Pedro Estacio
Es bueno que se entienda que, el estar en paz consigo mismo, es apenas el comienzo, los primeros pasos para comenzar a entender que no solo uno debe estar en paz, sino que esa paz debe ser con toda la ciudadanía, porque los seres humanos no vivimos aislados en una cueva, por el contrario requerimos de otros similares a nosotros y vivir lo mejor posible en armonía y en colectivo.
Por todo eso y mucho mas, es que estamos obligados a la búsqueda de la misma y naturalmente con el adecuado respeto que todos merecemos y por eso es necesario conocer algo de lo que significa convivir y en paz.
El artículo 9 de las Normas de Convivencia y paz nos dicen que el objetivo de las mismas es:
“...garantizar el goce de los derechos fundamentales y el bienestar social del pueblo, mediante la creación de mecanismos para su desarrollo social y espiritual, procurando garantizar el goce de los derechos fundamentales y el bienestar social del pueblo, mediante la creación de mecanismos para su desarrollo social y espiritual, procurando la igualdad de condiciones para que todos y todas desarrollen libremente su personalidad, dirijan su destino, disfruten los derechos humanos y alcancen la suprema felicidad social, sin discriminaciones por motivos de origen étnico, religioso, condición social, sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género, idioma, opinión política, nacionalidad u origen, edad, posición económica, condición de discapacidad o cualquier otra circunstancia personal, jurídica o social, que tenga por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y garantías constitucionales.
Ahora bien, por ello es fundamental que los ciudadanos asumamos “...una conducta ética y de civismo evitando cualquier acción, omisión o manifestación contraria al orden público, al respeto por las personas y a sus bienes, en consideración, tolerancia y reconocimiento de sus derechos”.
A mi modo de ver las cosas y como periodista, carece de todo sentido las normas si las mismas no son enseñadas a la mayoría de los ciudadanos. Debe haber un proceso educativo muy fuerte y relacionado con su enseñanza.
Los seres humanos no nacen en el parto con un libro de normas que deben acatar y como es sabido, son las madres y padres quienes en el transcurso del desarrollo les van mostrando, enseñando la ruta, ese camino de crecimiento y aprendizaje.
Y esa es una falla que tenemos actualmente en la revolución bolivariana. Suceden cosas y nunca recibimos respuestas. Hay algunas que son muy obvias y eso se entiende perfectamente, pero hay otras explicaciones, porque se que existen, pero nunca nos llegan.
Abren un hueco, la gente reclama su cierre y la tierra queda allí, nada pasa. Igual ocurre con el agua, con las aceras, con los motorizados, su velocidad e irrespeto de las personas mayores al cruzar las calles, el pasaje, el respeto a los semáforos, y con cualquier cosa. Los dueños de las camionetas nada tienen que ver con la Gaceta Oficial y el pasaje y dicen que el mercado no hace diferencia de precios con las personas mayores y pare de contar.
Hay que creer profundamente que, la educación, está presente en todos los procesos revolucionarios y sin educación plena, es decir, no solo formativa profesionalmente hablando, sino en el hogar y en la calle, nada será posible alcanzar. Es una realidad.