Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



sábado, 9 de julio de 2016

La economía, tema que más ocupa la mente de los hombres.



 
La especulación del ser humano es una constante empresarial, sea el nivel que sea.

Según nos dice P. Luigi Butera, msp (imagino que las tres últimas letras son de carácter sacerdotal, tienen que ver con  una orden religiosa o algo por el estilo.), en su escrito Corregir el Camino, publicado en la revista mexicana Inquietud Nueva,  “El tema que mas ocupa la mente de los hombres es la economía. Y no es para menos. Si no hay dinero, no hay comida, no hay medicina, no hay vestido, no hay casa, luz, gas, teléfono…”
Y de seguidas añade que, “Sin duda  es importante el dinero;  y es justa la preocupación de los mandatarios de todas las naciones. Los economistas se rompen la cabeza para buscar la fórmula de cómo mejorar la economía mundial. Algunos  premios Nobel de la economía  han opinado  sobre esto sin coincidir en sus argumentos”. Un párrafo analizable.
 No todos los mandatarios viven preocupados por el problema, al punto que cuando algunos llegan al poder, lo primero que hacen es aplicar severas medidas que empobrecen mas a los que ya lo son (recordemos al presidente Macri, de Argentina), al asumir decisiones de organizaciones mundiales como BM, FMI, OIT, Bancos Internacionales, Agencias que miden el Riesgo, etc., etc., que beneficiarán a dichas organizaciones y a los entornos comprometidos con el gobernante.
Economistas que avalan con teorías desgastadas
Algunos economistas (no todos), por su parte, solo sirven para avalar con sus teorías desgastadas las acciones de los gobernantes que caen en estos escenarios. Unos cuantos, si entran al análisis de los problemas en busca de soluciones nada fáciles, como es de esperarse, al intentar arreglos frente a una economía nacional y mundial arreglada hacia los beneficios de intereses muy específicos de una clase.  
En ese orden, Luigi Butera cita a Joseph E. Stiglitz,  George Akerlof, Robert Solow y Michael Spence, para decir luego decir que “Parece que se va a los efectos de los errores  y no a las causas de ellos. Es una falacia pensar que con una buena economía todos los hombres quedarán satisfechos. La realidad nos demuestra lo contrario: el hombre tiene necesidades físicas y espirituales; y las dos necesidades son complementarias. Resolver solamente una, deja al hombre agonizante”.
Y así puntualiza que, “La mayoría de los 700 millones de personas deprimidas, no carecen de bienes materiales. Al contrario, donde hay más dinero es donde hay más deprimidos. Así también, no se puede pensar que una persona que no tiene nada de dinero pueda vivir sólo de lo espiritual”.
Bienes materiales al cuerpo y valores al alma
Continúa en su artículo Butera y nos refiere que “El hombre  es un ser compuesto de cuerpo y alma: atender los dos elementos es esencial para que tenga vida. Por eso, es que se necesita alimentar el cuerpo con bienes materiales, y al alma con auténticos  valores que ennoblecen  a la personas. Vivimos en una etapa  de la historia de profundo desequilibrio. A eso se debe que haya tanta locura en la forma de querer, actuar y morir. Por ejemplo, las armas  que se construyen  no son medicinas para curar enfermedades y da vida a los hombres, sino para matarlos. ¿No es locura tener tantas fábricas asesinas?  
 El planteamiento de Luigi Butera, msp, no es algo esotérico, es cristiano y aunque él no lo diga, es la visión socialista sobre una realidad que, hoy día,  corre de manera transversal por la vida de la mayoría los países del mundo, como es un capitalismo aterrador, que como dice el mismo Butera “Por desgracia, la mayoría de las naciones más ricas tienen esas fábricas (de armamentos), no sólo para defenderse de los enemigos, sino porque son fuente de ingresos para la nación. Y para conseguir el fin, hay que suscitar pleitos y guerras. Lo que importa no es la vida propia ni la de los demás, sino el dinero. Pero todos sabemos que el dinero no es lo que hace feliz a las personas”.    
Acerca de lo que ha escrito, Luigi Butera, podemos responder con uno de los aspectos más importantes que está viviendo el mundo en los actuales momentos, como es el despertar de la conciencia ciudadana, la identificación del ser humano con la geografía en la que vive, con la historia de quienes le precedieron, con el reconocimiento del otro y la solidaridad necesaria que hay que dispensarle, con su sentir colectivo que todavía forma parte de su presente en buena parte de sus hermanos, con la idea de que un mundo mejor es posible y con la esperanza de que esa posibilidad sea cierta.
Algo no está funcionando
Refiere en su artículo que existe la necesidad de “…reflexionar  sobre lo que es el hombre y sobre lo que la civilización  le está ofreciendo. A pesar de tantos bienes que, sin precedentes en la historia, tienen los seres humanos, sufren mucho más que antes: algo no está funcionando. Es necesario buscar las causas.
No podemos decir en pertinentes.blogspot.com que la principal causa sea el alejamiento del hombre de Dios, como considera Luigi Butera –idea que respetamos- porque no tenemos maneras de comprobarlo, pero si podemos apelar a lo que dicen organizaciones que trabajan en dicha área, como la instancia humanitaria conocida por las siglas OXFAM, la cual revela en un estudio que:
“Cerca de la mitad de la riqueza mundial está en manos del uno por ciento de la población, que posee en conjunto unos 110 billones de dólares (81 billones de euros).
La riqueza mundial está dividida en dos: casi la mitad está en manos del  1% más rico de la población, y la otra mitad se reparte entre el 99% restante. El Foro Económico Mundial considera que esta desigualdad  supone un grave riesgo para el progreso de la humanidad. La desigualdad  económica extrema y el secuestro de los procesos democráticos por parte  de las élites son demasiado a menudo interdependientes. La falta de  control en las instituciones políticas produce su debilitamiento, y los  gobiernos sirven abrumadoramente a las élites económicas en detrimento  de la ciudadanía de a pie. La desigualdad extrema no es inevitable, y puede y debe revertirse lo antes posible.
El informe ‘Gobernar para las élites: secuestro democrático y desigualdad económica’ concluye que la concentración del 46 por ciento de la riqueza en manos de una minoría supone un nivel de desigualdad "sin precedentes", que amenaza con "perpetuar las diferencias entre ricos y pobres hasta hacerlas irreversibles".
El informe de Oxfam destaca que la mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo. La organización humanitaria calcula además que hay 18,5 billones de dólares (13,6 billones de euros) no registrados y en terceros países de baja tributación, por lo que en realidad la concentración de riqueza es mucho mayor.

Según sus datos, 210 personas se incorporaron el año pasado al club de los multimillonarios cuya fortuna supera los mil millones de dólares, formado por 1.426 personas que concentran una riqueza de 5,4 billones de dólares (casi 4 billones de euros).

"Corregir el camino"
P. Luigi Butera, msp
Revista Inquietud Nueva
México





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