Maltratar personas es inhumano
Pedro Estacio
En Pueblo Protagónico (1498-1798), escrito por el profesor José Manuel Hermoso González (Universidad de Carabobo), encontramos una muestra de la conducta maltratadora europea, muy natural de los viejos siglos, que no ha dejado de ser y que de un modo u otro vuelve a mostrarse con su acostumbrado y descarnado afán por controlar a los demás.
Narra Hermoso González autor también de La Carmonada: dictadura de utilería, narra en Pueblo Protagónico que en el oriente venezolano, “Un mal día se presentaron a la misión (de los dominicos) 'en son de paz', unos crueles cazadores de indígenas disfrazados de mansos corderitos. Convencieron a los frailes para que les permitieran fraternizar con el pacificado y bautizado cacique Don Alonso y para que aceptase la invitación de ir a bordo a celebrar el amable encuentro. Aceptaron, pero el cacique, su mujer y sus 17 acompañantes nunca regresaron.
Refiere igualmente el profesor de la Universidad de Carabobo que, “Los indignados aborígenes supusieron que los frailes eran cómplices del secuestro y decidieron darles muerte. Lograron los Dominicos una tregua de cuatro semanas y enviaron una desesperada carta a Santo Domingo explicando su situación y rogando devolvieran a los secuestrados. Como era de esperarse no encontraron apoyo en La Española y cumplido el plazo murieron atrozmente martirizados”.
El par de párrafos anteriores lo que hacen es mostrar -sea colorida o no- una historia tan común de los siglos pasados, pero que no solo ocurría con los españoles, sino con ingleses, franceses, austríacos y mas de países europeos y que hoy día, con la presencia de los primos de los ingleses, los estadounidenses, parecen coincidir, unos si y otros no, en la conocida Otan, igual emprendedora de agresiones como lo demostró en contra de Yugoeslavia, la cual derivó en divisiones.
Las conductas exhibidas hoy día por el poder estadounidense en Europa con Ucrania, Inglaterra, Francia, Polonia y otros así como los conocidos desmanes en oriente por parte de Israel contra palestinos, sirios, etc. etc, no han sido conductas aprendidas en los últimos semestres. Es todo una inhumanidad que no molesta a sus propios iniciadores.
Ni en el cine hemos visto exhibida tamaña locura, lo que pareciera mostrar ligeras inclinaciones del sentir de quienes ven como un hecho normal la eliminación del otro. Por eso es que siguen ocurriendo, como en los siglos pasados la eliminación de las personas, sean niños, mujeres y ancianos.
¿Se preocuparon los estadounidenses por la bárbara eliminación con bombas que hicieron en Japón de las personas, a sabiendas de que los japoneses habían perdido la guerra? ¿Y qué de Palestina y otros países árabes?
Me han dicho que no debo dejar de mencionar en lo que escribo a la Iglesia católica, que nada tiene que ver con el sentir de Jesús y sus seguidores, quienes suelen inclinarse mas por la paz y el amor que por los fusiles y las bombas.
Lo cierto es que sigo viendo la violencia que no solo se muestra en la injerencia que repite en Latinoamérica, donde los manchados de sangre quieren continuar con el maltrato de los humanos, en este todavía nuevo mundo, continente de paz, que plantea una manera diferente de vivir.
Seguiremos siendo como dijo el Libertador en su discurso de Angostura y que muy bien recogió el poeta Gustavo Pereira en Simón Bolívar, escritos anticolonialistas:“...no somos europeos no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles. Americanos por nacimiento y europeos por derecho nos hallamos en el conflicto de disputar a los naturales los títulos de posesión y de mantenernos en el país que nos vio nacer, contra la oposición de los invasores; así nuestro caso es el mas extraordinario y complicado”.
Los venezolanos no solo somos extraordinarios y complicados, pues independientemente de lo étnico, ya de por si algo realmente extraordinario, espiritualmente y de conciencia, pese a haber hecho una guerra muy bien liderada, somos altamente perseguidores de la paz, la justicia y el respeto y el tiempo actual lo dice con claridad: Hemos sido atacados en extremo, y no dejamos caer la soberanía, aún en las condiciones agresivas que intentan contra nuestra gente, como sucede con el engaño y manipulación a que sometieron nuestros hermanos migrantes.