Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



viernes, 28 de octubre de 2016

La Constitución Bolivariana, un diseño de sus habitantes





No es un texto creado en una habitación aislada por individuos con intereses muy específicos y ajenos a sus habitantes. Fue el trabajo de una población llena de sueños, aspiraciones y deseos.    
 

 
Entender la Constitución Bolivariana de Venezuela es mucho más fácil de lo que cualquiera pudiera imaginarse y de hecho, el mejor ejemplo de ello está constituido por la expresión del pueblo en las calles, que suele manejarla como si la considerara su libro de consulta preferido.
La Constitución Bolivariana de Venezuela o Carta Magna como solían decirle durante los años de la democracia representativa o gobiernos del Pacto de Punto Fijo, ha dejado de ser un texto de exclusiva consulta para estudiantes y profesionales del Derecho.
Hoy está en manos de una gran mayoría de los venezolanos quienes suelen esgrimirla como un ariete en momentos en los que pudieran sentir que algo pareciera no andar bien en la República Bolivariana.  Ejemplos de lo que hablamos ocurrieron en Abril de 2002  y, más recientemente, en Octubre de 2016, fechas en las que la ciudadanía venezolana ha sido testigo de dos intentos de golpe de Estado, el primero contra Hugo Chávez y el segundo en contra de Nicolás Maduro, ambos presidentes constitucionales electos legítimamente por la población venezolana.
Pero decimos que es un texto fácil de comprender porque, precisamente la Constitución fue elaborada a partir de la convocatoria que el Presidente Hugo Chávez le hiciera a la ciudadanía, luego de ser electo como presidente de la nación el 6 de diciembre de 1998.  Fue el primer decreto firmado por el Comandante Chávez. En abril de 1999 los venezolanos aprobaron la realización de una Asamblea Constituyente y en agosto de ese mismo año, en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, UCV, la Asamblea Nacional Constituyente se instalaba, con lo cual marcaba un hito histórico en el país.
Los responsables de ejecutar esa importante tarea y de construir el nuevo texto constitucional fueron 131 personas que resultaron electas por votación popular. Los representantes de tendencia revolucionaria obtuvieron 125 puestos mientras la oposición obtuvo 6. Los constituyentes fueron agrupados en 21 Comisiones Permanentes las cuales recogieron las propuestas de los movimientos y /o organizaciones sociales y de la población organizada para la nueva Constitución.
La Constitución Bolivariana nacía así  al calor de las opiniones de los habitantes de Venezuela, emocionados en su gran mayoría pues con sus corazones y conciencias habían aportado sus ideas y opiniones para la creación de la norma mayor que regiría la vida de la sociedad venezolana en transformación. 
Y decía que no tiene nada de complicada entenderla porque no se trata de un texto creado en un bufete  por cinco o seis individuos con intereses muy específicos, que nada tienen que ver con los intereses de la sociedad mayoritaria, es decir, con las personas que habitan el país.
Como escribió en su prólogo el abogado, Doctor en Estudios Literarios, reconocido poeta y Premio Nacional  de Literatura, Gustavo Pereira, la nueva constitución ha tenido como objetivo fundamental, “…establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y centralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho  a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide  la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos , la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización  de la sociedad internacional , el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad”.

 
En estas líneas anteriores, puede decirse con claridad y sencillez, están resumidos sueños, aspiraciones y deseos de buena parte de los hombres y mujeres de este planeta, de esta humanidad afligida todavía de privaciones.
Y por ello, lectores del mundo, es que los venezolanos lucharán y perecerán pero jamás claudicarán –como lo dicen en cada oportunidad que pueden- después de haber llevado esos sueños y deseos a configurar el gran texto que guíe y oriente sus vidas.
Y pese a que una mitad de los nacidos en Venezuela pereció en las luchas independentistas y luego, liderada su gente por Simón Bolívar obtuvo la deseada independencia, en la Constitución Bolivariana está vigente la búsqueda de esos sueños, aspiraciones y deseos que los lleve a la independencia integral con la que siempre soñaron el propio Libertador y Hugo Chávez, creador de la Revolución Bolivariana. Y por eso es una Constitución modelo que muchas mujeres y hombres desean seguir en el mundo actual.   
El mismo Artículo 1 de la Constitución Bolivariana muestra el camino que hoy siguen los habitantes de la tierra que vio nacer a Francisco de Miranda, el primer dirigente político latinoamericano de talla continental, como lo consideró el poeta lituano Adam  Mickiewicz:
La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.
Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.    
Es más, en su Artículo 2, los ciudadanos asentaron con claridad que Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética  y el pluralismo político.  
Su Artículo 3   nos dice que El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta (la) Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.
Un aspecto realmente muy importante que debería ser tomado muy en cuenta por los lectores, es que sin apelar a un voluminoso tratado de filosofía sino a la doctrina del Libertador Simón Bolívar, enuncian su Artículo 5 señalando que La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta (la) Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.   
Es bueno aclarar que, en el desarrollo de su articulado (350 artículos), está presente la esencia de esos sueños, aspiraciones y deseos de sus habitantes y por ello, en los momentos en los que los venezolanos han sentido que la vida del país puede ser perturbada, inmediatamente como por arte de magia se activan en defensa de lo que ellos mismos han forjado.
La Constitución Bolivariana ha sido traducida a varios idiomas y, además, su contenido es objeto de estudios por especialistas no solo del Derecho sino de la Historia y otras ciencias sociales.

Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela 1999
Ediciones de la Presidencia 
Caracas-Venezuela 2013
www.presidencia.gob.ve