Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



sábado, 6 de febrero de 2021

La insaciable sed de riquezas

Pedro Estacio 

 

 Los multimillonarios del mundo, vuelven a intentar en este comienzo de año del 2021 -lo vienen haciendo cada vez mas en sus reuniones de Davos-, de vender la idea de que ellos, los mas ricos, ese empresariado global que maneja el gran capital, aspiran mejorar las condiciones de la economía en este planeta, pero lo que logran mostrar es su desesperación frente a los cambios que, tarde o temprano vendrán.


Y pese a que se vean muy preocupados por la presente pandemia, en realidad no van a intentar disminuir sus ganancias y sencillamente venden posibilidades de que el accionar del capitalismo sea un poco menos violento de lo que es. Por eso siempre es bueno recordar lo que decía el maestro Simón Rodríguez (el “Sócrates de América” como le llamó el Libertador), en su época, pero que cada día mas tiene vigencia; este intelectual comentaba que “ La enfermedad del siglo es una sed insaciable de riqueza”.

 

Ignoramos cuando la sed insaciable de riqueza logrará saciar a ese 1% de ricos que  controlan el planeta, pero no cabe duda alguna que el vivir sediento nada tiene que ver con la felicidad, con la paz ni con el vivir bien, sino con una angustia permanente, bien por obtener mas o por perder lo que se tiene.

 

Esa insaciable sed, que no es exclusivamente por la riqueza en efectivo, sino también por otros recursos como petróleo, oro, diamantes, plata, tierras, inmuebles, acciones y quien sabe que otros denominados bienes, no ha estado tampoco alejada de Latinoamérica por cuanto a partir de 1492 hubo una invasión de seres, soñadores, aventureos, algunos arribistas y delincuentes otros, quienes soltaron en nuestra región, un lastre no deseado que salpicaría y afectaría desde entonces la vida en Latinoamérica.

 

Ese lastre ha hecho nido en la oligarquía de esta sureña región latinoamericana y a su vez viene empalagando a parte de la clase política, a cierto sector identificado como la Derecha y que controla -no gobierna- a ciertas naciones. Y ese estorbo moral, como también califican al lastre, es posible verlo en esos momentos en que la pandemia del Covid-19 cae como lluvia en algunos de nuestros países.

 

¿Qué se ha escuchado luego de esa lluvia mortal? Pues que es una simple gripe nada dañina, mientras las víctimas caen y saturan los hospitales; que mientras unos esperan que les llegue la vacuna, otros presuntamente las toman para salvar las vidas de sus familiares y otros mas comienzan a vender ciertas medicinas que resultan ser inócuas y algunas, en diferente latitud, parecen eliminar las vidas y en otras localidades generan una especie de estampida, un correr para vacunarse como en Estados Unidos, conducta  que actualmente está siendo definida como  un “turismo Covid-19” y en el mentado turismo, la estampida de los estadounidenses es hacia los estados a donde están llegando algunas vacunas para combatir el Covid-19, Una situación como desesperada por no perder la vida, pero que al fin y al cabo genera angustias en unos y mucha riqueza para los productores y vendedores de algunas vacunas.

    

Hombres libres y dignos


Pedro Estacio

 

¡Tierra y hombres libres! Lo que decía Ezequiel Zamora, debe ser la consigna no solo de todos los venezolanos, sino de Latinoamérica entera, maltratada, ignorada su población y depredados en su mayoría desde que españoles y otros europeos se dejaron caer por las tierras de gracia de la nueva región del mundo, un deber ser que permanece suspendido en el recuerdo de la mayoría de las naciones y que hoy padecen una gran pobreza, mas que económica mental y espiritual de lo cual se siguen aprovechando las corporaciones económicas y políticas.

 


Esa consigna, como ya es natural, es bien entendida y comprendida por los seguidores de la revolución bolivariana. Es un himno de pocas palabras pero muy bien interpretado y del cual el creador de la nueva revolución, Comandante Hugo Chávez, nunca se cansó de repetir y de recordar, mientras estuvo vivo, que el sentir zamorano formaba parte del arbol de tres raíces de la revolución bolivariana.

 

Es interesante saber que Ezequiel Zamora, cuyo actuar en contra de los desmanes de la oligarquía, recibió de este sector calificativos de desalmado, sucio, forajido, criminal y otros que hacen recordar los que le hicieron a Hugo Chávez Frías poco antes de ganar las elecciones. Ambos gladiadores, porque en efecto lo fueron, simplemente batallaron por representar y defender a un pueblo carente de beneficios, a un pueblo ofendido por los desmanes de los ricos. Zamora un honesto comerciante, pulpero, negociante en ganado y Chávez, otro hombre honesto, militar, carente de fortuna y unidos en tiempos diferentes, por una vocación y el deseo por rescatar las conquistas de Simón Bolívar. 

 

Hombres libres y dignos constituyen un canto que sigue resonando a lo largo y ancho de Venezuela, cada vez mas fuerte, hoy precisamente cuando la nación continúa siendo agredida a través de una guerra inmoral, inmisericorde, brutal, que golpea fuertemenrte al pueblo de variadas formas por parte del imperio estadounidense, sus aliados europeos y los  lamentables y gobiernos pro-oligarcas tanto venezolanos como de otras naciones de la América Latina.

 

El canto de hombres libres y dignos despierta cada mañana a los venezolanos, una raza que no es blanca, indígena ni africana, sino que es una integración, una unión genética con tres orígenes que ha generado un linaje mágico capaz de sortear las dificultades que intenten interrumpir su natural evolución. 

 

Otro pensador de la vida, el sabio filósofo americano que fue Simón Rodríguez, representa también un sentir dentro del árbol de tres raíces de la revolución bolivariana de Venezuela que hoy enfrenta las dificultades.  El fallecido profsor Alfonso Rumazo González, registra en su libro Ideario de Simón Rodríguez, las siguientes líneas que aparecen en La Defensa de Bolívar:

 

La América está llamada, si los que la gobiernan lo entienden, a ser el modelo  de la buena sociedad, sin mas trabajo que adaptar. Todo está hecho, en Europa especialmete. ¿Tomen lo bueno, dejen lo malo, imiten con juicio, y por lo que lesfalte, inventen!    

¿Qué podemos hacer los venezolanos?

 Pedro Estacio

 

A veces los venezolanos no nos damos cuenta de lo que somos capaces de hacer y quizá por ello, estamos observando como hay todo una gran movilización en los medios de comunicación, destinados a “vender” la idea de que podemos ser emprendedores, cuando toda la vida los nacidos en esta tierra han sido emprendedores, como lo fue Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Simón Rodríguez y un eminente número de pensadores, pero que han venido emprendiendo ideas destinadas a la liberación, la soberanía, la igualdad, el respeto, la identidad y mucho mas, que nunca tuvieron frente a sus narices, un emprendimiento de mercado.




 

Claro que se entiende lo que debemos hacer, pero no pueden venderle a la gente la idea de un emprendimiento como si se tratara de la última empanada con carne de venta en la playa. Cuando el maestro Luis Zambrano dio luz a un poblado en el estado Mérida y prácticamente sin ayuda oficial, lo que hizo fue un emprendimiento. Nuestros emprendedores han tenido un tinte especial, el de la solidaridad social, que está completamente alejado de ese mercado capitalista, que al fin y al cabo de eso se trata el manejo del emprendimiento que manejan los medios esta época.

 

Por supuesto que tenemos cosas por hacer, como producir motores y todo tipo de equipos y repuestos para igual variedad de transportes.Tenemos que producir herramientas para evitar ese violento jaqueo que le hacen a nuestros sistemas eléctrico y de señales telefónicas, satelitales e internet. Auspiciar que nuestros investigadores científicos investiguen y produzcan en base a lo que necesitamos en la realidad. Lograr que nuestros estudiantes sean productores natos, que hagan tesis productivas. Que nuestros recursos humanos expertos en petróleo, petroquímica, aluminio y otros materiales, produzcan soluciones, artículos aguas abajo. Que podamos aprovechar las energías solar, del viento y la que produce el mar.

 

No es un asunto exclusivo de emprender lo que siempre se ha hecho en el país, sino de lo que hemos importado siempre y hay que dejar de importar.Las universidades con sus laboratorios y los demás centros de investigación tienen mucho que hacer al respecto. Hacer todo tipo de equipos con las últimas tecnologías para los mas variados sectores  como aéreos, marinos, terrestres, educativos, de salud y para los hogares.

 

Tenemos que hacer crecer nuestra producción en todos los recursos naturales que tenemos; nada de venderlos todo para comprar lo que no producimos. Eso debe quedar atrás. Ahí tenemos el petróleo, cemento, aluminio, hierro, niquel y otros productos, la cuestión es pensar en productos derivados y hacerlos. Y todo esto sin mencionar lo que puede dar el sector agropecuario y la acuicultura. Hay miles de cosas que podemos hacer los venezolanos y es tiempo de hacerlo, sin caer en el viejo vicio de la promoción publicitaria y el permanente anuncio de cosas que nunca son hechas.