Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



domingo, 8 de enero de 2023

El apostolado no es único del ejercicio periodístico



El ejercicio de algunas ideas principistas como la verdad , la tiene también un médico por la vida de las personas.


Pedro Estacio


El ejercicio del periodismo, que se entienda de una buena vez por todas, tiene varias características que deben ser tomadas en cuenta y una de ellas tiene que ver con la persona que ha decidido ser periodista como cualquier otro que puede ser médico, psiquiatra, ingeniero o comerciante en una sociedad cualquiera.


Eso es lo primero que debe ser discutido, tratado o analizado, porque si bien es un apostolado ese ejercicio profesional, también son apostolados la educación, la medicina, sociología, psicología, estadística, quien confecciona ropas y zapatos y se dedica a las ventas.

El apostolado de la verdad

Siempre se ha vendido la idea del periodista como el sujeto que cumple un apostolado, que debe auspiciar y regar a toda la sociedad esa especie de principio doctrinario que es la verdad, la información verdadera.


Que se sepa hasta ahora, solo al periodista se le pide que la antorcha en la carrera de su vida sea la verdad. Al médico que haga un buen diagnóstico y buena orientación de salud, a los arquitectos e ingenieros maravillosos diseños y construcciones antisísmicas y a los maestros, que eduquen bien a los hijos.


Pero en todo esto hay una especie de contradicción de la que nadie se ocupa porque se piensa y se cree que la realidad de todo cuanto sucede y su conocimiento, tiene que ver con los medios a través de los cuales es captada esa realidad y no con quienes se ocupan de elaborar el conocimiento final para que el lector lo conozca.


Y cuando hacemos referencia a la contradicción lo que hacemos es mostrarla al conectar todo con el sistema económico social que impera en una determinada sociedad y que debe ajustar cuanto sucede para que el desarrollo de la misma sea tan coordinada como un marcha militar.


Ahora mismo tenemos en el ambiente venezolano periodistas licenciados, escuelas de periodismo, comunicadores, medios y redes, que no nos hemos atrevido a meterlos todos en una licuadora y obtener un producto necesario a la sociedad que vive una revolución y que lo necesita.

Todo no está resuelto

Se da por descontado que todo está resuelto y no es así. Los llamados comunicadores que están en los medios alternativos, así conocidos, no solo requieren apoyo en su formación, también necesitan mejorar sus equipos y como debe ser, mucha orientación para conducirlos en sus tareas e incluirlos junto a los universitarios en un nuevo sistema organizativo que no hemos podido crear todavía.


Ambos, los unos y los otros, requieren mucho apoyo para formar la necesaria comunicación en la nueva geografía bolivariana que hoy tenemos.


Si hablamos de algo sencillo a título de ejemplo, ilustramos la temática con el ejemplo de un ministerio cualquiera. Por cierto, hasta ahora no hay carreras universitarias para ser ministro ni viceministro.

Un ministerio cuenta con un titular, con administradores, contadores, abogados, planificadores, jefes de personal formados en recursos humanos, médicos, odontólogos, psicólogos, geógrafos, sociólogos, estadísticos, trabajadores sociales, filósofos, ingenieros y muchos otros profesionales como periodistas y relacionistas públicos.


¿Si un ministerio funciona con esa amplísima variedad de profesionales, por qué es aparentemente complicado que los distintos profesionales que tienen que ver con la comunicación puedan integrar una sola instancia organizativa?





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