Andantes: la cultura de asesinar a otros
Pedro Estacio
No hay cielo, tampoco luz, las estrellas han desaparecido, no hay espíritu y solo hay una inquietante oscuridad en las mentes de quienes se pasean enmascarados de un lado a otro de la tierra dispuestos a seguir eliminando seres humanos: Es la cultura de los nefastos, asesinar a la gente.
Esa parece ser la cartilla que unos cuantos andantes tienen en los bolsillos y que no se preocupan por presentarla a donde van, solo sueltan fuego que adormece para siempre el pensar de los otros, si acaso hay tiempo para ello.
Es el panorama de siglos pero que hoy día es mas fuerte que nunca. No hay otra vida y tampoco historia ni religión que entusiasme el espíritu ni brillo que altere el pensamiento y por supuesto la esperanza dejó de existir para esos andantes.
Están entre las personas y parecen personas, aunque no lo son y no hay otra definición para ellos, pues solo andan y abren fuego sobre las personas y las eliminan y no hay ninguna otra explicación de ese andar.
Ese panorama de siglos solo va cambiando de ropaje y de algunos arreglos que optimizan su andar de muerte. En el pasado cuando por equivocación cayeron por el pacífico nuevo mundo, soltaron sus perros y ensangrentaron el continente envenenando las mentes de los que no murieron.
En el transcurrir del tiempo asomaron nuevos ropajes que no cambiaron su andar, su conducta desquiciada y la humanidad escribió y sembró en libros ese desagradable andar donde todos los caminos fueron recorridos con saldos nada alegres.
Hoy, con un mal tiempo que las desaforadas conductas andantes han desatado, somos testigos de lo que ocurre en uno y otro lugar, donde esos equivocados han soltado a rabiar cientos y miles mensajes de muerte de seres humanos, de personas que solo han tenido como fin vivir, mostrar que existen, que aman, que lloran pero que son capaces de oler las flores y admirar las aves y peces.
Sin maneras de entender lo que acontece. El por qué desaparece de los oídos y mentes y nadie, escalones mas arriba responde de que se trata., Así, los vecinos de la Cuba tropical comparten con Venezuela, Nicaragua y Colombia los desatinos y escaramuzas sangrientas de los nuevos andantes. No están atrás los palestinos, persas, rusos y otros mas.
Tales andantes nada tienen que ver con la dulzura de los niños, pues los separan de sus madres como limpiar granos de arroz antes de preparar las comidas. Las conductas andantes son como introducir una moneda en una máquina para adquirir un bizcocho: Entra la moneda, suena el clic y aparece el producto. Así funcionan.
Peor sucede lejos, por allá pór los lados de la Ucrania ética que sueña con ver que los andantes de esa tierra dejen de asesinar hasta el ambiente en los senderos.
Que decir de los chicos en Gaza. Deambulan de un lado a otro esquivando el terror sionista mientras en la Onu, también con sus andantes arrellanados en butacas solo ven hacia las paredes de esa especie de teatro.
Y todavía algunos no terminan de convencerse que los andantes nada tienen que ver con los seres humanos, con las comunidades, con las familias, con los niños y niñas, con los trabajadores, con los estudiantes, con los ancianos, con nadie que piense.
Por eso nada extraña lo que ocurre en algunos seres humanos que se sumergen en las drogas huyendo de los pesares que les ocasionan los andantes con sus desquiciadas conductas y malsanos deseos. Los andantes son simplemente eso, andantes, como activos humanoides despojadas de todo sentir, de toda humanidad. (cimarron.com.ve)
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