Sociedades Americanas en 1828

La juventud americana necesita abrir los ojos sobre su situación, y los niños tienen que aprender a leer. Los jóvenes que han de reemplazar a los padres de hoy, deben pensar y escribir mejor que sus abuelos, si quieren que en América haya patria y lengua. Esto no lo conseguirán con escrúpulos, ni con burlas, ni con puntitos de erudición.
Simón Rodríguez, en Sociedades Americanas en 1828



martes, 18 de octubre de 2022

Palabras que alertan: ¡Cambiemos el sistema!

 


Pedro Estacio

Una inundación ilimitada en su nueva concepción del tempo en este siglo XXI viene azotando al planeta Tierra sin que el denominado liderazgo político mundial se de por enterado y por el contrario, participa muy particularmente en la inundación de valores que para nada tiene que ver con un mundo cuyos habitantes, en cientos, miles y millones ha mostrado sus deseos por vivir en paz y armonía.


Cuando hacemos referencia a una inundación ilimitada en su nueva concepción, lo hacemos porque ya no es un asunto exclusivamente de agua, sino que abarca un trastorno muy grande que contempla la contaminación atmosférica, el calentamiento del mar, los millones de toneladas del deshielo, el incremento de las lluvias, aporte de los ríos y lagos, que a su vez genera pequeños y grandes deslave que ocasionan muertes y dañan además los cultivos de los que se alimenta la humanidad así como impactan los terrenos donde se ha asentado el ser humano al igual que su afectación a los seres inferiores a quienes elimina. Todo esto sin contar los huracanes, tifones y demás tormentas que se abaten infligiendo daños a las naciones.


Las palabras en la XV Conferencia Internacional de la Organización de Naciones Unidas,ONU, sobre el Cambio Climático “No cambiemos el clima, cambiemos el sistema y en consecuencia comenzaremos a salvar el planeta”, pronunciadas por el Comandante Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, en Dinamarca de 2009, tienen hoy día mayor fuerza en los diversos conglomerados humanos, mas no en los dirigentes de esas poblaciones.


Cuando el militar bolivariano habló en aquella ocasión hace 13 años, englobó en esa especie de sentencia, todo el malestar que la dirigencia de las naciones desarrolladas había dejado caer sobre la humanidad. Tuvo una gran visión cuya vigencia ya no tiene parangón ni discusión y que constituye el alerta mundial de un humanista revolucionario.


Sopesando las palabras profundas que tienen que ver con el sentir de la humanidad, la sociedad humana ve con temor el comportamiento de las fuerzas del poder, que ignoran la realidad mientras es incrementada la violencia, la cual arroja siempre un saldo estadístico que no permite ver el dolor ni la tristeza de las personas.


Las palabras ¡Cambiemos el sistema!, aplicadas a la realidad de nuestro clima, engloban con una clara visión que la conducción de las sociedades de las diferentes regiones del planeta tiene que tener un tenor diferente, un modo de hacer las cosas de modo distinto, que los hombres, mujeres y niños de la Tierra no deben convertirse en alfombras rojas por donde pasen los poderosos culpables de las guerras y la economía del mundo.

No hay comentarios: