Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



viernes, 9 de septiembre de 2022

La esperanza es gratis, pero sin plazos

 


Pedro Estacio


Lo que el ciudadano sencillo y común de cualquier sociedad desearía saber, es si su vida está limitada al vaivén de los acontecimientos, sean propios de la nación donde vive o externos, como sucede en los actuales momentos, porque la cosa se hace tan larga y tan pesada que comienza a preguntarse si en ese entorno es que debe vivir los años que le puedan tocar, sin contemplar la idea de la esperanza.


Particularmente no creo que tengamos que perder la esperanza, porque es gratis, las personas no se endeudan con muchos meses o años de plazos, como quienes estudian en algunos países como EE.UU, donde quedan endeudados por años.


La esperanza tiene que ver con un mejor futuro


Lo bueno de la esperanza es que tampoco tiene que ver con odios, rabias ni chismes, ni deseos de venganza, porque eso de tener esperanzas para soñar con que un sujeto le va quitar la cabeza al otro mas adelante o le va a meter una zancadilla en donde trabaja para que lo boten, es como ponerse a vivir en un baño turco o sauna, pero en vez de sudar lo que va es a martirizar su cerebro y espíritu con el sudor de la venganza que le caerá encima.


Cuando se tienen esperanzas, por simple lógica, se está pensando en algo mejor para un futuro próximo, sin llegar a extremos de desear ser príncipe, rey, ni millonario dueño de una gigantesca empresa sin haberlo trabajado o trampeado como dicen algunos.


La esperanza tampoco es un asunto de días en cifras, porque es un abstracto mental-espiritual que actúa como una agarradera con un código personal y a veces colectivo, que tiene tantos elementos como puede tener una buena ensalada, de la que se jactaría cualquier famoso chef.


¿Qué hay detrás de la esperanza?


Detrás de ese telón podemos encontrar el joven que no ha estudiado mucho pero tiene esperanzas de que las preguntas que le tocarán en el examen, sean en torno a lo poco que él estudio.


También la hay en la chica a punto de casarse. Ella sueña con que sea para toda la vida y que su novio sea un buen marido, que tenga capacidad para lograr un buen hogar y unos hermosos hijos.


El dolor, opera como un actor infaltable y también tiene que ver con la esperanza, aunque se encuentre en la acera de enfrente.Por allí puede aparecer en una sala de parto, pero a lo mejor se deja caer por un quirófano. Una madre adolorida espera tener su primer hijo y desea que sea sano, pero por los lados del quirófano, una familia que llora, tiene la esperanza de que la matrona salga bien de la operación a que fue sometida.


Mientras tanto, en las calles se escucha la algarabía de miles de personas que marchan con la esperanzan de que sus reclamos sean escuchados por quienes tienen la responsabilidad de apoyarlos económicamente.


Un poco distante, una compleja conversación es adelantada por quienes tienen la esperanza de haber ideado, discutido y analizado muy bien un plan que les permita obtener mejores posibilidades en un país, cuyos ciudadanos tienen fe, confían en que siempre será posible lograr un amplio beneficio para una gran mayoría de personas esperanzadas.






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