Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



miércoles, 30 de diciembre de 2009

La cara oculta del imperialismo



Confesiones de un gángster económico (La cara oculta del imperialismo americano), es el testimonio de John Perkins, donde éste, tal cual dice la tapa del libro en cuestión, da a conocer su curriculum de trabajo, “de servidor obediente del imperio a defensor apasionado de los derechos de los oprimidos. Seleccionado por la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense y puesto en la nómina de una firma internacional de consultoría, estuvo en Indonesia, Panamá, Colombia, Arabia Saudí, Irán y otros países estratégicamente importantes del planeta”. El objetivo de su trabajo “consistió en fomentar medidas políticas favorables a los intereses de lo que el autor llama la corporatocracia estadounidense (la alianza entre la administración, la banca y las corporaciones)”.

De acuerdo a los traductores del libro, aparentemente, la idea era remediar la situación de pobreza en los países “asistidos”, pero al final, las naciones quedaban alienadas por las políticas implementadas y, además, esa realidad terminó por conducir a los hechos del 11 de septiembre y al rechazo generalizado que está teniendo Estados Unidos en el mundo.
Nuevo ciclo para pertinentes
Con este comentario y otros que estaremos haciendo sobre este ineludible tema para los visitantes de este blog, cerramos un ciclo de wwwpertinentes.blogspot.com y nos preparamos para convertirlo en una página Web superior, en la que continuaremos con nuestro enfoque histórico-político, dándole cabida a esos temas políticos, sociológicos, psicológicos, ambientales y muy actuales de la comunicación y del momento actual de la realidad latinoamericana, siempre apelando al trabajo de escritores, investigadores y demás aportes de importantes profesionales.
¿Asunto de gángsters económicos?
Desde hace años, en Venezuela y en otras naciones suramericanas, el imperio estadounidense ha venido siendo denunciado no solo por el mismo Libertador Simón Bolívar sino por otros notables seguidores y es un asunto que jamás podrá ser negado.
En fecha reciente, para ser más exactos, el 28 de este último mes del año 2009, el presidente venezolano Hugo Chávez, denunció que, “el gobierno de Colombia, apoyado y dirigido por Estados Unidos (EE.UU.), prepara “un falso positivo” contra su país, que justifique una acción bélica”
"Tengo las evidencias, tenemos las evidencias que el gobierno (de Colombia) instruido y apoyado por (Estados Unidos) están preparando un falso positivo (Â…) con ello preparan el terreno para lanzar un ataque sobre territorio venezolano simulando un campamento, un falso positivo", dijo Chávez.
Según Venezolana de Televisión, fuente original de la información, el Comandante de la Revolución Bolivariana habría explicado que “el plan es hacer creer a la opinión pública local y mundial que Venezuela apoya la presencia en su territorio de campamentos de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y con ello fabricar las pruebas que justificarían el ataque”.
"No sería extraño que ellos, que matan tanta gente en Colombia, maten a no se qué gente, ni cuánta gente, los traigan a territorio venezolano (...) construyan unas chozas, un campamento improvisado (...) y digan ahí está el campamento", que también contará con armamento y panfletos con propaganda”.
Sometidos a la corporatocracia

También es muy explicable la participación de los chacales, a que se refiere John Perkins en su libro, cuando comenta que si ellos, los gángster económicos, fracasan, entonces intervienen los otros, es decir, un tipo de gángster más siniestros, que andan ocultos entre las sombras y, cuando estos sujetos intervienen, pues la muerte aparece:
“Cuando ellos actúan, los jefes de Estado caen(intentos de golpe de Estado en Venezuela), o tal vez mueren en <> violentos. Y si resulta que también fallan los chacales, como fallaron en Afganistán e Irak, entonces resurgen los antiguos modelos. Cuando los chacales fracasan, se envía la juventud estadounidense a matar y morir”.
Los visitantes a este blog, fácilmente pueden analizar todos los golpes de Estado que han sucedido en nuestros países latinoamericanos, tal como ocurrió en Venezuela y cuando el intento de los chacales queda en eso, intentos, entonces nos encontramos con ese modelo antiguo de las intervenciones y las guerras o como el mismo Perkins dice “…se envía a la juventud estadounidense a matar y morir”.
No extraña la presencia de tropas en Colombia
Así que nada de extraño tiene la presencia de los militares en Colombia, Panamá y el Caribe, lugares donde se preparan para una agresión, como es de suponer según el testimonio de John Perkins en su libro Confesiones de un gángster económico. Es un asunto que concierne a todos los latinoamericanos.
Pero Perkins tiene sus reflexiones también. El hombre considera que el libro escrito es tanto su historia personal como de casi todas las diversas corporaciones del mundo y, por supuesto, también es la historia de Estados Unidos, imperio al que califica de “auténticamente planetario”. En esas reflexiones que hace, sostiene que el pasado les ha enseñado algo, es decir, o cambian de rumbo o tienen un final trágico y añade que todos los imperios terminan muy mal, que han realizado grandes destrucciones de culturas (¡Recuérdese los daños a Vietnam y los actuales en Irak y Afganistán!), pero siempre han caído, porque ningún grupo de personas o países pueden prosperar explotando, impactando negativamente a los demás.


















Al exponer a los lectores de wwwpertinentes.blogspot.com la denuncia anterior, junto a lo que plantea John Perkins en Confesiones de un gángster económico, en el sentido de que él y otros constituyen una suerte de “élite” que utilizan las “organizaciones financieras internacionales para fomentar condiciones por cuyo efecto otras naciones quedan sometidas a la corporatocracia que dirigen nuestras grandes empresas, nuestro gobierno y nuestros bancos”, no es muy difícil entender las actuaciones del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras instancias financieras tanto en Latinoamérica como hasta en el mismo Estados Unidos, como se pudo apreciar con la catástrofe financiera que mantiene en crisis a ese país así como el gran desembolso en millones de dólares que hizo Washington para proteger a los causantes de esa gran crisis, mientras la mayoría de la población perdía su dinero.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La iglesia en la caída de la Primera República



Cuando la caída de la Primera República, Simón Bolívar, desde Cartagena de Indias, “trata de buscar las causas de tan nefasto hecho” y por eso lo expresa en su Manifiesto en 1812, escribe Jonás Flores, educador y Magíster en Historia de Venezuela, de la Universidad de Carabobo, en su libro Postura de la Iglesia católica en el proceso de emancipación de Venezuela (1), una investigación que formó parte de su trabajo de grado.
A nivel de la página 41, cuando hace referencia al intertítulo Injerencia de la Iglesia en la caída del primer Estado Venezolano, comenta Flores que “Las inquietudes de Bolívar llegan hasta nuestros días: ¿No tendría nada que ver la Santa Madre Iglesia? Le horroriza al Libertador la posición de la Iglesia católica incluyendo en tan valioso documento las siguientes palabras:
-Es muy probable que al expirar la Península, haya una prodigiosa emigración de hombres de todas clases, y particularmente de cardenales, arzobispos, obispos, canónigos y clérigos revolucionarios capaces de subvertir, no sólo nuestros tiernos y lánguidos Estados, sino de envolver al Nuevo Mundo entero en una espantosa anarquía. La influencia religiosa, el imperio de la dominación civil y militar, y cuantos prestigios puedan obrar sobre el espíritu humano, serán otros tantos instrumentos que se valdrán para someter a estas regiones. (2)
Refiere el autor que sería deshonesto responsabilizar exclusivamente a la Iglesia de la caída de la Primera República, “sin embargo en el análisis de Bolívar en cuanto a las causas probables de la caída de la Primera República en este famoso manifiesto, explica en qué sentido el clero fue responsable de este hecho.
Flores, quien se graduó en Educación mención Teología por la Corporación Universitaria Adventista, en 1984, no deja a un lado la cuestión del terremoto del 26 de marzo de 1812 y el impacto que pudo causar en lo que denominó “los espíritus supersticiosos e ignorantes, quienes, gracias a la influencia del clero, aseveraban que dicho terremoto era un castigo de Dios por haberse sublevado contra Fernando VII. Para mayor estigma, la destitución del Capitán General Vicente Emparan había ocurrido un Jueves Santo del 19 de abril de 1810, y precisamente este terremoto ocurrió un Jueves Santo de 1812”.
Comenta Flores en su libro que, Arístides Rojas(1891), en las Leyendas históricas de Venezuela que,”…los fanáticos bajo el dominio del clero lanzaban sus consignas diciendo:
-en Jueves Santo lo hicieron, en Jueves Santo lo pagaron-
Y más adelante, el autor refiere que “De una hoja suelta, impresa en el taller caraqueño de Juan Baillío en abril de 1812, titulada El terremoto: ¿castigo de Dios?, dirigida a los militares de Caracas, se argumentan una serie de razones para no creer en el fanatismo popular alentado por el clero.
Valiéndose de la superstición y el engaño
Igualmente escribe Jonás Flores que el poder de los religiosos, durante siglos, “…se había valido de la superstición y el engaño para cauterizar las conciencias. El ser humano apegado por naturaleza a lo trascendente, admirando lo inexplicable y lo que no se ve, ha sido víctima de cuantas fábulas, especulaciones y tradiciones inventadas por los maestros de la religión, sometiendo al ser humano a sus intereses y teorías. Y es que el terremoto de 1812 es sólo un hecho aislado en la historia venezolana de cómo el clero se ha valido0 de estos instrumentos para preservar su infalible religión, porque pareciera que el fin justificara los medios, aunque se violen los preceptos más sagrados”.

(1)
FLORES, Jonás
Postura de la Iglesia católica en el proceso de emancipación de Venezuela
Colección Cada día un libro
Editorial El perro y la rana. 2007

(2)
Documentos que hicieron historia, Tomo I
Presidencia de la República
Ediciones Conmemorativas del sesquicentenario de la independencia. 1962

Bosch, el año 1814 y el siglo XXI

Nos hemos detenido en “Bolívar y la Guerra Social”, del ensayista, historiador y político dominicano fallecido, Juan Bosch, porque no sólo ilustra un hecho real que aconteció y sigue aconteciendo en Latinoamérica y el mundo, sino que muestra la triste indolencia y falta de solidaridad y de amor por la gente de muchos gobernantes del mundo, que sienten una persistente adicción por el individualismo, el poder, el uso de la fuerza contra los desvalidos, el lucro, los placeres y desprecio por los valores de la humanidad, antes que inclinarse por la satisfacción de las necesidades económicas y sociales de la población.

De acuerdo al expresidente de República Dominicana, la guerra social en Venezuela alcanzó su mayor intensidad de “horror y destrucción” en 1814 y fue un año que determinó mucho en la vida del Libertador Simón Bolívar. “Las huellas que dejó el 1814 en el ánimo del Libertador iban a producir varias repúblicas americanas. El recuerdo de la ferocidad desatada por los llaneros de Boves le empujó hasta las alturas de Potosí, en los Andes del Sur”.
Comenta el ensayista que Bolívar, recién cumplidos los treinta años, había recibido en 1813 los títulos de Libertador y de Capitán General de los ejércitos republicanos y para ese entonces, el asturiano José Tomás Boves, quien alcanzaba la misma edad, comenzaba a destacarse en el llano venezolano como jefe de hombres.
“Boves era el antiBolívar; no porque se enfrentara a éste en la guerra, ni porque él hubiera abrazado la bandera del rey mientras Bolívar abrazaba la de la república; no porque él fuera inculto mientras el otro cultísimo, él español y el otro criollo, él pobre y Bolívar rico; sino porque Bolívar pensaba y actuaba en términos de sociedad, y por eso su lucha se dirigía a la creación de un Estado, y Boves sentía y actuaba en términos de masa, y esa masa se hallaba en guerra contra la sociedad de la cual había sido parte”.
Una organización social intolerable
Y luego, el historiador profundiza en el análisis al decir que la masa (los que seguían a Boves) no significa sociedad, sino que está contenida en ésta última y nunca una parte es el todo y, de hecho, pudiera ser que una parte someta al todo bajo su control, “…pero en situaciones normales la parte no se rebela ante el todo. Si la parte –esto es, la masa- se rebeló en Venezuela contra el todo –es decir, la sociedad- se debió a que los tiempos no eran normales; y cuando lo fueron, antes de la rebelión de la masa, los que se beneficiaban era una minoría que sostenía a hierro y sangre una organización social intolerable, que no permitía el menor cambio”.
Decimos, sin temor a la crítica exacerbada de algunos en el tiempo, que precisamente en el nacer de este siglo XXI, ha surgido un liderazgo de hombres y mujeres inclinados por mejorar las cosas, propensos a los cambios, deslastrados, unos más que otros, del individualismo y el egoísmo acerado que ha maltratado a los pueblos del mundo.
Ese liderazgo, como es obvio entender, lo que ha hecho es ir enterrando la guerra social que a veces asoma en alguna de nuestras naciones latinoamericanas y del resto del mundo. Los nombres de esos pueblos, afortunadamente, están a la vista y al oído de todo el mundo, en los impresos, la televisión y la radio y al instante de todos, gracias a la Internet.

A título de ejemplo, valga destacar que el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (Argentina) fue sede en 2007 del Encuentro de la Cultura por la integración de los pueblos de nuestra América y allí, en el Manifiesto de Buenos Aires, firmado por intelectuales de nuestra América, se enfatiza en la esperanza de los pueblos cuando indicaron:
“El siglo XXI se abre con nuevos desafíos políticos para nuestra América. Después de la larga noche impuesta por las dictaduras en el cono sur latinoamericano, en las décadas de los 80 y 9ontinuación de la aplicación de las políticas neoliberales con la llegada de las democracias formales que las sucedieron, asistimos en el subcontinente a un renacer de nuestra identidad y de las aspiraciones de cambio, materializadas en procesos como los de Venezuela, Bolivia y Ecuador, así como en la realidad permanente de la experiencia cubana