Al Derecho hay que enderezarlo
El interés general está clamando por una reforma, y la América está llamada por las circunstancias a emprenderla.(Ideario de Simón Rodríguez) Antonio Rumazo González +
Pedro Estacio
El asunto de la justicia siempre será todo un problema, porque hay personas que no creen en la justicia mientras otros si creen y esto es un asunto, imagino yo, del cual debe saber mucho nuestro Fiscal General.
Habiendo egresado de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, UCV, un respetado compañero y yo, nos inclinamos por el nuevo sistema tutorial que comenzaba en la Facultad de Derecho de esa casa de estudios. Para mi el problema estuvo en las posibilidades de asistir a las tutorías dado el empleo que tenía, de modo que lo dejé.
Luego hice otro intento en la Universidad Santa María en El Paraíso, pero allí, realmente, dadas las explicaciones iniciales acerca del Derecho y su importancia, comprendí que tal importancia, en realidad, no me parecía muy justa por aquello del legajo de normas aquí, normas allá y normas para acá, que el pensamiento que me vino a la mente fue completamente distinto y, como quien no quiere la cosa, no me gustó la idea de llegar a pelear por un pupitre en un salón donde el forcejeo diario era para entrar a clases y mucho menos después de estudiar en la UCV sin problemas.
Otro día, luego de salir del periódico, camino y paso por donde antes estaba una librería en uno de los bloques de El Silencio, que tenía a un lado la avenida Baralt. Mientras caminaba un par de agentes(una mujer y un hombre) detuvieron a una persona joven, a la que ni le vi la cara, lo pusieron contra la pared y le aplicaron varios trancazos en la espalda con esa especie de sable largo. No me enteré muy bien porque iba aprisa, pero lo que quedó en mi mente fue esa grotesca imagen de un ser humano golpeado.
Imagino, que hablando de injusticias, los latinoamericanos, que somos personas diferentes, no podemos ver con agrado las injusticias que caracterizan a la conducta de quienes gobiernan y controlan a los estadounidenses y se empeñan en dañar a otros.
Supuestamente el ejercicio del Derecho es valedero siempre que permita rescatar la esencia de la justicia para los agredidos, pero si los agredidos no tienen como utilizar el Derecho a su favor, entonces el Derecho pareciera no tener sentido, sino mas bien una herramienta torcida. El Derecho no es nada fácil y se presta a muchas interpretaciones y situaciones.
Es posible imaginar, por ejemplo, que mucha gente pensó que tanto George Bush como Tony Blair iban a ser enjuiciados en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, por los delitos que se cometieron en Irak. Pero al parecer, allí el Derecho y las normas no funcionaron. La ciudadanía mundial, como era de esperarse, comenzó a pensar que el Derecho realmente estaba torcido porque no parecía tener nada que ver con las injusticias que mostraban los medios de comunicación como los crímenes de Libia comenzando por la muerte de Cadafy.
La carrera del torcimiento del Derecho se regó por todo el mundo por la cantidad de eventos que comenzaron a ser manejados de forma distinta en el planeta y donde el Derecho chocaba de frente con las injusticias. Y así, inició su carrera lo injusto y se llevó por delante a Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Fernando Lugo, Rafael Correa, Pedro Castillo y ahora contra Honduras.
Y por si fuera poco, hay que citar la amalgama de enredos y esas telarañas que se tejen alrededor de las realidades como las sanciones ilegales e inmorales que han dado lugar a bloqueos a varios países y al fortalecimiento de las injusticias a nivel mundial y en donde no hay lugar para el Derecho Internacional, donde este aparentemente cede su paso a las injusticias que se cometen realmente y por la presión del poder de las armas, que tuercen al Derecho y lo pisotean.
Al poder de las armas hay que añadir el poder del dinero, que se maneja con mucha sutileza pero que es tan fuerte que derriba cualquier norma por mas que haya sido creada por un viejo fundidor de espadas en el antiguo japón. Ni la espada del Inmortal.
¿Qué está planteado ahora? Pues simple y llanamente que enderezar el Derecho, darle el real valor jurídico que tiene e impedir que sea pisoteado, pero debe comenzar primero por salvaguardar la justicia y mantenerse como un verdadero guardián y hacer que el Derecho sea la armadura que los pueblos necesitan para salir adelante. No hay otra. (Cimarrón.com.ve)