Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



jueves, 9 de mayo de 2013

Simón Bolívar y la economía en nuestra América









 El economista Fred Kaim Torres, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, un intelectual que ha sido director de revistas y periódicos de izquierda en el vecino país y quien prologa “La contribución de Bolívar  a la Economía Política de América Latina”, cuya autoría es del también economista e historiador chileno, Luis Vitale, refiere que estuvimos “…acostumbrados a un Bolívar trepado en su pedestal, con espada desenvainada y a una Economía Política exclusiva de los claustros y los tratados, cuando aparece este Luis Vitale, inyectándole la urticaria a unos y a otros; mostrándonos un ideario y una práctica bolivariana que utiliza los instrumentos de la Economía Política para develar una realidad social encubierta en las relaciones económicas, y promover unas políticas económicas cuya aplicación habría forjado una Latinoamérica unida, erguida y prospera”.   

“La contribución de Bolívar  a la Economía Política de América Latina”, como libro, fue impreso  en julio de 2000, en los talleres de Armonía Impresores, para la Fundación para la Investigación y la Cultura , FICA, en la conmemoración  de los 217 años del nacimiento de Simón Bolívar.
Comenta Kaim Torres  que el libro de Vitale nos permite llegar a la conclusión de que “…el ideario Bolivariano se forjó  en la comprensión, en el análisis, en la proyección de la necesidad de construir una industria y agricultura propias, nacionales, negadas por el poder colonial de ayer y bloqueadas por la acción neoliberal de hoy”. 

La nueva versión de la Guerra del Opio

Con lenguaje directo, Kaim Torres habla de que “…nuestra industria manufacturera –imaginamos que buena parte de Latinoamérica-  que emplea a millones no puede realizar  sus productos en nuestros propios mercados porque las mercaderías foráneas llegan con precios por debajo de sus valores, de sus costos reales”. ¿Cómo es posible? Una aproximación a la respuesta es preciso encontrarla  en el hecho de que  nuestros países, unos directamente; otros por reflejo, por “simpatía”, como explota la dinamita, estamos sometidos < una nueva versión de “la guerra del opio”, a una “nueva guerra de la droga”, pero ya no con una producción india, mercado chino y ganancias británicas. Ahora la producción es en buena parte latinoamericana; el mercado norteamericano y europeo y las ganancias  de un puñado de narcotraficantes del continente, pero especialmente de los propios carteles de los mercados que alimentan al Capital  Transnacional, el Industrial y el Bancario, en una gigantesca operación de lavado de activo”.

Y sigue en su prólogo Kaim Torres, indicando que “El paso siguiente a la “bancarización, es la compra masiva de los “stocks” de, mercancías no realizadas en esos mercados, con “precios marginales”, iguales o inferiores a sus costos, ya cubiertos. El circuito se completa cuando esas mercaderías llegan. Al Capital del Narcotráfico no le importa “perder” en la operación comercial, pues sus ganancias están largamente  aseguradas. Se monetiza de nuevo, pero nuestra industria manufacturera, nuestra agricultura, nuestra artesanía se van derrumbando inexorablemente”.
Hay mucho mas en este prólogo de Fred Kaim Torres –el cual recomendamos leer-, que este autor tituló Neoliberalismo vs. Bolivarismo, Tesis y Antítesis del Pensamiento Socioeconómico Latinoamericano.

La visión  bastante clara del Libertador Simón Bolívar

 Ahora bien,  ubiquémonos en la parte identificada como Economía y Estado, del libro escrito por el historiador y economista Luis Vitale. Así, citamos que el autor escribía entonces que “El Libertador tenía una concepción bastante clara, para su época, de la relación entre Estado y Economía. Aunque era partidario de las teorías librecambistas en boga, no preconizaba para nuestra América un “laissez faire, laissez passer” tan libre de la tutela del Estado.
De acuerdo a Vitale, el héroe americano tenía conocimiento de las ideas que manejaban los tratadistas europeos sobre el rol que jugaba el Estado “y el proceso histórico que condujo a la formación de los Estados Nacionales”. Y sin embargo, Bolívar  no trajo a la América de modo mecánico  ese pensamiento de los intelectuales clásicos, sino que  hizo “una aplicación creadora de los mismos, de acuerdo a las especificidades de nuestra América y a la praxis de los primeros gobiernos de la Independencia”.   

Como hecho a destacar y que reitera una vez mas el valor de las enseñanzas que recibió en su formación, el Libertador adaptó –de acuerdo al planteamiento del historiador Luis Vitale-  “el pensamiento político europeo a las particularidades de América Latina”, cuya inspiración venia de Simón Rodríguez, quien había señalado que “ la América española es original. Original han de ser sus instituciones i su gobierno i originales los medios de fundar uno i otro. Inventamos o erramos”.  

Escribe Vitale que, “Anticipándose en mas de un siglo a varios ideólogos, el maestro Simón postulaba un hombre nuevo para América Latina; en carta dirigida a Bolívar, el 30 de septiembre de 1827, manifestaba: Solo usted sabe porque lo ve como yo, que para hacer repúblicas es menester gente nueva. Y también una centuria antes que Mariátegui, escribía: La América no debe imitar servilmente, sino ser original.

La genialidad de la unidad latinoamericana
Asienta este autor que “La genialidad de Bolívar  fue haber llevado a la práctica con tenacidad y consecuencia la idea de la unidad latinoamericana. Otros como Miranda y Picornell, habían originalmente planteado el proyecto continental, pero no pudieron ni siquiera dar los primeros pasos, Bolívar, en cambio, pudo realizarlo en parte, a través de la Gran Colombia, que en un momento alcanzó a abrazar  cinco países liberados. Mas todavía, llegó a proponer  una fórmula concreta para factibilizar el proyecto unitario: una Confederación de Estados del continente, proposición sin precedentes en la historia universal, ya que los anteriores intentos de unificar naciones  fueron sobre la base de la conquista y sometimiento, como los imperios egipcio, asirio, persa, griego, romano, carolingio, musulmán, otomano, español, portugués, inglés, belga, francés, holandés u otras variantes de imperios en África y Asia-,Ni siquiera en Europa hubo intentos serios de unidad de naciones; el de Napoleón estuvo basado, como los anteriores, en la expansión, conquista y dominación de pueblos”.

Aclara el autor que el Libertador proyectaba hacer una confederación de naciones con pueblos que tuviesen origen común, esto es, en lengua, costumbre y tradición histórica y “…sobre la base de acuerdos voluntarios y  autónomos y sin que desaparecieran los Estado Nacionales”. Mas adelante, el historiador chileno señala que  “El planteamiento bolivariano dela unidad latinoamericana no era una mera aspiración de deseoso una fantasía genial, sino que tenía sólidas y consistentes razones”.    

Desde wwwpertinentes.blogspot.com, decimos, que ese ideal de Simón Bolívar fue retomado por el fallecido Comandante Supremo de la revolución bolivariana y seguido por el primer presidente chavista de Venezuela, Nicolás Maduro, que se expresa en las creaciones de la Unidad de las Naciones del Sur, Unasur; la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac; la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, Alba;  la alianza en materia petrolera entre algunos países del Caribe, Petrocaribe y el habilitador político y comercial que es Petrosur.
 La contribución de Bolívar  a la Economía Política de América Latina
VITALE Luis
Año 2000, 
Impreso en los talleres de Armonía Impresores, para la Fundación para la Investigación y la Cultura , FICA,

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