Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



miércoles, 15 de mayo de 2013

Panamericanismo, tesis imperialista para dominar

 Por la manera como se había desarollado
 
 Bolívar sabía que el Congreso
de Panamá no sería efectivo
 
Precisar y actualizar las ideas del Libertador Simón Bolívar sobre el Congreso de Panamá, del año 1826, es lo que hace Pedro Ortega Díaz en su ensayo “El Congreso de Panamá y la Unidad Latinoamericana ”, impreso en 1998, por editorial Melvin y que forma parte de la colección Monte Ávila Breve, de Monte Ávila Editores Latinoamericana.
Pero antes de entrar a tratar la tesis del imperialismo para el dominio, el autor nos dice que “El Libertador estaba consciente hacía algún tiempo de que el Congreso, en la forma como se había desarrollado, no tendría efectividad. Criticó los acuerdos sobre contingentes militares ,  y especialmente la cláusula que establecía que solamente cuando un confederado fuera invadido por cinco mil o mas hombres tenía derecho a ser ayudado”.  
Bolívar tampoco compartía la idea de llevar el Congreso  a Tacubaya, barrio situado 7 Km . al suroeste del Centro de México,  porque pensaba que estaría bajo la influencia de México y los Estados Unidos. El Libertador, según Ortega Díaz, estaba al tanto de los “trastornos acaecidos en el Congreso”. Por cierto, Pedro Gual estuvo cerca de dos años  a la espera de que el gobierno mexicano ratificara los acuerdos que se habían tomado. “También permaneció en México hasta el final el delegado norteamericano, que aún cuando no había tomado ni tomó parte en las negociaciones, si supo ejercer presiones para que no se ratificaran los acuerdos”.
Esa parece ser la conducta que exhiben los funcionarios de los gobiernos estadounidenses en el mundo entero; no suelen dar la cara pero presionan bajo acuerda y se manejan tras bastidores.
Para impulsar el proceso de dominación
Escribe  el abogado Ortega Díaz  en el Capítulo II, El Panamericanismo, Tesis del Imperialismo norteamericano que “El imperialismo norteamericano es ya, a fines del siglo XIX, una realidad. Para impulsar el proceso de dominación sobre nuestros países, organiza las conferencias Interamericanas o Panamericanas, la primera de las cuales  se celebra en Washington en 1889. De allí nace una cadena que culmina con la constitución de la OEA en la IX Conferencia de Bogotá, en 1948, pasando por el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de Río (TIAR) en 1947, ambos inscritos ya en la política imperialista de la guerra fría”.
y continúa el abogado en su ensayo al referir que “EL Tratado de Rìo, so pretexto de una seguridad colectiva y defensa regional interamericana,
 
 
 
 
coloca a los países de América, en la práctica bajo el control militar yanqui, definiendo agresiones armadas y no armadas, que deben tratarse, antes que en la ONU y sus òrganos correspondientes, en los aparatos interamericanos que domina EE.UU. Igualmente se autoriza, en caso de ataque armado, la actuación individual de EE.UU., en defensa del agredido”.
 
Como se puede apreciar todo un aparataje montado por el gobierno estadounidense con el objetivo muy preciso de dominar a los latinoamericanos y facilitar su injerencia en los destinos de este continente suramericano. Y sobre ese engranaje de mentiras que en el pasado operó a su favor, han intervenido militarmente y accionado políticamente avalando dictaduras cuando les convenía a sus intereses (militares brasileros, argentinos, venezolanos, Pinochet, partidos uruguayos y paraguayos e intentado maniobrar para sacar a los gobernantes y líderes latinoamericanos que luchan por sus soberanías.  
 
Comenta Pedro Ortega Díaz que “La creación de la Organización  de Estados Americanos (OEA), es la culminación  del proceso de sujeción institucionalizada de los países latinoamericanos al poder del imperialismo norteamericano. La OEA  funciona como organización regional dentro de la ONU , pero en la práctica es una organización dominada por los imperialistas del Norte”.
Justificación del atropello
Escribe Ortega Díaz  que basados en los instrumentos antes descritos  han pretendido justificar toda clase de atropellos, tal es el caso de la intervención armada en Santo Domingo y las permanentes agresiones contra Cuba.
Reseña igualmente el autor que en Caracas fue efectuada la X Conferencia Interamericana, en 1954, cuyo anfitrión fue el dictador Marcos Pèrez Jiménez  y en la misma fue aprobada una declaración anticomunista, por supuesto, bajo instrucciones  del gobierno estadounidense en la persona de su Secretario de Estado Foster Dulles, con lo cual venía a justificar  -lo que ellos habían decidido- como el derrocamiento del gobierno democrático y antiimperialista de Jacobo Arbenz en Guatemala.
Ortega Dìaz, ubica en el término patraña todo lo que se ha hecho para mostrar las ideas de la Unión Hispanoamericana del Libertador como antecedente de las doctrinas interamericanas. “Esta teorìa, que expresa la dominación ejercida por el imperialismo estadounidense sobre nuestra América – utilizo ex profeso esta frase, de José Martì, corriente en la literatura bolivariana-, ha tenido un gran desarrollo. Numerosos ideólogos, tanto yanquis como latinoamericanos, han explicado, analizado, exaltado, el panamericanismo como una doctrina ideal de cooperación entre naciones hermanas. No es difícil demostrar la falsedad de tales aseveraciones y mostrar la verdadera faz de esta tesis”.
Las concepciones bolivarianas
Pedro Ortega Díaz sintetiza el pensamiento del Libertador indicando que primero que todo está la lucha  “por unir lo mas estrechamente posible a la América Española , las antiguas colonias españolas, en forma tal que garanticen su independencia frente a cualquier posible intento de reconquista , previniendo, a la vez, los serios peligros que ve venir desde Estados Unidos de Norteamérica”. La independencia de Cuba y Puerto Rico vendrían siendo la el primer resultado práctico de la unión.
Para el abogado Ortega Díaz  fallecido defensor de la clase obrera, nuestro héroe y visionario “…va uniendo lo que considera viable, y después de la creación de la Gran Colombia (Venezuela, Nueva Granada y Ecuador), intenta formar un solo Estado con la Gran Colombia , Perú y Bolivia. Pero sus esfuerzos principales los pone en la Confederación de los Estados de la América Española , para lo cual convoca al  Congreso de Panamá de 1826-. Algunos panamericanistas, como hemos repetido  en diversas ocasiones, pretenden que Bolívar planteaba unir  a toda la América , incluyendo a Estados Unidos. Para tratar de demostrar esto emplean toda clase de ardides”.
Para entender la verdad de los hechos
 Sostiene el fallecido abogado especialista en Derecho Laboral y quien presidiera el Partido Comunista de Venezuela,  en su aparte que trata sobre la invitación a Estados Unidos, Brasil e Inglaterra, que “El único elemento importante de confusión que manejan los panamericanistas es la acción concreta de la invitación para asistir al Congreso, hecha a los Estados Unidos de Norteamérica, Brasil e Inglaterra”.
Y mas adelante: “Es evidente que Bolívar aceptó el hecho consumado, después de haber recomendado insistentemente que no se incluyera a Estados Unidos; esta invitación fue hecha por el Presidente mexicano, Guadalupe Victoria, y el Vicepresidente de Colombia, en ejercicio de la Presidencia por ausencia  del General  Francisco de Paula Santander”.
 
 
 
Bolívar tenía sus argumentos contra la invitación a Estados Unidos y así escribía:
 
He visto el proyecto de federación general desde Estados Unidos hasta Haití. Me ha parecido malo en las partes constituyentes, pero bello en las ideas y en el designio. Haití, Buenos Aires y los Estados Unidos tienen cada uno de ellos sus grandes inconvenientes. México, Guatemala, Colombia, el Perú y Chile y el Alto Perú pueden hacer una soberbia federación. Los americanos del Norte y los de Haití por sòlo ser extranjeros tienen el carácter de heterogéneos para nosotros. Por lo mismo jamás seré de opinión de que los consideremos para nuestros arreglos americanos.
Cita el autor de El Congreso de Panamá y la Unidad Latinoamericana que “No hay carta a Santander en esta época donde el Libertador no insista en su oposición a Estados Unidos. Citemos un texto más: Me alegro también de que los Estados Unidos no entren en la federación, y siento infinito que en todo julio no haya Ud. Mandado los diputados al Istmo.
 

jueves, 9 de mayo de 2013

Simón Bolívar y la economía en nuestra América









 El economista Fred Kaim Torres, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, un intelectual que ha sido director de revistas y periódicos de izquierda en el vecino país y quien prologa “La contribución de Bolívar  a la Economía Política de América Latina”, cuya autoría es del también economista e historiador chileno, Luis Vitale, refiere que estuvimos “…acostumbrados a un Bolívar trepado en su pedestal, con espada desenvainada y a una Economía Política exclusiva de los claustros y los tratados, cuando aparece este Luis Vitale, inyectándole la urticaria a unos y a otros; mostrándonos un ideario y una práctica bolivariana que utiliza los instrumentos de la Economía Política para develar una realidad social encubierta en las relaciones económicas, y promover unas políticas económicas cuya aplicación habría forjado una Latinoamérica unida, erguida y prospera”.   

“La contribución de Bolívar  a la Economía Política de América Latina”, como libro, fue impreso  en julio de 2000, en los talleres de Armonía Impresores, para la Fundación para la Investigación y la Cultura , FICA, en la conmemoración  de los 217 años del nacimiento de Simón Bolívar.
Comenta Kaim Torres  que el libro de Vitale nos permite llegar a la conclusión de que “…el ideario Bolivariano se forjó  en la comprensión, en el análisis, en la proyección de la necesidad de construir una industria y agricultura propias, nacionales, negadas por el poder colonial de ayer y bloqueadas por la acción neoliberal de hoy”. 

La nueva versión de la Guerra del Opio

Con lenguaje directo, Kaim Torres habla de que “…nuestra industria manufacturera –imaginamos que buena parte de Latinoamérica-  que emplea a millones no puede realizar  sus productos en nuestros propios mercados porque las mercaderías foráneas llegan con precios por debajo de sus valores, de sus costos reales”. ¿Cómo es posible? Una aproximación a la respuesta es preciso encontrarla  en el hecho de que  nuestros países, unos directamente; otros por reflejo, por “simpatía”, como explota la dinamita, estamos sometidos < una nueva versión de “la guerra del opio”, a una “nueva guerra de la droga”, pero ya no con una producción india, mercado chino y ganancias británicas. Ahora la producción es en buena parte latinoamericana; el mercado norteamericano y europeo y las ganancias  de un puñado de narcotraficantes del continente, pero especialmente de los propios carteles de los mercados que alimentan al Capital  Transnacional, el Industrial y el Bancario, en una gigantesca operación de lavado de activo”.

Y sigue en su prólogo Kaim Torres, indicando que “El paso siguiente a la “bancarización, es la compra masiva de los “stocks” de, mercancías no realizadas en esos mercados, con “precios marginales”, iguales o inferiores a sus costos, ya cubiertos. El circuito se completa cuando esas mercaderías llegan. Al Capital del Narcotráfico no le importa “perder” en la operación comercial, pues sus ganancias están largamente  aseguradas. Se monetiza de nuevo, pero nuestra industria manufacturera, nuestra agricultura, nuestra artesanía se van derrumbando inexorablemente”.
Hay mucho mas en este prólogo de Fred Kaim Torres –el cual recomendamos leer-, que este autor tituló Neoliberalismo vs. Bolivarismo, Tesis y Antítesis del Pensamiento Socioeconómico Latinoamericano.

La visión  bastante clara del Libertador Simón Bolívar

 Ahora bien,  ubiquémonos en la parte identificada como Economía y Estado, del libro escrito por el historiador y economista Luis Vitale. Así, citamos que el autor escribía entonces que “El Libertador tenía una concepción bastante clara, para su época, de la relación entre Estado y Economía. Aunque era partidario de las teorías librecambistas en boga, no preconizaba para nuestra América un “laissez faire, laissez passer” tan libre de la tutela del Estado.
De acuerdo a Vitale, el héroe americano tenía conocimiento de las ideas que manejaban los tratadistas europeos sobre el rol que jugaba el Estado “y el proceso histórico que condujo a la formación de los Estados Nacionales”. Y sin embargo, Bolívar  no trajo a la América de modo mecánico  ese pensamiento de los intelectuales clásicos, sino que  hizo “una aplicación creadora de los mismos, de acuerdo a las especificidades de nuestra América y a la praxis de los primeros gobiernos de la Independencia”.   

Como hecho a destacar y que reitera una vez mas el valor de las enseñanzas que recibió en su formación, el Libertador adaptó –de acuerdo al planteamiento del historiador Luis Vitale-  “el pensamiento político europeo a las particularidades de América Latina”, cuya inspiración venia de Simón Rodríguez, quien había señalado que “ la América española es original. Original han de ser sus instituciones i su gobierno i originales los medios de fundar uno i otro. Inventamos o erramos”.  

Escribe Vitale que, “Anticipándose en mas de un siglo a varios ideólogos, el maestro Simón postulaba un hombre nuevo para América Latina; en carta dirigida a Bolívar, el 30 de septiembre de 1827, manifestaba: Solo usted sabe porque lo ve como yo, que para hacer repúblicas es menester gente nueva. Y también una centuria antes que Mariátegui, escribía: La América no debe imitar servilmente, sino ser original.

La genialidad de la unidad latinoamericana
Asienta este autor que “La genialidad de Bolívar  fue haber llevado a la práctica con tenacidad y consecuencia la idea de la unidad latinoamericana. Otros como Miranda y Picornell, habían originalmente planteado el proyecto continental, pero no pudieron ni siquiera dar los primeros pasos, Bolívar, en cambio, pudo realizarlo en parte, a través de la Gran Colombia, que en un momento alcanzó a abrazar  cinco países liberados. Mas todavía, llegó a proponer  una fórmula concreta para factibilizar el proyecto unitario: una Confederación de Estados del continente, proposición sin precedentes en la historia universal, ya que los anteriores intentos de unificar naciones  fueron sobre la base de la conquista y sometimiento, como los imperios egipcio, asirio, persa, griego, romano, carolingio, musulmán, otomano, español, portugués, inglés, belga, francés, holandés u otras variantes de imperios en África y Asia-,Ni siquiera en Europa hubo intentos serios de unidad de naciones; el de Napoleón estuvo basado, como los anteriores, en la expansión, conquista y dominación de pueblos”.

Aclara el autor que el Libertador proyectaba hacer una confederación de naciones con pueblos que tuviesen origen común, esto es, en lengua, costumbre y tradición histórica y “…sobre la base de acuerdos voluntarios y  autónomos y sin que desaparecieran los Estado Nacionales”. Mas adelante, el historiador chileno señala que  “El planteamiento bolivariano dela unidad latinoamericana no era una mera aspiración de deseoso una fantasía genial, sino que tenía sólidas y consistentes razones”.    

Desde wwwpertinentes.blogspot.com, decimos, que ese ideal de Simón Bolívar fue retomado por el fallecido Comandante Supremo de la revolución bolivariana y seguido por el primer presidente chavista de Venezuela, Nicolás Maduro, que se expresa en las creaciones de la Unidad de las Naciones del Sur, Unasur; la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac; la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, Alba;  la alianza en materia petrolera entre algunos países del Caribe, Petrocaribe y el habilitador político y comercial que es Petrosur.
 La contribución de Bolívar  a la Economía Política de América Latina
VITALE Luis
Año 2000, 
Impreso en los talleres de Armonía Impresores, para la Fundación para la Investigación y la Cultura , FICA,