Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 28 de junio de 2016

UNA VIOLENCIA DE SIGLOS GENERÓ MIEDO EN ESPAÑA



 


Un analista político español entrevistado por Telesur, cuyo nombre no recuerdo, al referirse a este segundo proceso electora en esa tierra, dijo que era de esperarse lo que había ocurrido (la victoria del PP), porque no por algo los españoles habían pasado por 50 años de dictadura y 30 de cobardía.
Las fuertes palabras del analista consultado me llevaron a indagar, de un modo menos superficial, en torno a ese por qué, cuando se pensaba que otro pudo haber sido el resultado. Mis pasos m llevaron a consultar de nuevo el libro Pueblo Protagónico, del profesor e investigador  José Manuel Hermoso González, en virtud de que ojeando su publicación, leí en el Capítulo 2, titulado El pueblo español y la España precolombina, algunos aspectos relacionados con su  desenvolvimiento.
En la Introducción del capítulo 2, en efecto, el investigador escribe que “Los pueblos hacen su propia historia, pero no sólo en el sentido micro-social y cotidiano en el que lo destaca el poeta Bertol Brecht cuando poéticamente nos recuerda que quienes levantan ciudades, quienes fundan naciones o construyen  civilizaciones no son aquellos que ordenan o dirigen desde el poder, sino quienes construyen con sus propias manos y, día a día, piedra a piedra, levantan columnas o murallas. O que, quienes ganan las guerras no son tampoco quienes las declaran  o dirigen, sino los incontables soldados que libran las batallas, con el apoyo de quienes siembran, producen y distribuyen las riquezas”.
Y algo más nos añade el historiador al sostener que “los de abajo también hacen su propia historia en el sentido macro-social y suelen presentarse como protagonistas y logrando en modo colectivo imponer cierto rumbo, por supuesto, dependiendo de que su actuación pueda ser o no exitosa.
Violencia, intolerancia y fanatismo en España
Escribe Hermoso González que “El ideal de una España única ha estado históricamente vinculado a la reducción de las libertades populares y/o a la intolerancia y el fanatismo religioso” Y luego, un poco adelante, nos dice que “Hay otro fenómeno religioso generador de violencia, intolerancia y fanatismo, cuya causa  debe buscarse más en factores económicos y políticos  antes que en factores ideológicos, idiosincrásicos o culturales. Nos referimos a las inclementes y crueles persecuciones que sufrieron  los hebreos, conversos  o no, desde finales del siglo XIV hasta su expulsión de la Península Ibérica a finales del XV. Más que derivado de un resentimiento social profundo o de un consuetudinario conflicto religioso entre los hebreos y el pueblo hispano, el ensañamiento popular aparece como algo perversamente inducido desde las alturas del poder”. 
A lo anterior habría que agregar “…los ataques a extremo de un promovido y generalizado genocidio. Sevilla, Andalucía y La Mancha iniciaron las persecuciones y saqueos. Le siguieron  Toledo, Madrid,  Burgos y Logroño, para mencionar  sólo las ciudades más importantes. Finalmente, la carnicería se extendió hacia Aragón y la región mediterránea de Cataluña. Los ataques se produjeron en Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca. En síntesis, una verdadera catástrofe humana y económica”.
A todo lo anterior, que tiene su significación, habría que agregar –como cita el investigador- discriminaciones, prohibiciones, antecedentes de odio y resentimiento, persecuciones y matanzas por años, los Tribunales de la Inquisición, etc. Particularmente, yo le agrego todo lo concerniente a la presencia de España en América y las atrocidades que le caracterizaron por unos trescientos años, la independencia de los latinoamericanos y la total pérdida del coloniaje español y más adelante el resto los gobiernos monárquicos hasta el presente.
Como se aprecia, un período largo y sangriento que como un manto se ha extendido por sobre los ciudadanos españoles durante siglos y los cuales, imagina uno, ha venido ejerciendo una gran influencia y presión sobre una población que huye de la violencia, que no quiere saber más nunca de ella y que por ello se mantiene con un miedo al cambio y es conducida por un gobierno de una oligarquía añeja que se fundamenta en una monarquía.   


PUEBLO PROTAGÓNICO
HERMOSO GONZÁLEZ, josé Manuel
Ediciones Protagónica, 2008
Valencia - Venezuela














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