Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



lunes, 1 de octubre de 2018

Guaicaipuro, estratega unificador






Cuando leemos acerca de nuestros líderes políticos venezolanos, y nos remontamos hacia los tiempos del cacique Guaicaipuro y luego retornamos en el tiempo y leemos algunas páginas del libro del ensayista inglés, de raíz paquistaní, Tariq Alí, quien reseña lo que le contó Hugo Chávez, que le dijo una mujer en uno de los cerros de Caracas, ¡Vamos a sobrevivir, pero no te rindas ahora, muchacho! lo que de inmediato nos llegó a la mente, como algo extraño, es que esa mujer, madre de varios hijos, pareció haber sido la enviada espiritual de Guaicaipuro, un hombre que batalló hasta morir, pero no se rindió ante los españoles.

Ya es un dicho común entre los venezolanos, tanto que es parte de su identidad y hasta se aprecia en el decir colectivo de muchos, la eterna frase arenga del general José Félix Ribas “…ni aún podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer!”.

El historiador José Manuel Hermoso González, autor de La Carmonada: Dictadura de utilería, escribe en su libro Pueblo Protagónico (1498-1798),Historia de las luchas sociales y políticas del pueblo venezolano, que el indio Guaicaipuro “…con su estrategia unificadora logra impedir la división que buscaba Fajardo (el mestizo Francisco) y se convierte así en el primer caudillo de la lucha por la libertad en territorio venezolano”.

La idea de la unificación el indio Guaicaipuro es tan fuerte que, como refiere este conocido investigador de la Universidad de Carabobo, “…llega a conformar y dirigir un verdadero ejército de liberación, el cual contó en algún momento con más de 20.000 efectivos”.  
Ataque en las minas de oro
Refiere el historiador Hermoso González que uno de los iniciales ataques de los aborígenes fue efectuado en las conocidas Minas de Oro de Los Teques, donde un contingente de 500 indígenas se enfrentaron al jefe de los peninsulares Pedro de Miranda y lo hicieron huir.

“En el mismo lugar estratégico fue atacado cinco veces consecutivas el conquistador Juan Rodríguez Suárez, quien había hecho varios intentos infructuosos de llega a un acuerdo con Guaicaipuro”.

Nos indica igualmente este historiador que Rodríguez Suárez, parece que logró cierta tregua y estuvo de nuevo en Las  Minas, pero en un momento dejó encargado del establecimiento a sus hijos y marchó con las intenciones de penetrar los Valles del Tuy, lapso que aprovechó Guaicaipuro para atacar el campamento y liquidarlos a todos, incluyendo a los hijos de Juan Rodríguez Suárez.

En otro lado, Paramaconi, siguiendo instrucciones de Guaicaipuro se lanzó con un ataque devastador al asentamiento de San Francisco en el Valle de Caracas. En ese entonces, Julián de Mendoza, registrado como Capitán, se salva “…con parte de su gente, gracias a un incidente ocurrido en el corral del ganado porcino a donde habían ido a esconderse los españoles.. Una sorpresiva estampida debilitó el ataque de los aborígenes… ¡Al conquistador lo salvaron sus cerdos!”.
El crecimiento de Guaicaipuro 

Cuando Francisco Fajardo retornó de la isla de Margarita encontró que el cacique Guaicaipuro había logrado la adhesión a su causa de la mayoría de los caciques de la región, incluyendo en esas incorporaciones a varios de aquellos indígenas que habían llegado a acuerdos de paz con los españoles llegados.
Atnto todo lo que acontecía, el mestizo Fajardo conoció del rumor de los indìgenas que preparaban (de acuerdo a lo escrito por el profesor José Manuel Hermoso Gonzàlez, en el aparte Primera gran guerra por la libertad y otras luchas populares) “...una ofensiva total para expulsar a los europeos del territorio” .
Ante tal situación, Francisco Fajardo envió para la población del Tocuyo (hoy estado Lara) a Juan Alonso, uno de sus hermanos maternos y tambièn mestizo como él, con el propósito de que consiguiera ayuda militar.
Escribe el profesor de Historia de Venezuela Hermoso Gonzalez que fue en el año de 1562, enero, cuando “...el gobernador Collado respondió favorablemente...” la solicitud que le habìa hecho Fajardo y le envió una expedición al frente de la cual se encontraba Luis Narváez, quien tenía el título de Alguacil Mayor de El Tocuyo.
Narvàez marchó al centro con unos cien soldados, la mayoría de ellos ex marañones (soldados que estuvieron con Lope de Aguirre y que viajaron con él por el río Marañon del Perú hasta el oriente venezolano) , pero se encontraron con los indígenes cerca de lo que hoy conocemos como Caracas, quienes les derrotaron y hasta dieron muerte al español Luis Narváez.
Tal hecho hizo que Francisco Fajardo marchara hacia El Collado (hoy lo conocemos como Caraballeda, en el litoral del estado Vargas), pueblo que el mestizo había fundado antes y comenzó de inmediato a defenderlo pues comenzaron a atacarlo apenas llegó. Fajardo contaba para la defensa con el apoyo del cacique Guaicamacuto, sin embargo, Guaicaipuro logró ganarse a ese cacique y así fortaleció sus fuerzas de ataque. Ambos caciques van tras Francisco Fajardo, pero este, derrotado, logra huir. Morirá tiempo despuès en Maracapana, región que hoy conocemos como los alrededores de Catia.
Un hombre de resistencia
Fueron varios los intentos de los soldados españoles por apoderarse de esa gran franja de la cordillera que va del estado Aragua, pasa por el litoral del estado Vargas y va hacia el centro del valle de Caracas lo que hoy conocemos como la ciudad capital de Venezuela, y sus alrededores hacia la parte alta de Miranda, pero fueron infructuosos los esfuerzos hasta el caso de la batalla de Maracapana (en los alrededores de Catia), donde los aborìgenes, en su mayoría caribes, cayeron ante los españoles por algunos inncidentes que impidieron una mejor coordinación de las fuerzas aborìgenes que seguìan a Guaicaipuro. Hubo otros encuentro màs, donde los indígenas batallaron como grandes gladiadores, pero la razón armamentìstica de los españoles, al final, iba a estar por encima del valor y la ferocidad indìgena.
Fue en 1567 cuando Diego de Losada funda la ciudad de Santiago de León de Caracas -actual capital venezolana- y llega el tiempo en que Guaicaipuro decide dar una ofensiva para salir de los españoles y organiza un ejèrcito de 20 mil guerreros de distintas regiones de las montañas y las costas , y liderados por diversos capitanes, pero como escribí líneas antes algunas circunstancias faclitaron la desorganización de los indígenas que debieron enfrentarse a los soldados españoles muy bien armados. Y bajo una de esas circunstancias estuvo el gran líder que fue Guaicaipuro, que no pudo estar en el momento justo que habían acordado para la batalla contra los españoles en Maracapana.
Y tambièn fueron muchas las acciones indígenas contra las fuerzas españolas que dirigió Guaicaipuro, quien no se amilanó por los acontecimientos de la batalla de Maracapana y ello mantuvo también preocupados a los españoles porque no habían eliminado a Guaicaipuro.
Ese era su principal problema y objetivo, el cual fue alcanzado una noche en que lo sorprendieron en una aldea en la que descansaba. Murió el gran lìder indígena, pero lo hizo combatiendo. 

PUEBLO PROTAGÓNICO (1498-1798)
HERMOSO GONZÁLEZ José Manuel
Primera Edicion 2008


martes, 24 de julio de 2018

Las primeras batallas por la independencia




 
Francisco Fajardo, un híbrido, hijo de español e india que traicionó a los indígenas. 
Algunos ciudadanos de este continente aún siguen pensando que las realidades acerca del encuentro entre los bien armados españoles y nuestras etnias indígenas fue algo así como un encuentro maravilloso entre amigos, según suelen presentarlo algunos dibujos de libracos escritos por gente interesada y no necesariamente por acuciosos e intelectuales éticos. 
Para darnos una idea de lo que acontecía en aquel tiempo, hemos apelado al importante trabajo de investigación y publicación del profesor José Manuel Hermoso González, titular a dedicación exclusiva en la Cátedra  de Historia de Venezuela de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo. En su libro “Pueblo Protagónico 1498-1798”, como dice una de las solapas del mismo, “el autor nos muestra como el conocimiento de las luchas populares se hace más interesante y más útil para la elevación de la conciencia colectiva y para impulsar los cambios sociales, en la medida en que la época en que se viva sea más dramática y accidentada”, cita solamente identificada por las letras (DMP). 
Lucha contra los violentos y arbitrarios visitantes
Para este investigador, la primera guerra por la independencia se la debemos al cacique Guaicaipuro, abanderado de las guerras indígenas por la independencia y para ser un poco más claro, líder de esas iniciales batallas contra los forasteros que llegaron a nuestras costas en grandes naves –para las etnias- buscando las maneras de cómo hacerse sus dueños y por ello la persecución de los indígenas, el robo de las mujeres, las matanzas y el también robo de sus bienes y de aquellos que la naturaleza  mostraba y a todo lo que pudieran sacarle valor.
Refiere el investigador que  “En efecto, se trató de una verdadera  guerra, tanto por su duración, la cantidad de protagonistas y el número de batallas, como por las dimensiones del espacio geográfico que le sirvió de escenario y de territorio en disputa. Fue una verdadera guerra de resistencia de los primigenios ocupantes  de esta región americana contra los violentos y arbitrarios visitantes que quisieron adueñarse ‘manu militare’ no solo del espacio sino de sus habitantes.
Más adelante, el profesor de historia plantea interesante al señalarnos que los aborígenes de estas tierras, con su natural y lógico enfrentamiento “nos dieron una primera gran lección de lucha por la libertad” y muy para los tiempos actuales en Latinoamérica, tierras en la que hay una dinámica política de lucha por la soberanía, la libertad y la defensa de la tierra.
Para aquel entonces, que el historiador data en 70 años después de la primera llegada de los europeos a esta parte del continente, es que comienza a germinar el pueblo venezolano, ya embarcado en esa integración étnica y uno de los ejemplos que cita este docente de la Universidad de Carabobo, es precisamente a Francisco Fajardo, un mestizo hijo de español y una indígena Guaiquerí.
Este ser que no era ni blanco ni indígena, para algunos era visto como un traidor a su raza y un ser alevoso. Fajardo, cita el profesor Hermoso González “…-colaborador en el proceso de opresión de aquellos ‘hermanos de raza’ de su madre- va a convertirse en un nuevo factor de manipulación contra los aborígenes a favor del conquistador español”.
Esa especie de episodio del pasado que escribe el profesor Hermoso González, nos traslada al presente venezolano y nos permite reflexionar sobre otras imágenes, de supuestos venezolanos, que parecieran haber asumido el espíritu y personalidad de Fajardo, hasta llegar, con sus mentes híbridas a desconocer a su país y cantar en alabanzas, acompañados con el sonido del dinero, que otras naciones invadan el país donde nacieron. ¡El mundo al revés! Como solía decir el fallecido Eduardo Galeano.
El primer traidor y nuevo factor de manipulación
Para este historiador, Francisco Fajardo se convierte en el nuevo factor de manipulación contra los hermanos de raza de su madre y siempre a favor de las huestes extranjeras que arribaron cargados de armas desconocidas “…y así se convierte en el primer gran enemigo no europeo de los originarios ocupantes de estos territorios”.
“El mestizo Fajardo, un ‘criollo’ mitad español mitad indígena será el primer venezolano que traiciona a su tierra y a su gente para aliarse  con los poderes externos  que expolian y saquean el territorio. Aunque nacido acá, Fajardo será un conquistador, un opresor de su propio pueblo”.  
Aunque Pueblo Protagónico (1498-1798) fue escrito antes de 2008 e impreso en esa fecha, es interesante apreciar ese carácter vidente de la escritura, pues 10 años después los venezolanos han visto y oído a individuos cuyas conductas parecieran haber nacido como desprendidas del Francisco Fajardo surgido siglos antes.    
Ladino en cautelosa y estudiada actitud
Según las investigaciones del profesor Hermoso González, Francisco Fajardo sale de la isla de Margarita (Hoy estado Nueva Esparta) con destino a las costas de la región central en el transcurso del año 1555, en un par de naves identificadas como piraguas con unos cuarenta guaiqueríes y unos cuatro mestizos.
“En este primer viaje –escribe el autor del libro-, Fajardo, ‘ladino y resabiao’ no llega en plan de guerra, sino en cautelosa y estudiada actitud, dándose a conocer y limitándose a intercambiar  diversos productos con los pobladores aborígenes. Luego de ‘estudiar el terreno’ decide regresar a Margarita”.
Lo cierto de todo es que Fajardo regresa un par de años después. Viene de una forma distinta: Acompañado de su madre la cacica Ysabel, 100 indígenas y 10 españoles. Asume un comportamiento amistoso, se reúne con varios caciques y obtiene un permiso para fundar un poblado. Hay indígenas que se la llevan bien con él y otros no confían.  Como hay cierta resistencia, hace ahorcar a uno de los caciques y allí comienzan los problemas para él, al punto que debe regresar a la isla de Margarita.
Insiste el mestizo Fajardo en acercarse de nuevo a las costas centrales en 1559 y es repelido. Nos ilustra el investigador que, tiempo después, “…toma posesión del Valle de Maya (Valle de Caracas) y  le bautiza como Valle de San Francisco, donde se establece. El gobernador  le envía varios hombres de armas y le nombra su Teniente General para la conquista de la región y el sometimiento de los indios caracas y los indios Teques”.
Desciende Fajardo en 1560 al litoral y funda lo que muchos ignoran, es decir, el pueblo El Colado, que hoy conocemos como Caraballeda, “…la cual con su respectivo cabildo se convirtió en la ciudad más importante de la región central durante esos años”.
Comienza la lucha de Guaicaipuro
Es desde aquel entonces, de acuerdo a nuestro autor, que comienza todo ese proceso de luchas contra las huestes españolas y que comienza la gran movilización militar del cacique Guaicaipuro “…y de su estado mayor integrado por Paramaconi, Terepaima, Cayaurima, Tiuna, Tamanaco, Caurimare y tantos otros como Guaicamacuto, Guarauguta, Aricabacuto, Chacao y Baruta”.
Con una mentalidad ladina el híbrido Fajardo se las ingenia para dividir a los aborígenes, capta algunos y para ello, como dice Hermoso González, se vale de su condición étnica de mestizo y con el apoyo de la madre indígena logra su cometido debilitando la combatividad de los nativos, pero Guaicaipuro interviene y “…con su estrategia unificadora logra impedir la división que buscaba Fajardo y se convierte así en el primer gran caudillo de la lucha por la libertad en territorio venezolano. Por este camino Guaicaipuro llega a conformar y dirigir un verdadero ejército  de liberación, el cual contó en algún momento con más de 20 mil efectivos”.  

domingo, 13 de mayo de 2018

España actuó en una verdadera catástrofe humana y económica


                     






Eminentemente lógioc, razonador profundo y claro sobre la condición humana, actuaba siempre en lo justo





                          “… irracionales, criminales y abominables, fueron las matanzas de judíos y los saqueos de sus bienes durante más de cien años antes de que se decretara su expulsión de España”.         
El que algún individuo, pagado o que busca venderse para lograr prestigio público que nunca ha tenido y aparezca en un programa de una televisora de España, hable -con ese conocido hablar colombiano y al fondo el también conocido zezeo en voz una de mujer- para exponer de manifiesto una crueldad y un ánimo criminal en Simón Bolívar durante la guerra de independencia de Venezuela, sin duda se presta a las manipulaciones políticas que desarrollan ciertas corporaciones y gobiernos como los de las Derechas española y colombiana para intentar incrustar sus narices en la Venezuela del continente suramericano.
Es interesante que se conozca que, pese a los deseos expresados en el Decreto de Guerra a Muerte, dictado por Simón Bolívar el 15 de junio de 1813 en la ciudad de Trujillo, sobre la perversa actuación de los españoles, en el sentido claro de querer  “Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan  y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar  de este modo la mancha de nuestra ignominia y mostrar a las naciones del universo que no se ofende impunemente a los hijos de América”, el Libertador añade otro párrafo que muestra el talante de esa grandeza humana que siempre le acompañó, al referir que:
“A pesar de nuestros justos resentimientos  contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón  se digna, aún, abrirles por la última vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir entre nosotros pacíficamente, si detestando sus crímenes y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso  de la España y al restablecimiento de la República de Venezuela”.        
¿Deseos de esconder la memoria?

Como en ocasiones la memoria aparenta desaparecer, con sencillez solo aconsejo que lean a quienes critican con manipulada insensatez lo que desconocen la historia y acudo la investigación del profesor de la Universidad de Carabobo, Venezuela, José Manuel Hermoso con la finalidad de recordarle a esa presunta ingenua televisora derechista de España, que la carnicería que hicieron los españoles con los hebreos y conversos tuvo tilde de tragedia humanitaria.
 
El investigador Hermoso González, titular a dedicación exclusiva  de la Cátedra de Historia de Venezuela, de la Facultad de Ciencias de la Educación, en su libro Pueblo Protagónico (1498-1798),Historia de las luchas sociales y políticas del pueblo venezolano, escribe que “El ideal de una España única ha estado históricamente vinculado a la reducción de las libertades populares y/o a la intolerancia  y fanatismo religioso”.

Nos cuenta además en su libro el catedrático que, “El origen  del fanatismo y la intolerancia del espíritu de cruzada tiene como antecedente inmediato la contraofensiva musulmana del siglo XII. El espíritu de concordia, tolerancia  e integración que adoptaron  los cristianos  frente a hebreos y musulmanes después de la Toma de Toledo, fue obstaculizado  y contrarrestado por las invasiones de los fanáticos guerreros  almorávides provenientes del Sahara”.
Inclementes y crueles persecuciones
Y más adelante  nos añade que “Hay otro fenómeno generador de violencia, intolerancia y fanatismo, cuya causa debe buscarse más en factores económicos  y políticos  antes que en factores ideológicos, idiosincrásicos o culturales. Nos referimos a las inclementes y crueles persecuciones que sufrieron  los hebreos, conversos o no, desde finales del siglo XIV hasta su expulsión de la Península Ibérica a finales de XV. Más que derivado de un resentimiento social profundo o de un consuetudinario conflicto religioso entre los hebreos y el pueblo hispano, el ensañamiento popular  aparece como algo perversamente inducido desde las alturas del poder”. 

Pero e investigador de la Universidad de Carabobo va mucho más allá en su descripción de esa violencia perversa que pareciera como inducida desde las alturas del poder, al señalar que “El movimiento anti hebraico se había iniciado  a mediados  de siglo XIV, pero fueron los progromos de 1391 los que llevaron los ataques al extremo de un promovido y generalizado genocidio.    

Revuelta y persecuciones a granel  

No podemos olvidar acá, que el progromo de Sevilla, de 1391, de acuerdo a algunos historiadores, se llevó por delante a más de 4 mil judíos y hubo miles de persecuciones. Hubo una gran revuelta y persecuciones a granel contra quienes, en aquellos tiempos, eran presuntamente los grandes dueños de las riquezas.    
A estas alturas del recorrido histórico, me pregunto ¿Qué pueden hablar propagandística y políticamente  sobre la violencia y crueldad del Libertador de América al declarar la guerra a muerte, cuando esa determinación la tomó Bolívar a raíz de la carnicería  que venían haciendo los españoles y realistas en la guerra de independencia?    

El investigador carabobeño ahondó en esa violencia de los españoles al decir que;
“Sevilla, Andalucía y La Mancha iniciaron las persecuciones y saqueos. Le siguieron Toledo, Madrid, Burgos y Logroño, para mencionar solo las ciudades más importantes. Finalmente, la carnicería  se extendió hacia Aragón  y la región mediterránea de Cataluña. Los ataques se produjeron en Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca. En síntesis, una verdadera catástrofe  humana y económica”. 

España, tiempo de penumbras

“La persecución que se había iniciado casi dos siglos antes –escribe el investigador e historiador- cuando las Cortes de Castilla aprobaron un conjunto de discriminaciones , antecedentes de odio y resentimiento que prologaron (entre otras) las horribles matanzas de fines del siglo XV, ahora bajo el reinado de los Reyes Católicos –esa persecución- reorientada contra los judíos convertidos al cristianismo se canalizó jurídicamente con la creación del Tribunal del Santo Oficio con el inicio de la Inquisición, la ofensiva anti hebrea se reorientaría en lo adelante contra los conversos  y sus descendientes durante más de tres siglos.

Lo cierto  de todo es que con la Inquisición se desarrollo en España y por siglos, un tiempo de penumbras. Escribe el investigador que “La consecuencia  más negativa que tuvo para la naciente España la creación de os Tribunales de la Inquisición fu el surgimiento de un ambiente social de desconfianza  y discriminación que se prolongaría durante siglos y que afectaría a todos los españoles. Lo positivo: que la inquisición fue una manera institucionalizada, más racional y menos anárquica  de encauzar los resentimientos y animadversiones contra el judaísmo. Mucho más irracionales, criminales y abominables, fueron las matanzas de judíos y los saqueos de sus bienes durante más de cien años antes de que se decretara su expulsión de España.  

Hemos hecho una simple reseña y un comentario acerca de algunas mínimas cosas en la que aparecieron involucrados los cristianos españoles, que regaron de sangre las tierras de esa nación, que ha estado en los siglos de vida de los españoles, sin incluir realidades muy violentas como la República española y Franco, la actual  crisis económica y política que se abate sobre una Cataluña que sueña con la independencia.   

PUEBLO PROTAGÓNICO (1498-17989)
Historia de las luchas sociales y políticas del pueblo venezolano.  
HERMOSO GONZÁLEZ, José Manuel
Edición Protagónica 2008