Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



sábado, 25 de julio de 2015

GRANDE EL ESPÍRITU DEL LIBERTADOR



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En la entrega  anterior indicamos que les daríamos a conocer,  a los lectores, una segunda parte  sobre el carácter moral del Libertador Simón Bolívar y del cual escribió Luis Perú de Lacroix en el Diario de Bucaramanga y como también señalé, respetamos la forma idiomática, esa ortografía, tal cual como fue escrito ese  29 de mayo de 1828 en los manuscritos.
De Lacroix reseña  a Bolívar “… como hombre público y como hombre privado: no separo nada, todo va mesclado hasta con algunas repeticiones que no juzgo superfluas, sino como una sucesión de sombras necesarias que hacen resaltar  mas el principal sujeto del cuadro; lo ponen mas en evidencia y lo muestran en todas situaciones”.
Jenio, caracter, usos y costumbres de Bolívar    
Cuenta Luis Perú de Lacroix que “La actividad de espíritu, y aun de cuerpo, es grande en el Libertador, y lo mantiene e una continua ajitación moral y física: al que lo viese y observare en ciertos momentos, sin conocerlo, creería ver a un loco.- En los paseos á pie que hacemos con el, su gusto es algunas veces, de caminar  muy aprisa y tratar de cansar lo que los acompañan; otras ocasiones, se pone a correr y á saltar tratando de dejar atrás a los demás; los aguarda entonces y le dice que no saben correr. En los paseos a caballo, hace lo mismo; pero, todo esto lo practica cuando está solo con los suyos, y no correría á pie, ni haría sus brincos si pensara ser visto pr alguno extraño. Cuando el mal tiempo impide aquellos paseos, S.E. se desquita en su hamaca, meciéndose con velocidad, ó se pone á pasear á grandes pasos en los corredores de su casa, cantando algunas veces, otras recitando versos, ó hablando con los que pasean con el.- Cuando discurre con alguno de los suyos, tan pronto muda de conversación como de postura; parece entonces que no hay nada de seguido, nada de fijo en el. Que diferencia hay en ver á S.E. en una reunión particular, en una concurrencia de etiqueta, ó verlo entre sus amigos de confianza y sus Edecanes. Con estos parece igual á ellos, parece el mas alegre y algunas veces el mas loco. En tertulia  particular con jente extraña y de menos confianza, tiene la superioridad sobre todos pr sus modales fáciles, agradables y de buen gusto; pr lo vivo e injenioso de su conversación, y pr su amabilidad. En un reunion de mas etiqueta, su dignidad sin afectación, sobresale su tono de hombre3 de mundo, sus modales distinguidos, lo hacen pasar por el mas caballero y por el hombre el mas instruido y mas amable de todos los del concurrencia”.
El Libertador, un hombre de extrema viveza    
Narra el autor del Diario de Bucaramanga que “La  cólera del Libertador es siempre poco duradera: algunas veces es ruidosa, otras silenciosas, y en este último caso dura mas, y es mas seria: en el primero la pasa sobre algún criado  de su casa regañandolo, ó echando á solo algunos Cxxx. –A veces, sin estar colérico, S.E. es silencioso y taciturno: entonces tiene algún pesar, ó proyecto en la cabeza, y hasta que haya tomado su resolucion, que comúnmente es propia, no se le pasa el mal humor, ó la inquietud que manifiesta tener”.   
“En todas las acciones del Libertador – sigue en su escritura- en su conversación se ve siempre, como he dicho,  una extrema viveza: sus preguntas son cortas y concisas; le gustan conversaciones iguales, y cuando alguno sale de la cuestión, le dice, con una especie de impaciencia, que no es lo que ha preguntado: nada de difuso le gusta.-Sostiene con fuerza, con lógica y casi siempre con tenacidad su opinión: cuando llega á desmentir algún hecho, alguna cosa dice: ¡No señor, no es asi, sino asi…! Hablando de personas que no le agradan y, que desprecia, se sirve mucho de esta expresion: ¡Aquel, ó aquellos Cxxx!- Es muy observador, y nota hasta las mas pequeñas menudencias: no le gusta el mal educado, el atrevido, el hablador, el indiscreto y el descomedido; y como nada se le escapa, tiene placer en criticarlos, ponderando siempre un poco aquellos defectos”.      
Un hombre aseado y bien vestido
Va mas a fondo Perú de Lacroix y nos dice en el conocido Diario que “El Libertador se viste bien y con aseo: todos los días  ó por lo menos cada dos días se afeita, y lo hace  el mismo: se baña mucho, cuida sus dientes y el pelo. En esta villa va siempre vestido de paisano. Las botas altas, ó á la escudera, son las que usa con preferencia: su corbata es siempre negra, puesta á lo militar, y no lleva  sino chaleco blanco de corte militar. Calzones de igual color, levita ó casaca azul, sombrero de paja”.            
 
Sorprende la lectura del Diario de Bucaramanga pues nos permite descubrir interesantes características en Simón Bolívar,  como saber que el Libertador utilizaba muy bien ambas manos.
“S.E. es ambidextro; se sirve  con la misma ajilidad de la mano izquierda  como de la derecha; lo he visto afeitarse, trinchar y jugar al billar con ambas manos, y lo mismo hace con el florete, del que juega muy regularmente pasandolo de una mano ala otra. Hé sabido que en algunos rencuentros repentinos, en que se há hallado envuelto, ha peleado con ambas manos y que teniendo la derecha cansada pasaba el sale en la izquierda; su primer edecan, el jeral. Ibarra, me há asegurado haber visto obrar asi en unas refriegas que hubo en la derrota de Barquisimeto en Nove del año 13, que fue la primera que había tenido el Libertador y en la de la Puerta del año 14”.    
Y en lo que concierne a vicios, este soldado americano no soportaba, en lo absoluto, unos cuantos. Escribe de Lacroix que “El Libertador no fuma ni permite que se fume en su presencia; no toma polvo. Y nunca hace uso de Aguardiente u otros licores fuertes. En el almuerzo no toma vino, ni tampoco se pone en su mesa dha. Bebida, a menos de un caso  extraordinario. En la comida toma dos o tres copitas de vino tinto de bordeus, sin agua, ó de madera, y una o dos de champaña. Muchas veces no prueba el café.- Come bastante en el almuerzo como en la comida y hace uso de mucho aji o pimientas; pero prefiere lo primero. Me acuerdo un cuento que nos refirió  respecto al aji. En el Potosi –nos dijo un día el libertador.- en una gran comida que me dieron, y por lo cual se gasto mas de seis mil pesos , se hallaban muchas Señoras; repare que varias de ellas, y particularmente las que estaban á mi lado no comían pr que todo le parcia sin sabor  pr motivo que no se había puesto aji en los guisados, como es costumbre hacerlo en aquel país, por miedo que á mi no me  gustare: yo pedi entonces, y al momento se puso  aji en toda la mesa, y todos comieron con mucha gana. Vi algunas Sras. Que lo comian solo con pan”.
De Lacroix habla de las preferencias del Libertador y nos dice que “…come de preferencia el arepa de mais al mejor pan; come mas legumbre que carne: casi nunca prueba los dulces, pero si muchas frutas.- Antes que sentarse en la mesa, pasa siempre una vita disimulada de ella haciendo componer lo que no haya en orn. Le gusta hacer la ensalada, y tiene el amor propio de hacerla mejor que nadie: dice que son las Sras. que le han dado aquel saber en Francia.    
Con mucha decencia y respeto en la Iglesia
“Hé dicho yá que el Libertador sabe tomar un tono de dignidad, de que se reviste siempre que se halla con personas de poca confianza, ó mas bien con las que no están e su familiaridad; pero que se desembaraza de el cuando está con los suyos.- En la Iglesia se mantiene con mucha decencia y respeto, y no permite que los que van con el se aparten  de aquella regla. Un dia notó que su medico el Dr. Moor, estando sentado tenia una pierna encima de la otra, y le hizo decir con un Edecan que era indecente el cruzar las piernas en la iglesia y que viera como el tenia las suyas. Lo que su E. ignora,  estando á misa es cuando debe ponerse de rodillas, tenerse en pie y sentarse: nunca se persina: algunas veces habla con el que esta á su lado, pero poco y pasito-                
Escribe este militar que “Las ideas del Libertador son como su imajinación, llena de fuego, orijinales y nuevas; ellas animan mucho su conversación y la hacen muy variable. Es siempre con un poco de exajeracion que su S.E. alaba, sostiene ó aprueba alguna cosa; lo mismo sucede cuando critica, condena o desaprueba.- En sus conversaciones  hace muchas citaciones, pero siempre bien escojidas y propias.-Voltaire  es su autor favorito, y tiene en su memoria muchos pasajes de sus obras, tanto en prosa como en verso, conoce todos los buenos autores franceses que sabe apreciar  y jusgar: tiene algún conocimiento jral de la literatura Italiana, Inglesa y es muy versado en la Española”.
Y mas adelante al finalizar lo escrito ese dia, Luis Perú de Lacroix nos dice que “Es mucho el gusto del Libertador en hablar de sus primeros años, de sus primeros viajes y de sus primeras campañas: de sus antiguos amigos y de sus parientes.- Su carácter y su espiritu son mas por la critica que por el elojio; pero nunca sus criticas ó sus elojios faltan de fundamento y de verdad: solo pueden tacharse algunas veces de un poco de exajeración. No hé oído todavía salir una calumnia de la boca de S.E. Es amate de la verdad, de la heroicidad, del honor, de las consideraciones sociales y de la moral publica: detesta y desprecia todo lo que está opuesto a aquellos grandes y nobles sentimientos.   

viernes, 24 de julio de 2015

Simón Bolívar, el Libertador que anda por las calles




Escribir en estos días sobre el Libertador Simón Bolívar es hacerlo de una persona que vive aunque haya nacido 232 años antes, porque nos referimos a un ser que anda por las calles, se sonríe con el resto de sus paisanos, se detiene en una esquina y habla de la revolución que llevan adelante bolivianos, cubanos, ecuatorianos, nicaragüenses y venezolanos.
Pedro Estacio

Este párrafo inicial interpreta lo que se escucha en las voces de millones de personas, no solo en Latinoamérica sino en el resto de mundo cuando elevan el tono y gritan:

¡Alerta, Alerta!
¡Alerta que camina!
¡La espada de Bolívar por América Latina!

Este sentimiento nos hace ir hacia los comentarios que hizo el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, el 28 de octubre de 2005, durante la Declaratoria de Venezuela como Territorio Libre de Analfabetismo y que están registrados en el Diario de Bucaramanga que redactó el francés Luis Perú de Lacroix, importante personaje del séquito del Libertador.
Y acá hay un fragmento, una parte que se desconoce del Diario de Bucaramanga, con Bolívar ya muy enfermo conversando  con Perú de Lacroix, y subrayé algunas cosas para compartirlas con ustedes en este día de júbilo robinsoniano. Uno leyendo esto, en la soledad de la madrugada, casi llega a sentir… ¡casi no! uno llega a sentir el dolor, el dolor nunc comparable al dolor real que vivió Bolívar, pues Bolívar vivió sus últimos meses cargando un millón de dolores y un millón de cruces. Echado de aquí, echado de Bogotá, traicionado, satanizado, se moría y se quería morir. Le dice a Perú de Lacroix un mañana: “Sepa Usted, mi querido Lacroix: Yo no nací para la felicidad. ¡No! – dijo en tono grave contrayendo  el rostro y mirándome fijamente con sus ojos vidriados llenos de fiebre- ¿Pero cómo pude ignorar este destino mío?  A los nueve años quedé huérfano de padre y madre y a los diecinueve, viudo.

¡La felicidad no s para mí, No! Y ahora aquí está mi cuerpo, vea usted, sólo huesos y calenturas terribles que agotan mis fuerzas; la tos me desgarra por dentro como un tridente y ese maldito estreñimiento…Veinte años en guerras y escabrosos triunfos. Y ahora totalmente desengañado de la gloria”.     
Agreguemos mas líneas sobre el Libertador Simón Bolívar, escritas por Perú de Lacroix y quien hace un retrato sobre el gran inmortal visionario que fue el guerrero suramericano.

Retrato moral del Libertador   (*)

Nació el jeneral Bolívar, con un jenio fecundo y ardiente; con una intelijencia inmensa y relativa al órgano cerebral que le dio la naturaleza.- Una primera educación, no brillante, pero cuidada y de caballero, desarrolló temprano aquellas facultades naturales; las dobló a todos los conocimientos y las dirijió hacia todas las instrucciones y luces: así es que el talento y el espíritu del Libertador son cultivado y auxiliado  con una memoria extensa, han podido abrasar  fácilmente y exercitarse a la vez  sobre las ciencias, las artes, la literatura, y dedicarse mas profundamente a los principios ó ciencia política y el arte de la guerra; como igualmente al arte oratorio y al de escribir en los diferentes estilos que debe emplear el hombre de estado, el militar, el hombre privado.
El Libertador tiene enerjía; es capaz de una resolución fuerte y sabe sostenerla. Sus ideas nunca son comunes, siempre grandes, elevadas y orijinales. Sus modales son afables y tiene el tono delos Europeos de la alta sociedad. Practica una sencillez y modestia republicana, pero tiene el orgullo de una alma noble y elevada; la dignidad de su rango, y el amor propio que dá  el merito y conduce el hombre á las grandes acciones: su ambición es p° la gloria,  su gloria es la de haber liberado diez millones de individuos y haber fundado tres repúblicas.- Su jenio es emprendedor y une á esta calidad, una grande actividad, mucha viveza, infinitos recursos en las ideas y la constancia necesaria para la realización de sus proyectos. Es superior a las desgracias al infortunios y a los reveces; su filosofía lo consuela y su espíritu le suministra medios p° repararlos: sabe aprovecharse y valerse de ellos, cualesquiera que sean; su política  no perdona ningunos, pero como conoce a fondo el corasón humano, sabe dar ó negar su

estimación á los instrumentos de que se á valido según el móvil q los ha movido.
Es suceptible de mucho entusiasmo: como hombre político se le pude culpar de su grande y constante jenerosidad: su desprendimiento iguala este ultimo sentimientos.
Es amante de la discusión; domina en ella por la superioridad de su espíritu; pero se muestra  algunas veces demasiado absoluto, y no es siempre bastante tolerante con los que lo contradicen. Desprecia la vil lisonja y los bajos aduladores: la crítica  de sus hechos  lo afectan; la calumnia  contra su persona lo irrita vivamente, y nadie es mas amante de su reputación, que el Libertador de la suya.
En bondad tiene el corason mejor que la cabeza; la ira nunca es duradera en el ; cuando esta se manifiesta se apodera de la cabeza y nunca de corasón, y luego vuelve este á tomar su imperio, destruye al instante el mal que la otra ha podido hacer.
Estos son los tipos jrales y principales  del ser moral de Libertador; pero p° para hacer  conocer a fondo su persona faltan todavía una señas  particulares y detalladas sobre su carácter, costumbres y usos que pienso describir mañana para que quede completo el retrato del Libertador. (**)     

DIARIO DE BUCARAMANGA
DE LACROIX,  Luis Perú

(*) Estas líneas son traducción exacta de los manuscritos de año de 1828 (con la grafía de la época), que han sido respetados por los editores, de esta publicación del año 2010 del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información de Venezuela.   
(**)Como se trata de que las señas a las que se refiere Luis Perú de Lacroix  constituyen un texto mayor, pues haremos una segunda entrega.