No hay quien tenga ojos para la justicia
Preguntaba el Libertador Simón Bolívar sobre Europa en la Carta de Jamaica, mientras respondía a un caballero de la isla.
Pedro Estacio
Los pareceres, en ocasiones, se parecen mucho y esto lo digo al comparar en épocas algunos hechos con los de hoy día. En la Carta de Jamaica, el Libertador Simón Bolívar le interroga al <caballero de esa isla que le escribió> “¿ Y la Europa civilizada, comerciante y amante de la libertad, permite que una vieja serpiente (se refiere a España), por solo satisfacer su saña envenenada, devore la mas bella parte de nuestro globo? ¿No tiene ojos para la justicia? ¿Tanto se ha endurecido, para ser de este modo insensible?
Las preguntas siguen siendo válidas tanto para las Naciones Unidas como organización, para los propios países, para Antonio Guterres y para aquellos que se sienten omnipotentes, si, solo que es Venezuela la que hace las interrogantes ante la conducta de algunos seres como quienes están al frente de Estados Unidos, los que manejan los gobiernos del viejo continente, los integrantes del consejo de Seguridad de la ONU y unos cuantos mas.
Hace mas de doscientos años en la Carta de Jamaica del Libertador Simón Bolívar estaba siendo planteada una realidad y ¿quien puede negar que lo allí escrito perdió vigencia? Las interrogantes siguen siendo las mismas y lo único que ha cambiado son los actores. Ya no es España, ahora es Estados Unidos, Israel, es la feroz economía capitalista y los grandes deseos por dominar y controlar a los demás.
80 años en las Naciones Unidas. No creo que haya nada que celebrar, a menos que sea la muerte de millones de personas que han perecido por las injusticias que rodean a los seres humanos. Los católicos pudieran decir coin tranquilidad y no pecarían, si señalaran a los diablos que están haciendo de las suyas, pero hasta los católicos y unos cuantos cristianos viven callados, porque eso no da dinero.
La perversión es tan gigantesca en este planeta que hasta el mismo León XIV dicen que ha debido intervenir al tomar unas cuantas decisiones en mlo que tiene que ver con las finanzas del Vaticano, por aquello, supuestamente, de que unos cuantos andan involucrados en la corrupción. No me crean, que yo nada tengo que ver con lo que sucede por aquellos lados. Es mejor preguntarle a Numa Molina, quien como los lectores saben, es del área y quizá pueda saber.
Sigo utilizando lo que escribió Álex Grijelmo, en su recorrido por las manipulaciones del pensamiento y creo que ello se ajusta con mucha facilidad hoy día a un gentío. Grijelbo dice que:
“Ministros, diputados, directores generales, magistrados...hinchan sus voces con las palabras que mas fascinan a los pueblos: libertad, justicia, democracia, seguridad, avanzar, impulsar...Palabras que contienen solo elementos abstractos y que trasmiten una fuerte carga afectiva universal. Los conceptos de paz, libertad o justicia, se convierten aquí en referentes globales del lenguaje político como el sol o el horizonte en el lenguaje poético y después en el publicitario.
Ese planteamiento del periodista Ález Grijelbo -debió ser pensado al comenzar el 2000 o quizá antes- es aplicable totalmente a los empleados de Naciones Unidas, a los que están al frente de los muchos organismos internacionales y , como es normal, a muchos jefes de gobierno en el mundo. Tiene mucha validez en este tiempo en el que se están dando los acontecimientos en muchas partes del planeta Tierra, como las conductas de los se interpretan como señores imperiales del mundo mientras los demás pareciéramos ser simples vasallos. (Cimarrón.com.ve)
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