Convertir la fuerza de la conciencia en creación

Pedro Estacio

Cuando vemos lo que acontece en las sociedades conocidas como desarrolladas, no cabe duda de que nos enfrentamos a una gran reto por resolver. Por supuesto, antes debo decir que, al menos en Venezuela, debemos utilizar esa fuerza de conciencia y espíritu increíble que poseemos y convertirla en la fuerza creadora que Simón Rodríguez, maestro del Libertador Simón Bolívar, pregonaba hace un par de siglos.

Reflexionar en estos días críticos del poder hegemónico, el diabólico manejo incrustado en la gestión de algunos gobiernos, que los lleva a una gestión dañina es mas que necesario y al hacerlo, ello nos conduce a la sana conclusión de que la fuerza de la conciencia y el espíritu que nos caracteriza debe ser orientado formado, como indicaba Simón Bolívar, que la educación debía ser objeto primordial de los legisladores y yo hoy digo es primordial de la revolución bolivariana. Hay que repetir, sin cansarnos, que solo la educación permite el crecimiento de la sociedad.

Tras las soluciones

Y esa optimización de la educación debe comenzar por fortalecer su contenido siempre dirigido a la búsqueda de soluciones a nuestras circunstancias de vida. Hay muchas cosas que están planteadas hoy día y una de ellas debe ser la de canalizar el espíritu creativo con fines muy concretos que operen en función de la vida diaria, de la producción, de la ciencia, la salud, de nuestros recursos, del bienestar, del campo, de nuestro ambiente y del núcleo familiar.

Así como nociones de la informática y la robótica han sido expuesta en exposiciones con el trabajo de escolares de diversos niveles, como las organizadas por Fundabit en su oportunidad, hay que introducir nociones de inteligencia artificial (IA), en diversos niveles educativos y profundización de las mismas en los niveles de avanzada, porque todas ellas tienen que ver con todas las áreas de la vida social.

Informática, robótica e inteligencia artiifical

Hay que tener muy claro que ningún área ni sector de las sociedades se escapa de la influencia de la informática, robótica ni de la inteligencia artificial y todas ellas son abrazadas por los buenos conceptos que giran alrededor de la razón, la conciencia y la ética.

Dado que el futuro está inminentemente centrado allí y puede ser visto en los grandes descubrimientos que viene mostrando la ciencia y las grandes creaciones de naciones avanzadas, es obvio que el camino o la ruta que seguirá la revolución bolivariana para Venezuela está en las grandes inversiones que se hagan en educación.

Es indudable que Simón Rodríguez, Maestro del Libertador Simón Bolívar tenía razón en el énfasis que puso en la educación. Basta observar como se manejan las cosas hoy día en Europa, continente conflictivo y violento por siglos.

Sobre ella decía Rodríguez lo siguiente:

“Nunca reformará Europa su moral, como reforma sus edificios: las ciudades modernas son modelo de gusto y de comodidad-muchas de las viejas van cediendo el puesto a las nuevas; pero los habitantes son siempre los mismos- saben mas que antes; pero no obran mejor-merecen elogios por lo primero; sin ser culpables por lo segundo”. (*)

La educación es el estandarte

Si tenemos como reto construir un país, cuya potencia supere los trastornos que la falta de conciencia le ha dejado como marca la debilidad, no cabe dudas que la educación junto a sus raíces históricas y culturales se eleva como el estandarte que lo impulsará hacia la transformación de su sociedad.

Seamos sociales en el buen sentido, es decir, seamos parte integrante de la sociedad. No como un número mas, sino como un ser humano que, al trabajar y estar con su familia, hace lo posible por mejorar su núcleo familiar educando a sus miembros para que sean mejores como parte de sus familias y de la sociedad en las que viven y hagan mejor al país.

Una sociedad revolucionara como la bolivariana, en su máximo sentido es una colectividad cuyo fin que persigue es incluir a todos y busca que el bienestar alcance a todos sus miembros.

(*)

RODRÍGUEZ Simón

Inventamos o erramos

Biblioteca Básica de Autores Venezolanos