Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



domingo, 6 de septiembre de 2009

Uslar Pietri: Bolívar es nuestra América


En la honda, rica y oscura crisis del mundo que se abre en Hispanoamérica con el siglo XIX, como dijo el escritor Arturo Uslar Pietri en uno de sus ensayos, (*) surgió el Libertador Simón Bolívar. En efecto, lo que escribió el escritor fue así:
“Un día desaparece el rey de la cabeza del imperio en forma inesperada, y simultáneamente se viene extendiendo entre la gente culta o influyente un desdén filosófico por el catolicismo y por el fraile. El pueblo español, acéfalo, regresa a la behetría medieval, y los criollos de Indias se ven obligados a entrar en la Historia universal. Esa crisis, con toda su significación y su misterio, se encarna prodigiosamente en un hombre: Bolívar. Por eso pocas almas hay tan ricas y complejas como la suya. Su psicología es historia.

Bolívar: Un adelantado
Para este inteligente escritor hispanoamericano Bolívar “No era tan solo capitán, hombre de guerra, a pesar de que sus acciones y hazañas lo parangonan con los mayores. Tendrá inmensa gloria con solo la campaña del año 13 o con la campaña de Boyacá. Era también un fundador, un adelantado, un hombre de poner nombres a las nuevas cosas, de tomar posesión, de hacer la ley y crear”.
Este profundo hombre de letras fue más lejos en su descripción sobre Simón Bolívar, al decir que “Era, de añadidura, un pensador. Vio más hondo y más claro que nadie, entre las convulsiones de los pueblos y los humos del pensamiento europeo, la verdadera condición de su América y el signo de su fatalidad”.

Como un cóndor avistó el peligro
Tan profundo fue el pensamiento del Libertador, esa visión del futuro, que el hombre pareció alzarse como un cóndor sobre los andes y husmear en el norte de la América por la que luchaba, para convencerse del peligro que representaba para los latinoamericanos la nación estadounidense. Pero sigamos mostrando a los lectores lo que escribió el notable escritor y ensayista que fue el venezolano Uslar Pietri:
“Ya a estas alturas de la suma hay pocos que lo sigan, pero aún hay más. Tenía en grado excelso el donde de expresión de los grandes escritores. Lo que hacía correspondía a un pensamiento luminoso y se manifestaba en una expresión viva y hermosa. Sentía las voces. Pero aún, por encima de todo esto, es una de las almas mas cargadas de sed trágica que hayan conocido los hombres. Nadie se ha parecido más a un mundo, y nunca un mundo, tan extenso, complejo y arduo, se ha expresado con más plenitud en su almas”.
Y más adelante:
“Bolívar es Nuestra América. Cuanto más criollos son los pueblos, los hombres más lo entienden y más cerca están de él. El no representa un aspecto de América o una hora de su historia. Toda su tierra, todo su pueblo, todo su tiempo. En el Inca Garcilaso ya está algo de él, y en Sor Juana y en Túpac Amaru, y en Bernal Díaz, y en la cúpula mexicana, y en el nacimiento quiteño, y en la música de Lamas. De él hay ya en los negros del cacao y de la caña, en los indios de la coca y de la yuca, en el quetzal, en el maíz, en la fiesta de San Juan, en el canto popular”.

Volver sobre España
El autor de Lanzas Coloradas hurgó mucho más en el pensamiento de Simón Bolívar y así refiere que “la Patria nunca le fue encierro ni Provincia. –Nuestra Patria es la América- dijo una vez. Pero en realidad la América Española, una América homogénea y unitaria; y en el fondo de su más remota ambición, lo que estaba era volverse sobre España, una vez libertada América, para libertarla o para reconquistar el sepulcro de Don Quijote, como hubiera entendido Unamuno, pero en todo caso, para rehacer la unidad hispánica. A la manera del Cid, que se iba de Castilla para hacerla, y también a la manera de Trajano”. Y luego, “En la hora en que los nuevos Estados abren los ojos buscando el rumbo y ensayando instituciones, él, en Angostura, ante los afrancesados, los enamorados de Las Luces, dice aquellas palabras que solo medio siglo después, en la desesperanza del caos, empieza a comprender Latinoamérica: ¿Queréis conocer los autores de los acontecimientos pasados y del orden actual? Consultad los anales de España, de América, de Venezuela; examinad las Leyes de Indias, el régimen de los antiguos mandatarios, la influencia de la religión y del dominio extranjero; observad los primeros actos del Gobierno republicano, la ferocidad de nuestros enemigos y el carácter nacional”.
En realidad, hay otros detalles más del escritor que escribe en su ensayo Bolívar y será más adelante que volvamos sobre el mismo. Lo importante es la apreciación que han tenido y tienen sobre el Libertador de América, Simón Bolívar y su trascendencia y vigencia en este convulso mundo de hoy, y en este amanecer para los Latinoamericanos.


USLAR PIETRI, Arturo
Nuevo mundo
Mundo nuevo,
Biblioteca Ayacucho, 1998.

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