuerdo, con las leyes republicanas.
Simón
Bolívar, Doctrina del Libertador, publicación de la
Biblioteca Ayacucho, que publica el contenido de decreto de Bolívar,
nos permite transcribir el Art. 3 del citado decreto el cual dice que
“Integrados los resguardos en lo que se les haya usurpado, los
jueces políticos repartirán a cada familia tanta extensión de
terreno cuanto cómodamente pueda cultivar cada una, teniendo
presente el número de personas de que conste la familia y la
extensión total de los resguardos”.
Diecisiete
artículos tiene el citado decreto y, como refieren Edsel y Concha
“Este decreto agrario era tan perfecto que prohibía a las
familias poseedoras de tales tierras arrendarlas sin el conocimiento
de un juez, con el fin de evitar los abusos de los terrófagos, y
evitar así, también, la emigración campesina a los
centros poblados. Y si los indígenas lograba arrendar un lote
de tierra, una parte debía ser considerada para pago de tributos”.
Tal era
el interés del caraqueño por la agricultura, que emite un nuevo
decreto al día siguiente, es decir, el 21 de mayo de 1820, destinado
a crear en cada una de las capitales de la provincia de entonces, una
denominada Junta Provincial de Comercio cuyo objetivo era el de
“promover la agricultura en todas sus ramas y procurar el aumento
y mejoras de la cría de ganado caballar, vacuno y lanar”.
Bolívar
promovía la educación científica y la exportación
Un
detalle interesante en en torno a esa vida tan activa, visionaria y
creadora que tenía Simón Bolívar, nos muestran los autores Edsel y
Concha en su libro, al escribir el interés que tenía el Libertador
no solo por la masificación de la educación, sino por el “énfasis
en la educación científica pues veía que el estancamiento
económico nacía, precisamente, en el atraso científico-técnico,
que hacía a nuestras naciones sumamente dependientes de Europa,
creándose así un verdadero talón de Aquiles para el desarrollo
económico”.
Pero hay
mas en ese otro decreto del Libertador del 21 de mayo de 1820, ya
que en el mismo era planteada una novedad para aquel tiempo, como lo
era que los propietarios motivaran a que fuesen cultivados productos
de exportación agrícola como café, cacao, algodón, añil y
granos. Simón Bolívar entendía que a través de la exportación
podía financiar los gastos o deudas de la guerra y con los
excedentes motorizar profundas transformaciones.
También
nos indican los escritores que en el decreto era auspiciado el
fomento de la industria al otorgar premios a quienes inventaran
cualquier arte que las ayudara. “Esta idea es, sin duda, un
adelanto a la teoría de la organización moderna y un paso anterior
al taylorismo y al leninismo en materia de incentivos y de emulación
laboral en las modernas fábricas de la era industrial ya
fallecientes. Esta idea de Bolívar es sumamente revolucionaria y la
historia no le ha dado la preponderancia que le corresponde, pues el
aumento dela productividad en las sociedades mas avanzadas se
basaría, precisamente, mas tarde, en este concepto bolivariano de
premiación y emulación de los trabajadores de la producción. Henry
Ford (1863-1947) y Federico Winslow Taylor (1856-1915) asumirían
sin rubor estas revolucionarias teorías bolivarianas, que aquí en
América, debido la ceguera de la dirigencia pasaron desapercibidas”.
En
ruta hacia la transformación
Prácticamente,
en el Segundo Plan socialista de desarrollo económico y social de la
Patria, está bastante bien definido, el camino de la Venezuela
pospandemia y es que en el mismo está marcado como un objetivo
nacional el sector agrícola y pecuario en su gran magnitud.
Como
dirían algunos venezolanos, “ahí no hay pele”, porque es
precisamente en ese campo tan potencial que tiene la nación
bolivariana, bañada por cientos de ríos increíbles, como el
Orinoco, el Apure, el Meta, Uribante, Chama, Portuguesa, Arauca,
Tocuyo, el Limón y muchos mas, donde la nación está completamente
apropiada a la producción agrícola y pecuaria, la cual, con sus
derivaciones estructurales, forma parte del desarrollo de Venezuela y
que, para 2021 en adelante toda su producción alimenticia nada
tendrá que ver con la importación.
Con las
agresiones recibidas, Venezuela experimenta hoy día un alto
crecimiento de su conciencia ciudadana y una potencial e inclinada
conducta hacia la creación de todo cuanta producción sea posible
generar en su propio patio, de todo lo que debió importar en el
pasado. El cambio hacia la transformación ya está dado en la tierra
de Simón Bolívar, cuya revolución auspician y dirigen y participan
todos los ciudadanos, siguiendo como nunca el legado de sus
libertadores y forjadores.
SIMÓN BOLÍVAR:
pensamiento económico
y constitución del poder
moral
EDSEL GONZÁLEZ Carlos
CONCHA VERGARA Mario H.
Colección Alfredo Maneiro
Fundación Editorial El perro y rana 2012
DOCTRINA DEL LIBERTADOR
BIBLIOTECA AYACUCHO
COLECCIÓN CLÁSICA 2009