Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 5 de julio de 2016

América: El Continente maltratado que se levanta













 Esta pequeña nota, escrita este 5 de julio de 2016, no registra nada nuevo, simplemente recuerda que Latinoamérica es una unidad que, más tarde que temprano, se reconfigura haciendo uso de la palabra porque ella es la que, luego de largas luchas de nuestros héroes, nos dan letras sagradas de creación que constituyen nuestro norte, por eso, los latinoamericanos comparten un lema muy nuestro y conocido que dice: Nuestro norte es el sur.
Pedro Estacio



Los latinoamericanos y entre ellos los venezolanos –porque tenemos una obligación histórica, de esfuerzos, luchas y muertes- estamos completamente obligados a construir una sociedad igualitaria y que llegue al más alto nivel de la justicia, lo que también obliga a los que se consideren y creen ser dirigentes de una nación, a magnificar el poder popular y una democracia decente, con olor a espiritualidad y respeto.
En la actualidad no somos exclusivamente testigos presenciales de una realidad económica alejada del sentir de la humanidad, sino que  también atestiguamos la indiferencia de otros seres semejantes a nosotros, que siguen la corriente de la burla a los seres humanos, conduciéndolos a una vida que se depaupera cada día.
Si apreciamos el transcurrir de la vida en la apreciad Argentina, nos encontramos con quejas terribles de hechos que hieren a las personas, en los que también son agredidos los estudiantes, trabajadores lacerados al botarlos de sus empleos, despedirlos, mientras unas abuelas que buscan a sus nietos y que tienen tradición en esa dura tarea, también son afectadas y la libertad de expresión de los ciudadanos a través de los medios, sancionada y excluida.
El respeto a la diversidad
Es importante dejar claro que estas líneas se escriben con respeto y en el marco de una gran diversidad que constituimos los latinoamericanos, pero sin oscurecer las palabras con la lisonja, la ignorancia ni con un intento de mediatizar los hechos como vienen haciendo los medos de comunicación en el mundo, medios que, como es de esperar, constituyen un capital que3 comparte la idea de imperialismo.    
Un paso fronterizo más allá y las agresiones a las personas también se dejan sentir, lamentablemente en países en donde la barbarie de la agresión no descansa, en Paraguay contra sus campesinos y en Chile en contra de los estudiantes que reclaman una educación pública gratuita.
Tampoco puede ser dejada de lado la gigantesca agresión bajo la cual se encuentra la República de Brasil y en donde se encuentran como blanco de la Derecha los avances logrados en función de los ciudadanos.
Siguiendo en dicha línea de observación, del Uruguay y por boca de un descalificado ex militante del Frente Amplio, salen los intentos por desvirtuar una realidad transformadora como es la Revolución Bolivariana de Venezuela, blanco actual de una inclemente e incesante guerra económica, pero que se enfrenta a una ciudadanía que no está dispuesta a echar por tierra su nuevo modo de vida, muy humano, igualitario, solidario, participativo y respetuoso, con un gran reconocimiento de quienes habitan su geografía y que aporta sin costo alguno para sus ciudadanos, educación para más de 10 millones de personas (formación de técnicos, bachilleres y profesionales universitarios), servicios de salud gratis, viviendas, disminución del desempleo y nuevos esfuerzos de producción dentro de su nueva economía.
Del lado suramericano del Atlántico, una nueva posibilidad se abre para los peruanos, que quieren dejar a un lado el nefasto tiempo del fujimorismo, mientras Bolivia y Ecuador, con dos revoluciones mas de sentido humanistas, reciben junto a Venezuela, los embates de un feroz capital que viste de gala con ropaje de corporaciones laborales mundiales, bancarias y empresariales, que ahogan a los ciudadanos  de esta Latinoamérica, altamente agredida –aunque de pie- como la República de México y otras naciones como Puerto Rico (agredida de colonialismo exasperante), Honduras, Guatemala (la de las 100 mil personas muertas), Grenada, Panamá bombardeada inclementemente, luego de manipulada y distorsionada su vida de país.    
¿Ignoramos la realidad mexicana?
Los acontecimientos que ocurren en el admirado terruño de México no pueden ser ignorados.  Tuvo ese país una revolución que fue frustrada por una élite, como todas las élites, voraz a la que no le importó los hechos que se suscitaban y que conducían a transformación.  La revolución fue a para al vacío y hoy son muchas las víctimas que adornan las reales estadísticas de ese país.
No podemos ignorar la realidad colombiana, tierra vecina y de gracia, también tierra de víctimas, que avanza por el camino de la paz, luego de más de 50 años de una guerra civil que arropó muchas vidas.  
Cuba, escuela del temple
Por supuesto, Cuba no es ajena a todo lo anterior porque, precisamente esa nación ha sido un escudo intelectual y soberano que no solo se ha defendido de las agresiones del gran capital imperial, sino que ha sido escuela con su temple para los demás latinoamericanos.
Hemos escrito breves líneas de una Latinoamérica donde viven millones de personas (mujeres, niños y hombres) que han sido y son objeto de la agresión del capital imperial que disfrazado de democracia y libertad, deslizarse por nuestras tierras.  
EE.UU: la voracidad del capital lo empequeñece
Imposible que no citemos acá a los Estados Unidos, una gran nación empequeñecida por la conducta voraz de los grandes capitales que, como dice el senador Bernie Sanders, tiene una economía –junto a otros países avanzaos- que golpean “…a las personas más pobres del mundo”.
Y así, el representante del Congreso de Los Estados Unidos ha declarado que, 
“Esa economía cada vez más globalizada, establecida y mantenida por la élite económica del mundo, le está fallando a la gente en todas partes. Por más increíble que parezca, las 62 personas más ricas del planeta tienen tanta riqueza como la mitad más pobre de la población mundial, cerca de 3 mil millones de personas”.
El legislador estadounidense ha considerado que en EE.UU, “En los últimos 15 años, han cerrado cerca de 600.000 fábricas en el país y han desaparecido más de 4,8 millones de trabajos de manufactura bien pagados. Gran parte de este problema está relacionado con acuerdos comerciales desastrosos que animan a las corporaciones a mudarse a países con salarios más bajos. A pesar del gran aumento en la productividad, la media de los hombres trabajadores en Estados Unidos gana hoy 726 dólares menos que en 1973, mientras que la media de mujeres trabajadoras gana 1154 dólares menos que en 2007, después de ajustar la inflación”.
El conocido político habló sobre la pobreza y calidad de vida de los ciudadanos estadounidenses y así se expresó: “Cerca de 47 millones de estadounidenses viven en la pobreza. Unos 28 millones no tiene seguro médico y muchos otros tienen malos seguros. Millones de personas están luchando con niveles escandalosos de deuda estudiantil. Tal vez por primera vez en la historia moderna, nuestra generación más joven probablemente tendrá un estándar de vida menor que el de sus padres. Aún más alarmante: millones de estadounidenses con una educación deficiente tendrán una esperanza de vida menor que la generación previa pues sucumben ante la desesperación, las drogas y el alcohol”.
Y en ese orden habló con claridad al decir que  “… la economía global no está funcionando para la mayoría de las personas en nuestro país ni en el mundo. Este es un modelo económico que desarrolló la élite económica para beneficiar a la élite económica”,






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