Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 19 de noviembre de 2019

El liderazgo de los humanos y (III)



  
El liderazgo de Hugo Chávez y Simón Bolívar, son ejemplo a nivel mundial
Una vez que el líder nace, asoma como tal, lo primero que debe hacer es sencillamente incluir a las personas, a quienes quiere que le sigan, a la gente de todos los sectores, las regiones, la sociedad, el país en general como eje fundamental de toda su actividad, como el gran compromiso del proyecto que tenga en mente.
No debe haber, inicialmente, otro asunto que asumir. El Comandante Hugo Chávez, que desarrolló un liderazgo que desbordó el carácter nacional y que salió más allá de nuestras fronteras, prácticamente lo exponía con claridad y podemos resumirlo en una frase que él expresó con mucha fuerza:
“El presente es de lucha, el futuro nos pertenece”.
Otro elemento de orden en dirigentes que asumen el liderazgo como parte de sus vidas y que en ocasiones es abordado muy ligeramente, es el educativo.
Muchos toman el asunto de la educación como parte del discurso político general y no logran entender que el proceso educativo es totalmente transformador y es una herramienta altamente válida para el cambio que deben auspiciar o fortalecer realmente los líderes y quienes aspiran a hacerlo.
Para quienes no tienen una noción de país, la educación no suele ser válida, ya que no tiene una respuesta en votos de modo rápido, que garantice al presunto líder una buena posibilidad al frente de una gestión de Estado. Algunos consideran que hay que invertir mucho en dinero y en años para obtener resultados políticos efectivos como el voto.
Por otro lado, hay que decir que las gestiones eminentemente capitalistas, ven a la educación eminentemente como un asunto que tiene que ver con el mercado y la competencia y nunca como la formación de recursos humanos para enfrentar y atacar las deficiencias o carencias de una nación.   
El líder de este siglo XXI debe arroparse con la armadura que, en el pasado, exhibieron los hombres de talento en otras naciones y que dejaron huellas profundas en sus naciones. En el caso específico latinoamericano, los ejemplos abundan en las diferentes áreas de las que se tiene conocimiento, aunque en lo primero que deben fijarse quienes sean considerados líderes, es en aquellos personajes eminentes, dignos, próceres, hombres y mujeres que lucharon y dieron sus vidas por su nación.
Un hecho importante es el aprender a escuchar lo máximo que pueda. Un líder debe oír a sus dirigidos, porque de esa forma puede enterarse de asuntos que su entorno impide que sean de su conocimiento, bien porque sus asesores lo consideren o porque alguno de ellos se mueva de acuerdo a orientaciones diferentes.
Los líderes, hay que decirlo, no deben  desviarse de aquellos propósitos o planes destinados al beneficio de la mayoría de sus liderados o el gran colectivo de un país. Siempre debe avanzar directamente, aunque oyendo y prestándole siempre atención a las críticas o puntos de vista que le son adversos.
No están exentos del sentido moral y ético, de la honestidad que deben poseer cada una de las personas que tome en consideración la idea del liderazgo para sus propias vidas, pese a que siempre hay que tomar en consideración que el líder social no es una persona que se forma en una academia como tal.
Los líderes van siendo formados en el tiempo y a su formación contribuyen diversos factores, si bien hay algunos que contribuyen a la consolidación del mismo como el conocimiento, la lectura, la experiencia, la pasión, el amor, el buen sentido, el equilibrio, la sencillez.
En una oportunidad, varios periodistas conocimos a un rector universitario de una nación latinoamericana- valga el ejemplo-, quien al ver por televisión  el contacto o relación de uno de nuestros presidentes con los periodistas nos expresó que eso no sucedía en su país, ya que en su nación estos personajes acostumbraban a dirigirse a los medios desde una cierta y prudencial distancia para ellos y con muy poco cultivo de la relación personal.
El modelo político en el cual aspira participar  un candidato a líder debe ser muy bien estudiado. Los tiempos varían y con ellos los modelos sufren variaciones ya que el mundo siempre está en constante ebullición y evolución  y ofrece a la vista de todos en el planeta un mundo de posibilidades que deben ser estudiadas y el aspirante a ejercer el liderazgo, debe ser un estudioso y acompañarse de asesores de calidad, de gente de confianza que tenga y asuman una alta capacidad de discusión e interpetación.    

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